Elecciones en Rumanía: quién es el ultra Simion, el ganador de la primera vuelta de las presidenciales
George Simion se ha impuesto en la primera ronda con más del 40% de los votos. El sustituto del inhabilitado Georgescu se enfrentará contra el candidato independiente Dan en la segunda ronda.

El ultranacionalista George Simion logró este domingo una arrolladora victoria con más del 40% de los votos en la controvertida repetición de las elecciones presidenciales en Rumania, convirtiéndose en claro favorito para ganar la jefatura de Estado en la segunda vuelta de los comicios el 18 de mayo. Tras ello, el primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ha anunciado su dimisión como jefe de Gobierno este lunes.
Detrás del líder del partido eurocrítico y nacionalista AUR, la segunda posición, y con ello el pase a la decisiva vuelta, se la disputaron durante toda la noche electoral el candidato oficialista Crin Antonescu y el independiente Nicusor Dan, actual alcalde de Bucarest.
Al final, Dan logró superar a Antonescu por unos pocos miles de votos en la recta final del recuento, quedándose cerca del 21%, con lo que pasó a la cita del 18 de mayo.
Cerca de la medianoche local, Antonescu concedió ante la prensa su derrota y recomendó de forma indirecta a sus seguidores y a los demás electores votar en dos semanas por Dan, un candidato independiente de 55 años de edad que anunció en la red social Facebook su pase a la segunda ronda.
Detrás de estos dos se situó el exprimer ministro socialdemócrata y ahora populista Victor Ponta, con un 13,5% de los votos, cuyo electorado será ahora clave para definir el resultado de la segunda vuelta.
Ciolacu dimite tras debacle en las presidenciales
El socialdemócrata Marcel Ciolacu ha anunciado su dimisión un día después del triunfo del ultranacionalista George Simion. "Esta coalición ya no es legítima, así que presento mi renuncia", ha declarado Ciolacu este lunes tras una reunión con su partido PSD, que gobierna en coalición con el Nacional Liberal (PNL) y la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía (UDMR).
Ciolacu ha recordado que la actual coalición de Gobierno se formó después de las elecciones parlamentarias de diciembre y después de que el Tribunal Supremo cancelara la primera ronda de las elecciones presidenciales por injerencias rusas, ordenando la repetición del proceso electoral.
Según el político socialdemócrata, los dos principales objetivos de la alianza tripartita que subió al poder eran "formar un gobierno con un primer ministro del PSD" y "tener un candidato común para el cargo de presidente de Rumanía", pero esta segunda meta no se ha logrado.
El cargo presidencial en Rumanía tiene importantes competencias, sobre todo en política exterior y de defensa, por lo que estas elecciones se consideran clave para el futuro rumbo del país.
Rumanía forma parte del flanco sudeste de la OTAN y alberga un importante contingente de soldados de la Alianza Atlántica, desempañando así un rol clave para la estabilidad y seguridad regional de la zona.
La inhabilitación no frena a la candidatura ultra
El Tribunal Constitucional del país balcánico decidió en diciembre anular el proceso electoral iniciado el 24 de noviembre por haber detectado una fuerte injerencia exterior rusa en redes sociales a favor del entonces ganador, el ultranacionalista Calin Georgescu.
Tras la inhabilitación de Georgescu por la Justicia para la repetición electoral, Simion se declaró "heredero político" del ultranacionalista prorruso. Tras conocer su probable victoria, el nuevo candidato habló a sus seguidores a través de un mensaje grabado desde su despacho.
"Hoy escribimos historia. Nos acercamos a un resultado excepcional, muy más allá de lo que presentan los televisores del sistema. Los felicito. Son vencedores. Hoy el pueblo rumano ha hablado. Es hora de ser escuchado", afirmó.
"Estoy aquí para que Rumania vuelva al orden constitucional. Mi único objetivo es devolver al pueblo rumano lo que le han robado", agregó en alusión a la anulación de las elecciones de noviembre.
Las elecciones de este domingo, cuya repetición fue muy criticada por parte del electorado, sobre todo por los seguidores de Simion y Georgescu, transcurrieron sin incidentes de importancia y con una participación del 53,2%, menos de un punto porcentual más que en noviembre.
Seguidor de Trump
Simion, de 38 años y líder de AUR, no oculta su admiración por Donald Trump, a quien imita no solo en estilo, sino también en su retórica y estrategia política. En sus apariciones públicas utiliza lemas inspirados en el presidente republicano, como "Rumanía primero", y en ocasiones lleva una gorra de béisbol con el lema "Trump".
Simion, que ha estudiado Administración de Empresas en la Universidad de Bucarest, ha sido una figura polarizadora desde su irrupción en la política hace más de una década. Fundador de la plataforma Acción 2012, centrada en la unión de Rumanía y Moldavia, ha encabezado numerosas manifestaciones en ambos países.
Esas ideas lo han colocado en el centro de tensiones diplomáticas regionales, y tanto en Moldavia como en Ucrania lo han declarado persona non grata, acusándolo de actividades contra su integridad territorial y soberanía.
Al ascenso de Simion contribuyeron además sus protestas contra las restricciones de la pandemia de covid. AUR organizó manifestaciones multitudinarias contra una vacunación obligatoria, lo que consolidó una base de seguidores entre quienes veían esas medidas como un ataque a las libertades individuales.
Retórica populista
Simion ha lanzado en el pasado iniciativas sociales que han reforzado su popularidad, como la Caravana Médica AUR, que ofrece atención sanitaria gratuita en zonas rurales desatendidas. Rumanía está a la cola en gasto médico por persona en la Unión Europea (UE) y la situación de la sanidad pública es calamitosa.
Con iniciativas de este tipo se ha construido una imagen de cercanía con los más vulnerables, lo que refuerza su retórica populista de "protector del pueblo". A nivel internacional, ha participado en encuentros de figuras ultranacionalistas globales, como la CPAC en EEUU, y ha fortalecido sus vínculos con líderes europeos afines, como Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia.
Su partido es señalado por los críticos por promover narrativas ultranacionalistas, su agenda irredentista de unificación con Moldavia y sus posturas euroescépticas, consideradas dañinas para Rumanía. Simion asegura que luchará para que Rumanía no sea tratado como un socio "de segunda clase".
Interés internacional por los resultados
El cargo presidencial en Rumania tiene importantes poderes, sobre todo en cuanto a política exterior y seguridad. Por ello, la UE y la OTAN, a las que pertenece Rumania, y otros socios occidentales observan con especial interés y preocupación estas elecciones, de las que podría salir elegido un populista eurocrítico y contrario a las ayudas occidentales para la vecina Ucrania ante la invasión rusa.
Unos 18 millones de ciudadanos con derecho a voto estaban llamados a las urnas dentro y fuera del país. No obstante, una importante diáspora rumana votó en los consulados en el exterior, donde casi un 60% del millón de votantes apoyó a Simion.
El país, uno de los países miembros más pobres y considerados corruptos de la UE, enfrenta grandes desafíos económicos por la elevada inflación y déficit público, del 9,3% del Producto Interior Bruto (PIB). Además, según los analistas, esto obligará al actual gobierno, formado por socialdemócratas, liberales y de la minoría húngara a aplicar dolorosas reformas y subidas de impuestos.


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