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Entrevista "No fuimos obligados a combatir al ISIS como dijo el confidente policial"

Se llama Álvaro Fernández Ruiz, aunque es más conocido como “Camarada Martos”. Durante seis meses, combatió contra el ISIS en los frentes de Serekaniye y de Sinyar. A su regreso fue arrestado por la Policía e imputado por la Audiencia Nacional, y la pasada semana, se le condenó a dos años de prisión por pertenencia a grupo criminal.

Álvaro Fernández Ruiz%2c más conocido como Camarada Martos.

Tiene 23 años, es madrileño y milita en el Partido Marxista Leninista – Reconstrucción Comunista (PML-RC) desde que tenía 15. Durante seis meses, combatió en las filas de una milicia kurda contra el ISIS en los frentes de Serekaniye y de Sinyar. A su regreso fue arrestado por la Policía e imputado por la Audiencia Nacional, y la pasada semana, se le condenó a dos años de prisión por pertenencia a grupo criminal.

Cuando combatió en Rojava, le acompañaba otro miembro del partido, conocido como Paco Arcadio, que terminó colaborando con la policía a cambio de beneficios judiciales. Este último fue condenado a tan sólo seis meses.

En esta entrevista realizada por Público, Fernández Ruiz pasa revista a toda su experiencia personal como imputado y como combatiente del Batallón para la Libertad de Rojava, del que fue parte junto a otros internacionalistas del MLKP turco y algunos anarquistas griegos.

¿Cómo te sentiste al saber que habías sido condenado a dos años de prisión?

Sobre todo, me dio mucha rabia, porque a pesar de que no tenían nada, han seguido dando coletazos.

¿Cuál fue el proceso personal y los motivos que te alentaron a viajar a Rojava para combatir contra el Estado Islámico?

Los miembros de RC que combatieron en Siria pasean una bandera republicana, durante un acto del Batallón de la Libertad de Rojava

Los miembros de RC que combatieron en Siria pasean una bandera republicana, durante un acto del Batallón de la Libertad de Rojava

Soy militante del PML-RC desde que tenía quince años. Y en ese momento trabajaba en favor del pueblo kurdo apoyando su causa. Vi un comunicado internacional del MLKP en el que decían que se podía viajar allí a luchar y decidí ir allí seis meses. Estuve en los frentes de Serekaniye y de Sinyar. A mi regreso, durante la primera semana, no hubo problemas, aunque sospechaba que, como mínimo, el CNI me iría a buscar para preguntarme. Lo que pasó después es que me detuvieron y me acusaron de pertenencia a organización terrorista.

¿Fueron buenas las relaciones con tu compañero Pablo Díaz Ocampo o 'Camarada Paco Arcadio', durante el tiempo que permanecisteis juntos en Rojava?

Había tensiones, evidentemente, porque hay que entender que estábamos allí dos personas. Muchas veces tuve que aguantar quejas de otros camaradas que combatían con nosotros por el abandono de su puesto en el frente. Según él, estaba cansado o lesionado. Pero yo pensaba que había viajado con mi misma buena voluntad. Al final, parece que no era así.

Díaz Ocampo ha acusado a Reconstrucción Comunista de intimidarle y presionarle para viajar a Siria.

Eso es totalmente falso. Con decirte que el día que nos fuimos al aeropuerto estaban mis padres... Él fue de forma voluntaria, exactamente igual que yo. Los dos habíamos hablado personalmente de que queríamos ir allí. Pero luego, en su momento, le interesó quitarse mierda para librarse [del juicio]. En las conversaciones que se le grabaron decía que estaba dispuesto a cualquier cosa para librarse del proceso.

¿Y por qué se os inculpó a vosotros y no al resto de los milicianos españoles que han combatido en el norte de Siria o en Irak?

A nosotros nos han juzgado porque somos comunistas. Empezaron toda la investigación por razones ideológicas. Entienden que un fascista, o un ultracatólico o una persona sin ideología no es un problema para el Estado. Pero nosotros, en la cabeza enferma de alguien del CNI, sí lo somos... y comienzan a imaginarnos asaltando el palacio de invierno. Y por eso se nos juzga, porque somos comunistas. No tiene otra explicación.

¿Saben ya tus camaradas de Rojava que has sido condenado a dos años de cárcel? Y si es así, ¿cómo han reaccionado?

Sí, sí, se han enterado... Y han reaccionado con la máxima solidaridad. Son gente que están entregando su vida. Hay un montón de internacionales que saben que en sus países no va a suceder lo mismo porque en su tierra no tienen una brigada de información que se dedica a hacerle el juego a Turquía.

Parece contradictorio que el PP apoye la intervención de los americanos y que por otro lado se os pretenda juzgar por terrorismo después de combatir contra el DAESH en las filas de sus aliados.

Desde la brigada de información y el CNI han intentado montar lo que les ha interesado a ellos. No son gilipollas y saben que los Estados Unidos colaboran con las YPG, así que intentaron orientar el caso por el lado de su ligazón con el PKK, recurriendo a unos informes que mandaron los británicos y los alemanes, y que se sostienen sobre supuestos. A juzgar por el hecho de que [esos países] no detuvieron a los compatriotas que lucharon con el YPG, se sobreentiende que asumieron que no existía tal ligazón. Pero aquí el Gobierno español sigue haciéndole el juego a Turquía, y si ésta dice que hay un vínculo, los otros lo aceptan sin más. Se formuló una pregunta a la Unión Europea sobre si consideraba que las YPG eran un grupo terrorista, y esta dijo claramente que no, Pero la Fiscalía española hizo oídos sordos.

Milicianos kurdos del YPG, en Raqqa Foto por Ferran Barber

Milicianos kurdos del YPG, en Raqqa. Foto: Ferran Barber

Tú pasaste por la academia, exactamente igual que el resto de los milicianos a quienes no se juzgó.

Sí.

Es decir, que seguiste el mismo proceso que el resto, lo que hace que tu caso se asemeje a un juicio político.

Sí, exactamente el mismo proceso que cualquier otro miliciano. Evidentemente, la otra gente que combatió con las YPG o con las YBS de Irak no han tenido problemas. Franceses, alemanes, italianos, griegos... Nadie ha tenido problemas. Este es un juicio claramente político de España, que hace y sigue las peticiones antidemocráticas de Turquía.

¿Existe algún otro caso como el vuestro?

No. A nadie se le ha condenado todavía por colaborar con las YPG. Por eso reorientaron el caso para no emitir la primera sentencia condenatoria en Europa por colaborar con las YPG [la AN no aceptó las tesis de Velasco y les condenó por pertenencia a grupo armado aunque da por probado que RC buscó gente para combatir con las YPG].

Lo cierto es que tú ocultaste tu rostro, y de algún modo, lograste preservar parte de tu anonimato. Pero muchos medios de comunicación se apresuraron a  tildaros de terroristas.

No, no he conseguido ocultar mi rostro. Desde el primer día que me interrogaron había cámaras esperando y a la prensa no le importó filtrar nuestros datos personales o grabar nuestras caras.

¿Y quién filtró el contenido del auto, si en teoría era secreto?

No lo sabemos, pero casual y misteriosamente, apareció en Internet. También mi cara se mostró en la televisión.

¿Ha tenido consecuencias negativas para tu vida personal el que te describieran como terrorista abiertamente antes de que se te juzgara?

Por supuesto, gente a quien conocía previamente me ha reconocido. Salió mi cara en la televisión, facilitaron mi nombre y apellidos y ahora, tengo dificultades para encontrar un trabajo. De hecho, no puedo conseguir un empleo. Y hay que decir que presenté denuncias contra gente del Estado Islámico por hacerme seguimientos y me ignoraron. Los tenía día sí y día no a la puerta de mi casa, en mi barrio. Puse una denuncia que nunca fue investigada. Me preguntaban que quiénes eran esas personas y eso se fue a la basura. ¿Cómo iba a saber yo quiénes eran o cómo iba yo a pedirles el DNI para que se identificaran? No sólo no me proporcionaron ayuda policial, sino que me pusieron trabas. Cuando dijeron que íbamos siempre armados, por ejemplo... Yo tenía que portar una navaja por seguridad porque podía ser efectiva frente a ese tipo de amenazas. Lo único que hicieron fue poner policías en mi puerta para que cuando salía llevando un arma, pudieran imponerme una multa.

Los dos brigadistas españoles de RC, en Rojava

Los dos brigadistas españoles de RC, en Rojava

En cuanto a tu experiencia en Rojava, estuviste unos meses e imagino que fuiste testigo del proceso político que allí se está viviendo.

Por supuesto que se percibía el cambio cultural que se está llevando a cabo para que, por ejemplo, las mujeres dejen de ser objetos. Aquí, cuando hablamos de discriminación, nos referimos a casos de discriminación laboral. Allá de lo que hablamos es de que no sean vendidas o asesinadas por un delito de honor. Estos cambios se perciben desde el primer momento en los territorios donde entra las YPG, a diferencia de lo que ocurre en las zonas que controla Al Assad o el ISIS y los islamistas. Los unos sólo quieren perpetuar la Sharia y los otros, su gobierno dictatorial, con la ayuda de Rusia.

¿Podríamos decir que es una revolución de guante blanco?

Salvando las distancias, están tratando de instaurar una democracia como la de España, sólo que con mayores libertades. Buscan que el pueblo kurdo pueda decidir sobre sí mismo; que no venga Al Assad y decida por ellos o que no llegue Erdogan y los masacre.

Se ha producido una cierta coincidencia de pareceres entre ciertos grupos de izquierda y de derechas en torno a las supuestas bondades de Bacher Al Assad.

Esa es la izquierda que no trabaja. No es que se alíen con la derecha. Lo que pasa es que sus principios ideológicos son tan nulos que cuadran con los de la derecha.

Lo curioso es que están apoyando a Putin mientras recuperan la retórica de la Guerra Fría

No piensan. Sólo hay que ver lo que pasó con Rusia en Osetia o en Ucrania para advertir que Putin no es Stalin, no es un liberador de pueblos. Lo que intenta es buscar su propio beneficio, hacer lo mismo que Estados Unidos, pero a la manera rusa

¿Crees que el PKK merece seguir incluido en ese listado internacional de organizaciones terroristas?

Por supuesto que no. Debido a la situación que hay en Turquía y al continúo avasallamiento del pueblo kurdo por parte de Erdogan y el estado turco, no han tenido otro remedio que echarse al monte. Eso no significa que nosotros tengamos la misma línea ideológica que el PKK.

Sí, de hecho, tu partido está casi en las antípodas del municipalismo libertario, el confederalismo y ese proyecto kurdo de tintes socialistas...

No es un proyecto socialista, sino socialdemócrata, y no tenemos nada que ver con ellos.

¿Y por qué decidisteis prestarle apoyo?

Entendimos que estaban haciendo una revolución democrática. Y que ésta es un paso importante e intermedio para conseguir el fin de la explotación del hombre por el hombre y la consecución del verdadero socialismo.

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