Erdogan: la forja de un caudillo en una Turquía asolada por las purgas
Paranoia y persecución
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ESTAMBUL.- La misma noche en que se produjo la asonada del 15 de julio ─día al que Erdogan pretende designar como fiesta nacional─ el mandatario turco apareció en la aplicación de Apple FaceTime, y se dirigió a la nación llamando a la gente a tomar las plazas y las calles. Poco más tarde calificaría el fallido alzamiento militar como “un regalo de Dios”, mientras que sus aliados, los Hermanos Musulmanes, contenían la respiración en numerosos países. Las “limpias” ya se estaban ejecutando.
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Paranoia y persecución
En la madrugada del 16 de julio, cinco horas después del golpe, la situación dio un vuelco súbito a favor del partido de Erdogan, el AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo). Miles de personas fueron arrestadas de inmediato, hacinadas en polideportivos, entre los que se contaban miles de soldados rasos, tal y como denunció Amnistía Internacional. La humillación para el Ejército tradicionalmente dominado por los kemalistas tuvo repercusiones inmediatas, con la detención de 103 generales, un tercio del total de su mastodóntica milicia.
Una vez que Erdogan puso en marcha la campaña contra el movimiento Gülen, las purgas han afectado a miles de personas, muchas de ellas delatadas por vecinos anónimos
Ni siquiera las autoridades se afanaron en negar la existencia de listas negras, elaboradas con anterioridad al alzamiento militar. Incluso la prensa de tendencia republicana se alineaba con Erdogan y denunciaba al unísono una infiltración de gülenistas en los cuadros del ejército.
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Incluso deportistas y viejas glorias nacionales, como el futbolista Hakan Sukur, relacionado con el movimiento Gülen, o el actual jugador de los Oklahoma Thunder, Enes Kanter, han sido tildados por el Gobierno de terroristas
Una vez que se produjo la sujeción de los militares, llegó la persecución de los elementos díscolos del poder judicial. Más de tres mil jueces y fiscales fueron suspendidos de sus carreras, 30.000 profesores ─entre los que se encuentran 11.000 acusados de supuestos vínculos con el PKK─ miles de periodistas, sanitarios o trabajadores del Estado. Durante estos primeros días de octubre, 12.801 policías han sido suspendidos. La paranoia de los infiltrados en el estado ya alcanza las 100.000 personas, según TurkeyPurge.
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La conexión siria y las YPG
Mientras, la situación en el sureste se agrava. El Ejército turco combate contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), lo que conecta de un modo directo con el descorazonador conflicto que se vive en Siria. En el complicado juego geoestratégico que mantiene el gobierno islamista de Erdogan, la prioridad es mantener alejadas a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), consideradas por el régimen turco como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). El pavor a un Estado kurdo autónomo en su frontera Este es una de las causas de la famosa permeabilidad de la frontera turca. Así se explica la evidente facilidad con la que los milicianos extranjeros han penetrado en Siria. Apoyar a los extremistas es hacer la guerra a las YPG.
El pavor a un Estado kurdo autónomo en su frontera Este es una de las causas de la famosa permeabilidad de la frontera turca
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El pro kurdo Partido Democrático de los Pueblos, que por primera vez consiguió representación parlamentaria al conseguir más del 10% de los votos en las segundas elecciones del 1 de noviembre del 2015, es otro de los blancos predilectos del AKP. Sólo durante 2015 las sedes del HDP fueron atacadas hasta 400 veces, hasta con bombas y fusiles. Desde la segunda repetición electoral, ha sido un calvario para el HDP. Su co-presidente, Alp Altinors, fue detenido por supuesta pertenencia al PKK.
Sistema presidencialista
Erdogan pretende transformar la arquitectura política e institucional del país. Las purgas masivas han generado un ambiente de intimidación inquisitorial. Su objetivo de alcanzar una reforma constitucional e instaurar un sistema presidencialista, tamizado de islamismo político, sirve de espejo para los fieles afines a la Hermandad Musulmana internacional, especialmente tras el fiasco egipcio.
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Es probable que las depuraciones en Turquía continúen mientras la UE subcontrate el control de los inmigrantes a Erdogan
Varios analistas turcos señalaban que era precisamente esto lo que buscaba tras la repetición electoral de noviembre del 2015, a costa de reiniciar una guerra con los kurdos y ganarse así a una parte del electorado. Todos necesitan a Turquía. Para la OTAN es esencial. Israel ya ha normalizado las relaciones, a peticiones de la propia Turquía. Rusia ha resucitado el gasoducto que atraviesa suelo turco, e Irán, a día de hoy, mantiene buenas relaciones, a pesar de los soterrados conflictos que ha mantenido con el neocalifa otomano.