Este artículo se publicó hace 2 años.
La escalada de violencia se desboca en Cisjordania con 114 muertes, cifra récord desde 2015
2022 se convierte en el año más cruento desde la 'Intifada de los Cuchillos' de hace siete años. El coordinador de la ONU pide "reducir las tensiones de inmediato" y buscar alternativas para un proceso político viable.
Sara Gómez Armas (EFE)
Jerusalén-
Cuatro adolescentes palestinos han muerto este fin de semana en Cisjordania ocupada en enfrentamientos con el Ejército israelí y una soldado hebrea de 18 años ha fallecido víctima de un ataque en Jerusalén este, un nivel de violencia sin precedentes en la zona desde 2015 que ha levantado las alarmas de la ONU.
Desde enero, 114 palestinos han muerto en incidentes violentos o enfrentamientos armados con fuerzas de seguridad israelíes y colonos en Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén este, según el recuento del Ministerio de Sanidad palestino, lo que convierte 2022 en el año más sangriento desde la 'Intifada de los Cuchillos' de 2015.
"La creciente violencia en Cisjordania ocupada está alimentando un clima de miedo, odio e ira. Es crucial reducir las tensiones de inmediato para abrir espacio a iniciativas cruciales encaminadas a un horizonte político viable", indicó en un comunicado el coordinador de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland.
Cuatro adolescentes y una soldado muertos
Su mensaje llega después de un fin de semana especialmente violento en la zona. Dos menores -Abdel Daoud, de 14 años, y Mahdi Ladaouda, de 17- murieron el viernes en sendos enfrentamientos con tropas israelíes en Qalqilya y Ramala, respectivamente; mientras que Ahmed Daraghmeh, de 16, y Mahmud Moayed al Sous, de 18, lo hicieron el sábado en la ciudad de Yenín.
Los dos últimos eran miembros de las brigadas Al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica y con particular presencia en el campo de refugiados de Yenín, bastión del movimiento miliciano palestino y lugar donde se concentran la mayoría de las redadas israelíes que acaban en violencia.
Sin embargo, muchos de los palestinos armados que responden a las incursiones israelíes en los territorios israelíes no están vinculados a milicias ni a facciones políticas tradicionales, sino que actúan por su cuenta y se movilizan gracias a las redes sociales.
Su descontento no responde solo a la ocupación israelí, sino también a la corrupción e inacción de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y a la falta de expectativas para una salida política al conflicto.
Los ataques palestinos contra objetivos militares o colonos también se han multiplicado en las últimas semanas, como el ocurrido anoche en la entrada al campo de refugiados de Shuafat, en Jerusalén este ocupado, que se saldó con la muerte de otra adolescente, la soldado israelí de 18 años, Noa Lazar, que ejercía como agente de la Policía de Fronteras.
Un palestino disparó contra un puesto de control a la entrada del campo de Shuafat, dejando herido grave a un guarda de seguridad civil -fue operado de madrugada y permanece conectado a un ventilador- y leves a otros dos agentes de la Policía de Fronteras, que opera la mitad oriental de la ciudad y en los asentamientos.
El movimiento islamista Hamás alabó el ataque como una "operación heroica" como reacción a las constantes "agresiones de la ocupación", mientras que el primer ministro israelí, Yair Lapid, condenó esa "severa agresión terrorista" y garantizó que las fuerzas de seguridad están en alerta máxima para una tranquila celebración de la festividad judía de Sucot, que comienza esta noche.
Récord desde 2015
El Ejército israelí intensificó hace siete meses las redadas y "operaciones antiterrorismo" en Cisjordania como respuesta a una ola de cinco ataques entre marzo y abril en suelo israelí en los que murieron 18 personas -incluidos dos policías-, lo que ha provocado a su vez un aumento de las agresiones violentas de jóvenes palestinos armados, sobretodo en Yenín y Nablus. Tres soldados israelíes han fallecido en confrontaciones posteriores, incluida Lazar.
Mientras tanto, más 110 palestinos -incluidos civiles desarmados como la periodista Shireen Abu Akleh y decenas de menores- han muerto este año de forma violenta en Cisjordania, cifra que no se superaba desde 2015, cuando 147 palestinos fallecieron fruto de la violencia en la zona y 26 israelíes, 24 de ellos civiles. Además, unos 2.000 palestinos han sido detenidos desde principios de año como "sospechosos de terrorismo".
La mayoría de las muertes de 2015 se registraron entre octubre y diciembre, en los primeros meses de la bautizada como 'Intifada de los Cuchillos', que respondió a un momento de tensión similar al actual.
"El pueblo palestino enfrenta una guerra total de Israel, que no se ha detenido ni un solo momento", afirmó este fin de semana el Nabil Abu Rudaineh, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás; mientras que Hamás instó a "continuar y escalar la resistencia armada" y la Yihad Islámica alentó a provocar una tercera intifada.
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