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"Europa es la gran decepción"

Íñigo Mijangos, coordinador de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario, que socorre a los refugiados en la isla griega de Chíos y en el Mar Egeo.

Íñigo Mijangos, coordinador de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario. - PABLO MUÑOZ

ISLA DE CHÍOS (GRECIA). - Íñigo Mijangos, coordinador de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario, dirige un equipo de socorristas y patrones voluntarios para socorrer a refugiados en la isla fronteriza de Chíos y en el Mar Egeo a pesar de las dificultades que se encuentra día a día.

¿Cuándo llega Salvamento Marítimo Humanitario a Chíos?

Llegamos en plena época de arribadas masivas. Las necesidades eran ayudar a estas gentes en el agua. Vinimos a Chíos en la misma línea que Proactiva Open Arms en Lesbos con la idea de evitar que la gente se muera en el agua. Al principio había muchos voluntarios de Cruz Roja y otros equipos de rescate formado por socorristas de playa. Al llegar aquí solicitamos permiso al Ministerio. En ese momento teníamos dos opciones: ir al estilo John Wayne o hacerlo todo más serio, más profesional para que nuestra ayuda fuera lo más eficiente y consecuente en el tiempo. El despegue del proyecto fue lento. Enviamos un pequeño diseño de un dispositivo al Ministerio, expusimos de qué medios disponíamos y nos acabaron mandando a un islote que está al norte. Después volvimos a Chíos porque la capitanía marítima nos dijo que haríamos más falta aquí. Posteriormente trajimos dos ambulancias retiradas de servicio en España, como vehículos de soporte logístico, por lo tanto reestructuramos el despliegue, la planificación dividiendo el grupo en dos partes: acuático y terrestre. Empezamos con un médico, luego llegó una enfermera y un técnico sanitario. Estamos trabajando con una ambulancia medicalizada.

¿Qué pasa tras el acuerdo entre la UE y Turquía?

"Muchos no tienen una formación específica de rescate. Es como si en un accidente múltiple en una carretera española va la Guardia Civil y dice que no necesita ayuda"

Desciende el número de las arribadas masivas y empieza a desaparecer la necesidad de mantener el equipo marítimo. Aparece así la necesidad de crear un dispositivo para ayudar a refugiados en tierra. Antes entraban 15 botes al día. Hoy en día, tres, dos, uno. Esta semana hemos estado con mucho viento y no ha entrado ninguno. En el mar de Chíos están cubiertas las necesidades por autoridades locales como guardacostas, también los barcos de FRONTEX…

¿Qué nivel de respuesta dan ellos en el mar Egeo?

Muchos no tienen una formación específica de rescate. Esta noche murieron 27 personas en aguas nacionales turcas. No sé cómo habrían actuado ellos si hubieran tenido a todas esas personas en aguas nacionales griegas. Estando en mitad del mar, no dejan de ser policías. No son socorristas. Es como si en un accidente múltiple en una carretera española va la Guardia Civil y dice que no necesita ayuda. Obviamente podrán hacer algo pero no tienen la formación como para no necesitar ayuda.

¿Tienen algún respaldo económico para aguantar?

Refugiados en la isla de Chíos. - PABLO MUÑOZ

Comenzamos con pequeñas donaciones. En Alemania se hizo un crowdfunding para comprar nuestro barco de rescate. A partir de ahí recibimos nuevas donaciones particulares, también a través de PayPal. También tenemos un evento que se llama `Toca Mojarse´ en el que te inscribes por 10 euros y disfrutas de actividades como Padel Surf; hacer un recorrido por el mar… Esto se ha hecho en Donosti, en Bilbao, en Barakaldo, en Plencia… En general es un día de fiesta donde aprovechamos para vender nuestras camisetas o sudaderas. Esa es nuestra manera de financiación. Pongamos que hasta un 95% de nuestra financiación proviene del mundo civil. El otro 5% viene del Ayuntamiento de Donosti, la Diputación de Gipúzkoa y el Ayuntamiento de Zarauz, donde tenemos nuestra sede. También alguna ONG nos ha pasado dinero. Lo bueno de esto es que somos absolutamente independientes y no tenemos que rendir cuentas a nadie más que a la sociedad civil.

¿Cómo se siente coordinando un proyecto así?

No hacemos nada extraordinario. Ayudamos a las personas que requieren nuestra asistencia, intentamos coordinarnos con las demás ONGs… En fin, queda mucho recorrido para mejorar. Esa es una de mis grandes peleas con autoridades y grupos de coordinación griegos. Les explico que se desperdicia mucho dinero por falta de coordinación. Aún así, sé que tengo el respaldo de Cruz Roja o de ACNUR.

"Con la Policía… El otro día me tuvieron tres horas esperando en la orilla para socorrer a un bote. Tres horas dándome largas"

Pero, es lo que te decía antes, puedo permitirme no tener diplomacia porque yo no dependo de ninguna institución. Llego a las reuniones y digo “tú no estás haciendo el trabajo y tú no estás haciendo el trabajo”. Faltan un montón de protocolos médicos que he propuesto, que he entregado y que la autoridad griega no se la lee. Tenemos casos de tuberculosis positiva y se saltan todos los protocolos… ¿excusa? Que no están en griego. Los he traído en inglés y nadie se lo ha leído.

¿Ha tenido algún altercado con isleños o con la policía?

Han apedreado esta mañana a voluntarios cuando llegaban en un bote. Los han zarandeado, les han insultado, les han pegado. Consideran que hacemos un efecto llamada. Parece que no se dan cuenta de que antes de que llegáramos nosotros ya estaban viniendo. A otra ONG gastronómica vasca llamada Zaporeak y que da de comer en este campamento les han destrozado en varias ocasiones la cocina. Y con la Policía… el otro día me tuvieron tres horas esperando en la orilla para socorrer a un bote. Tres horas dándome largas.

Íñigo Mijangos, coordinador de la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario. - PABLO MUÑOZ

¿Un recuerdo negativo?

Europa se vende como la cuna de los valores, la bondad, la seguridad. Europa parece diferenciarse de EEUU en lo humanitario. Pues bien, todo es una farsa. Cuando tiene que demostrar esa capacidad de respuesta ante una crisis humanitaria como ésta, con gente que huye de la guerra y de la miseria, no lo hace. La respuesta de Europa está siendo dejarlos amontonados en estos campos en unas condiciones absolutamente inadmisibles. Ningún europeo aceptaría estar viviendo en una tienda de estas ni un solo día. Europa es la gran decepción. Yo después de ver esto voy a volver hecho un activista antieuropeo.

¿Y un recuerdo positivo?

Muchas de las personas que he encontrado aquí, tanto voluntarios como refugiados. Con estos últimos tienes que guardar las distancias, poner protección psicológica por lo que ves y por lo que oyes. Esas barreras al cabo del tiempo se caen en muchas ocasiones. Sobre todo los musulmanes. Son muy amistosos, te invitan a su casa, en este caso a su tienda, comparten lo que tienen ya sea té o café. No puedes decir que no, para ellos es una descortesía. Y claro, semana tras semana, las barreras de las que te hablaba se caen. Es imposible que cruce el Campo de Souda sin que me paren. También es positivo que muchos locales nos apoyen. Bueno, otros no. Hay policías con los que me llevo muy bien y que sé nos aprecian. Otros nos odian.

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