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Evo acelera su revolución en el feudo de la oposición

El Gobierno de Bolivia expropia a terratenientes de Santa Cruz y disputa su poderío económico

PERE RUSIÑOL

Hasta hace apenas dos meses, nadie movía un dedo en Santa Cruz de la Sierra, en el este de Bolivia, sin que lo aprobara Branko Marinkovic, el magnate local del aceite y factótum del movimiento autonomista que puso contra las cuerdas a Evo Morales. Pero por su finca de 14.000 hectáreas ya no se ve a sus familiares ni a sus obreros: acaba de ser confiscada por el Instituto para la Reforma Agraria y ahora está bajo el control de indígenas guarayos.

Monasterios es otro apellido ilustre en el este boliviano: controla la cadena de televisión Unitel, la más importante de la región, la que otorga y quita la etiqueta de respetabilidad. Pero, de repente, 2.800 de sus hectáreas también acaban de ser repartidas entre los indígenas.

La gran victoria electoral de Evo Morales, que el pasado 6 de diciembre fue reelegido con el 64% de los votos, ha supuesto una aceleración de sus reformas, sobre todo en los feudos de la oposición. Marinkovic y Monasterios fueron expropiados apenas dos semanas después de los comicios, aprovechando el desconcierto de la oposición, que había construido en el este rico del país su trinchera contra el Gobierno izquierdista del Movimiento al Socialismo (MAS).

'Estos no van a ser casos aislados: el proceso revolucionario está en marcha acelerada', explica Betty Tejada, diputada electa del partido de Morales por Santa Cruz. 'Todo esto forma parte de lo que el presidente llama revolución democrática, sin armas y en el marco de un Estado de derecho, socialista, comunitario, descentralizado y con autonomías', agrega.

Para abril están convocadas las elecciones autonómicas, en las que Morales aspira a rematar su aplastante victoria de diciembre. Para ello, ha colocado como objetivo prioritario Santa Cruz, donde hasta hace muy poco los militantes del MAS eran casi invisibles. 'Vamos a acelerar el proceso aquí. Muchas fincas fueron distribuidas de forma discrecional durante la dictadura', afirma Fernando Valdivia, coordinador de la Casa de las Culturas de la Patria Grande, poderoso movimiento social de la constelación que gira alrededor del MAS.

Casi nadie cree que el salto sea tan espectacular como para que el MAS gane incluso en el corazón de la oposición y centro de la Media Luna, nombre con el que se conocen las regiones orientales que a punto estuvieron en 2008 de ir a la guerra contra Morales. Pero la frenética acción del Gobierno en la provincia expropiaciones incluidas y el desconcierto de la oposición hay nueve precandidaturas opositoras para el puesto de gobernador hacen que, por vez primera, el resultado aquí no esté escrito de antemano.

Los opositores más duros se han atrincherado en el Comité Cívico Pro Santa Cruz, que sigue controlando entre bastidores Marinkovic y que llama al enfrentamiento total frente al 'Gobierno totalitario'. En su majestuosa sede de la calle Cañada Strongest, en el centro de la ciudad, su primer vicepresidente, Guido Nayar, define el proyecto de Evo en términos apocalípticos: 'Estamos ante un Gobierno totalitario en plena ebullición, con presos políticos, confiscaciones, y la gente muriendo de diarrea y desnutrición. Esto es un Estado policial. Si hay que compararlo con algún Gobierno es el de Stalin', desgrana mientras acaricia su tupido bigote.

'La derecha feudal está dispersa, pero no derrotada', dice una funcionaria

Nayar es un hombre fornido, acostumbrado a mandar y a ser obedecido. Fue ministro de Interior con Hugo Bánzer, cuando el antiguo dictador regresó al poder en unas elecciones (1997-2001) y está horrorizado ante una situación para él insólita: 'Las confiscaciones son una muestra de lo que viene, una manera de demostrar quién tiene ahora el poder. El problema es que han contado un cuento al mundo y se lo han tragado. Aquí ya no hay ni libertad de prensa', sostiene, a pesar de que la gran mayoría de medios de comunicación son rabiosamente antigubernamentales.

Frente a la sede del Comité se lee una pintada: 'Evo morirá en Santa Cruz'. Y muchas otras de tono parecido se extienden por las esquinas de esta ciudad caótica y llena de vida, con cierto aire de Sin City con sus casinos y salas de fiesta dudosas a la vista de todos, que en apenas medio siglo ha pasado de 50.000 habitantes a 1,5 millones.

El salto espectacular de la población es un buen indicador de su dinamismo: la región aporta ahora el 30% del PIB boliviano, casi todo el petróleo y el gas y la gran mayoría de la producción agropecuaria. De ahí que la patronal Cainco sea tan importante. Sus directivos siguen siendo muy críticos con el Gobierno, pero tras su espectacular triunfo se han distanciado de los postulados radicales del Comité.

Las quejas de Cainco son aún contundentes, pero se plantean en términos distintos: 'Estamos preocupados porque el modelo económico cruceño exige seguridad jurídica y porque para ser rentable la producción agropecuaria requiere fincas. Aquí todo el mundo está enraizado a propiedades que se ganó y ahora todo parece amenazado', expone David Suárez, economista jefe de Cainco desde la séptima planta de la sede patronal.

'Las clases privilegiadas de aquí no han entendido la fuerza del proyecto de Evo y ahora ya empieza a ser tarde para ellos', susurra Roland Méndez, hombre fuerte de la alcaldía de Santa Cruz y ex director del periódico opositor El Mundo. 'La realidad es que, aunque la oposición gane en abril, la política la marcarán los consejeros del MAS, que en diciembre ya se impuso en 11 de los 14 departamentos de la región', advierte.

La ofensiva de Evo no se limita a la confiscación de tierras, justificada oficialmente porque no cumplen la función social exigida por ley o porque los dueños no pueden demostrar su origen legítimo. Es muchísimo más amplia y en tantas direcciones simultáneas que desconcierta a muchos de sus propios seguidores: cambio de discurso de martillo de la autonomía cruceña a apasionado defensor, fichaje de políticos que hasta ahora denunciaba como oligarcas el ex alcalde Roberto Fernández disputará ahora la alcaldía bajo la bandera del MAS, apertura de procesos judiciales contra las autoridades locales que se le resisten medio Gobierno regional está en los tribunales a instancias de la Fiscalía Y un ambicioso plan de compra o creación de empresas para disputar el poder económico a las familias de siempre.

Algunas empresas adquiridas en Santa Cruz o en La Paz son importantísimas y afectan a sectores estratégicos: la aceitera Gravetal, el periódico La Razón el más importante del país, comprado al grupo Prisa, la televisión ATB Hay muchos otros ejemplos y el diseño lo traza Venezuela: la mayor parte de los capitales proceden del país ahora hermano, el más odiado por los sectores reacios a los cambios que impulsa Evo Morales.

El consulado venezolano en Santa Cruz es tan discreto que encontrarlo se convierte en una odisea. No hay signos externos en el edificio que lo identifiquen como tal, pero su interior parece un museo bolivariano: por doquier fotografías de Simón Bolívar, el Che Guevara y Hugo Chávez.

'Se está haciendo aquí lo mismo que en Venezuela: tratar de crear alternativas económicas para no depender de las mafias locales y garantizar servicios básicos, que pasan a ser considerados derechos humanos', explica un enlace clave con Venezuela, quien añade: 'Esto sería imposible sin el dinero fresco venezolano'.

'Se está haciendo aquí lo mismo que en Venezuela: tratar de crear alternativas económicas'

Pese a todo, a la socióloga Helena Argirakis, alto cargo del Ministerio de Autonomías, la ofensiva de Evo le parece insuficiente: 'El Gobierno es demasiado lento. La derecha cruceña está dispersa y en su momento más bajo, pero de ninguna manera derrotada. Es una derecha feudal, medieval, con casos de esclavismo, y la estructura de poder aún está intacta', lamenta.

¿Hay posibilidades, pues, de que reaparezca la versión más violenta de la Unión de Jóvenes Cruceñistas, que el MAS tildó siempre de hordas racistas, fascistas e imperialistas, integrada por criminales que apaleaban indígenas y saqueaban sedes del Gobierno? Es muy difícil: la mayoría de sus líderes acaban de ser cooptados por la nueva estrategia del MAS. Ahora están al servicio de Evo.

El Center for Economic and Policy Research (CEPR), prestigioso think-tank progresista con sede en Washington, acaba de presentar un informe muy elogioso sobre la evolución económica de Bolivia bajo la presidencia de Evo Morales. El estudio, dirigido por el director del centro, Mark Weisbrot, subraya que Bolivia es el país latinoamericano que más creció en 2009 –entre el 2,9% y el 4%, según si la cifra es del FMI o del Gobierno boliviano- y lo atribuye a las políticas del Ejecutivo: “Sin la decisión del Gobierno de retomar el control de los recursos naturales del país, no hubiera sido posible”, sostienen los economistas estadounidenses. “El estímulo fiscal de Bolivia fue mucho mayor que el de EEUU”, opina el CEPR, que calcula que la inversión pública pasó del 6,3% del PIB en 2005 al 10,5% en 2009. “[La intervención pública] fue la política más importante que ayudó a Boliva a evitar los peores efectos de la recesión, que ha sido menor que en el resto de la región”, señala el documento. Desde que Morales llegó al poder, en 2005, el crecimiento medio del PIB ha sido del 4,9% y los ingresos del Gobierno se han incrementado tras la renegociación con las petroleras. El Estado recaudó 3.500 millones más en cuatro años procedentes de los hidrocarburos, que según el informe se han destinado mayoritariamente a programas sociales.  

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