La explosión ocurrida el pasado domingo en el Hospital de Mujeres de Liverpool ha sido catalogado formalmente como "incidente terrorista". Así lo ha confirmado el subinspector de la Policía de North West, Russ Jackson en una rueda de prensa este lunes. 

"Aunque, la motivación de este incidente aún no se ha entendido, dadas todas las circunstancias, se ha declarado un incidente terrorista y la Policía antiterrorista continúa con la investigación", ha señalado Jackson en declaraciones recogidas por el medio británico NPR. 

Los hechos ocurrieron alrededor de las 11.00 GTM, en el interior de un taxi. De las dos personas que se encontraban en el interior, sólo el pasajero perdió la vida, mientras que el conductor, identificado como David Perry, ha resultado herido. 

De acuerdo a las últimas pesquisas policiales, Perry habría recogido al pasajero en el condado de Rutland para dirigirse al hospital, aunque, según Jackson, "se desconoce la razón por la que le llevó al Hospital de Mujeres, así como la razón de la repentina explosión". Lo que sí saben es que todo apunta a que emplearon un artefacto de fabricación casera. 

Alerta "grave" por terrorismo

Las autoridades británicas han elevado el nivel de alerta por terrorismo en el Reino Unido. Si antes se encontraba en "substancial", después del anuncio de este último ataque, ha aumentado a "grave".

La ministra de Interior, Priti Patel, lo anunciado este lunes a los medios de comunicación: "Como Gobierno, y como ministra de Interior, continuamos trabajando con todos cuando se trata de la seguridad del país y nos aseguraremos de que adoptaremos todos los pasos requeridos necesarios". 

La subida de nivel, sin embargo, no se debe únicamente a este último ataque, sino a que han ocurrido dos atentados en un período de tiempo de un mes: el del hospital en Liverpool y el asesinato del diputado David Amess.