El Gobierno francés ha propuesto este martes subir progresivamente la edad de jubilación desde los actuales 62 años a los 64 en 2030, dentro de un amplio plan de reforma del sistema de jubilaciones.

La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha afirmado en una rueda que el objetivo de la propuesta es el "equilibrio" del sistema. "Hace falta que las cotizaciones de los (trabajadores) activos financien las pensiones de los jubilados", ha añadido.

El plan incluye también una aceleración en el aumento hasta 43 años a partir de 2027 del tiempo de cotización necesario para disfrutar de una jubilación completa, así como que la pensión mínima suba a casi 1.200 euros netos al mes desde este año para un periodo de cotización completo.

"En 2030, cuando la edad legal de jubilación esté ya en los 64 años, alguien que haya comenzado a trabajar antes de los 16 años (normalmente como aprendiz) podrá tener su pensión a los 58 años", ejemplificó Borne.

Los sindicatos critican la propuesta

Por su parte, los sindicatos franceses han criticado duramente la medida y han anunciado una jornada de huelga interprofesional y de manifestaciones para el próximo 19 de enero en defensa de las pensiones.

"Nada justifica una reforma tan brutal", aseveró Laurent Berger, líder de la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), al comparecer ante la prensa junto a otros líderes sindicales.

El objetivo de las organizaciones de trabajadores será, en palabras de Berger, que esta reforma "no entre en vigor" y que el "Gobierno recule". La movilización del 19 será, anticipan, solo el "comienzo" de las medidas de fuerza decididas entre el conjunto de los sindicatos.