El Gobierno de Meloni hace navegar varias horas y con mal tiempo a dos buques de rescate con 500 migrantes a bordo

Italia ha asignado puerto a dos embarcaciones humanitarias con 509 inmigrantes rescatados en los últimos días en el Mediterráneo central pero, antes de desembarcar, deberán navegar durante horas y con mal tiempo hasta los lugares indicados.

Las dos naves son la Geo Barents de Médicos Sin Fronteras, con 248 inmigrantes a bordo, que podrá atracar en el puerto de Salerno, al sur de Nápoles, mientras que la otra es la Humanity 1 de la organización alemana SOS Humanity con 261, esperada en Bari.

Ambos buques de rescate se encontraban este viernes frente a las costas de la isla de Sicilia pero las autoridades italianas aceptaron acogerlos en dos puertos de la península, obligando a recorrer cientos de millas y horas de navegación. 

La Geo Barents, donde hace unos días una mujer dio a luz y tuvo que ser evacuada, viaja ya "en pésimas condiciones marítimas" hacia el puerto de Salerno, adonde tiene previsto llegar a primera hora de mañana domingo, según indican fuentes de la organización. La Humanity 1 ha puesto rumbo hacia Bari, adonde llegará después de costear todo el sur de la península italiana y recorrer unas 300 millas náuticas (unos 555 kilómetros).

Su capitán solicitó a las autoridades del país que les asignaran un puerto más cercano, ya que durante la ruta se esperan tormentas, pero no lo consiguió y ahora navega hacia esta ciudad de la Apulia, indican a Efe fuentes de a bordo.

La decisión de no permitir el desembarco de los inmigrantes en Sicilia responde a la voluntad de descongestionar la red de centros de acogida de la isla, según informa la televisión pública RAI.

No obstante, esta vez los dos barcos humanitarios obtuvieron rápidamente el permiso para atracar y desembarcar a sus rescatados, un mes después del bloqueo que sufrieron en el puerto de Catania por parte del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni.

El Ejecutivo acusa a estas organizaciones de fomentar el flujo de la inmigración desde el norte de África y reprocha a sus socios de la Unión Europea que no se gestione este fenómeno de forma conjunta para repartirse los solicitantes de asilo.

Por eso, a principios de noviembre el vicepresidente de Meloni, Matteo Salvini, primero impidió el atraque de la Geo Barents y la Humanity 1 y después impuso desembarcos selectivos, solo permitiendo tocar tierra a los inmigrantes "vulnerables".

Finalmente Italia aceptó el desembarco en Catania de todos estos rescatados pero desató una crisis con París, pues una nave con bandera noruega y fletada por la ONG francesa SOS Méditerránée tuvo que poner rumbo al puerto galo de Tolón con 230 inmigrantes.

Apenas dos semanas después, la Comisión Europea presentaba un plan de acción para reforzar el mecanismo de solidaridad pactado para ayudar a los países de la UE que reciben más migrantes irregulares. Ahora, la rápida asignación de puerto a estos dos barcos implica un evidente cambio de postura en el Gobierno de Meloni.

En la tarde de ayer el embajador alemán en Roma, Viktor Elbling, anunció que su país se ha hecho cargo de los primeros 164 solicitantes de asilo llegados a Italia. "La solidaridad funciona. Alemania ha acogido al mayor número de inmigrantes desde Italia mediante el mecanismo de solidaridad acordado. Son vidas, no números. Colaboramos estrechamente con Italia en este sentido", tuiteó.

Esta semana Meloni participó en una cumbre en Tirana entre la UE y los Balcanes Occidentales y celebró que "por primera vez" la cuestión migratoria era una "prioridad" para Bruselas.