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Grecia se paraliza en protesta por la reforma de las pensiones que piden sus acreedores internacionales

La huelga general masiva coincide con la presencia en Atenas de representantes de los Estados de la UE y el BCE, que presionan a Tsipras para que recorte en pensiones en el marco de la primera revisión del tercer rescate.

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Uno de los manifestantes se cubre la cara para evitar los gases lacrimógenos en Atenas, este jueves. REUTERS/Alkis Konstantinidis

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ATENAS.- Grecia vivió hoy la primera huelga general del año en contra de la reforma de las pensiones que dejó una imagen totalmente diferente a la de convocatorias anteriores, pues el pequeño comercio, los taxistas y el transporte paralizaron la actividad en la mayoría de ciudades del país.

Esta huelga ha sido convocada por los sindicatos contra de la reforma del sistema de pensiones que el Gobierno del primer ministro, Alexis Tsipras, negocia con sus acreedores internacionales, que no son otros que los Estados miembros de la UE, el BCE y algunos de sus principales bancos

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Algunos comerciantes aseguran que al final, las decisiones "se toman fuera", por lo que no creen que la presión sobre el Gobierno logre su objetivo

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Durante los enfrentamientos, un periodista fue agredido por algunos de estos manifestantes y tuvo que ser traslado al hospital. Los enfrentamientos continuaron después, ya finalizada la manifestación, en el barrio de Exarjia, de tradición izquierdista, donde los manifestantes incendiaron cubos de basura y volvieron a la lanzar bombas incendiarias.

Al grito de "Tenéis que retirar la reforma de pensiones o marcharos" o "Os votamos para salvarnos, no para que acabéis con nosotros" abogados, médicos, maestros, farmacéuticos, trabajadores de los aeropuertos y puertos, pensionistas y muchos otros profesionales marcharon no solo por el centro de Atenas sino por otras muchas ciudades.

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Los barcos permanecieron amarrados y se produjeron 66 cancelaciones de vuelos domésticos de las compañías locales Olympic Airways y Aegean Air debido al paro parcial de los controladores.

Miembros del unión comunista PAME marchan frente al palacio presidencial en Atenas, durante la huelga general de 24 horas convocada este jueves. REUTERS/Alkis Konstantinidis

Los barcos permanecieron amarrados y se produjeron 66 cancelaciones de vuelos domésticos de las compañías locales Olympic Airways y Aegean Air debido al paro parcial de los controladores

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En el sector privado, todos los sindicatos se unieron a la huelga con tasas de participación superiores al 95%, afirmó a Efe el portavoz de esta confederación sindical, Dimitris Karayorgópulos. A diferencia de las últimas dos convocatorias, la mayoría de comercios del centro de Atenas permanecieron cerrados, una imagen que no se repetía desde hacía años, pues las sucesivas huelgas han desincentivado la adhesión de muchos autónomos.

"Algunos compañeros presionados por la situación económica, tienen miedo a cerrar y han optado por trabajar. Por eso no hubo un consenso del cien por cien en nuestro ramo y hemos permanecido abiertos, aunque no al mismo nivel", asegura este carnicero. Asegura que al final

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"Algunos compañeros presionados por la situación económica, tienen miedo a cerrar y han optado por trabajar. Por eso no hubo un consenso del cien por cien en nuestro ramo y hemos permanecido abiertos, aunque no al mismo nivel"

Los agricultores participaron en protestas en varias ciudades como Salónica, pero decidieron levantar los bloqueos de carreteras que mantienen desde hace dos semanas, con el fin de facilitar la participación en las manifestaciones. A cambio, acordaron organizar un bloqueo de 24 horas de carreteras, aeropuertos, aduanas y puertos el próximo sábado. El paro coincide con la estancia de los representantes de las instituciones acreedores en Atenas para negociar con el Gobierno izquierdista de Tsipras, la reforma de las pensiones en el marco de la primera revisión del tercer rescate.

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