Cargando...

Guerra Rusia-Ucrania Polonia, de villano a 'héroe' en la UE gracias a la guerra en Ucrania

El gobierno ultranacionalista polaco del PiS acumula un gran historial de ataques a los derechos fundamentales; pero Bruselas se deshace en elogios por su 'welcome refugees' con los millones de ucranianos que huyen de su país.

Publicidad

Una refugiada ucraniana aguarda en la estación de tren de Przemysl Glowny, al este de Polonia, después de huir de la invasión rusa de Ucrania, a 29 de marzo de 2022. — Victoria Jones / Europa Press

Bruselas, Actualizado:

"Los polacos han mostrado una generosidad y una solidaridad extraordinaria hacia todos aquellos que están huyendo de la invasión a Ucrania", ha señalado este miércoles Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. La guerra en Ucrania, como ya hizo la crisis en Bielorrusia hace unos meses, está siendo la coartada perfecta de Polonia para esconder bajo la alfombra sus reiterados desplantes a Bruselas por los ataques al Estado de Derecho y a los valores y derechos fundamentales.

Publicidad

Hace cinco meses, el Tribunal Constitucional polaco declaró, a instancias del Gobierno del Partido Ley y Justicia (PiS, en sus siglas en polaco),  el 'Polexit legal', desatando una crisis constitucional sin precedentes en el seno de la UE. Hace tres meses, Polonia declaró el estado de excepción impidiendo a medios de comunicación y a organizaciones humanitarias acceder a su frontera con Bielorrusia, donde miles de refugiados e inmigrantes estaban atrapados. Hace poco más de un año prohibió 'de facto' abortar de forma legal y segura a las mujeres. Progresivamente, cada vez más municipios se han declarado zonas libres de colectivo LGTBi. Y desde 2015, Varsovia mantiene un pulso interminable con Bruselas por su falta de independencia judicial.

Click to enlarge
A fallback.

Todo este historial ha empujado a la Comisión Europea a retener el fondo de recuperación polaco, que dota al país con 36.000 millones de euros. Sin embargo, el rotativo The Guardian recoge que el Ejecutivo de Von der Leyen estaría preparando liberar estos miles de millones en "cuestión de semanas" primando mantener la unidad y la cohesión dentro de la UE en tiempos de guerra a la defensa del Estado de Derecho dentro del país. "Polonia, hasta ahora, ha proporcionado la mayor ayuda a Ucrania. Al ayudar a Ucrania, Polonia también está ayudando a toda Europa. Por lo tanto, la continua retención de fondos de recuperación a Polonia por parte de la CE por razones puramente políticas es de facto un apoyo a Putin", asegura a través de Twitter Beata Szydlo, eurodiputada del PiS y ex primera ministra polaca.

Además, Bruselas ha evitado activar el mecanismo de condicionalidad sobre el Estado de Derecho, que fue avalado por la Justicia europea en un fallo histórico publicado el pasado febrero. Este instrumento da a la Comisión Europea la potestad para congelar miles de millones de euros a los países como Hungría o Polonia que constaten violaciones del Estado de Derecho que pongan en riesgo los intereses financieros de la UE, como la corrupción o la malversación.

Publicidad

El país ha abierto sus puertas en poco más de un mes a 2.300.000 personas

La prioridad de Bruselas es cerrar filas y evitar que emerjan fisuras en su respuesta a la guerra de Vladimir Putin. Y, por ello, está dispuesta a poner en stand by su ofensiva para hacer valer los derechos y valores europeos en Polonia, el país que lidera la línea más dura contra el Kremlin. La UE tiene el desafío de equilibrar la unidad en tiempos bélicos y no perder por el camino la defensa de sus derechos y principios fundamentales. La pelota está sobre el tejado del Berlaymont (el edificio donde tiene su sede en Bruselas la Comisión Europea). Las determinación de Von der Leyen durante las próximas semanas en materia financiera hacia Budapest y Varsovia serán cruciales para el porvenir iliberal de la UE. En octubre, el primer ministro polaco advertía a Bruselas de que congelar los fondos a su país supondría "la Tercera Guerra Mundial". Y ahora ha sido el regreso de la contienda bélica al Viejo Continente, el gran paraguas que ha permitido al país pasar de villano a héroe en la capital comunitaria, donde no cesa de recabar apoyos y buenas palabras por su papel en la contienda que libra Putin contra su vecino.

Publicidad

La doble cara migratoria

Polonia es uno de los grandes escudos anti-inmigración de la UE. Se opuso a la acogida de refugiados sirios tras la crisis de 2015 y llevó a la Comisión Europea por esta iniciativa de reparto obligatorio ante la Justicia europea. Meses después, perdió su alegato en Luxemburgo. Sin embargo, durante la crisis actual se ha convertido en el principal 'hub' de acogida de los ucranianos que huyen de las bombas y el infierno en su país. El país ha abierto sus puertas en poco más de un mes a 2.300.000 personas. Según cifras recopiladas por el Financial Times, Polonia ha pasado en menos de un año a ser el país del mundo número 101 en acogida de refugiados a ser el segundo, solo superado por Turquía.

Este 'welcome refugees' contrasta con la "caza al refugiado" que hace escasos meses impuso el Gobierno del ultraconservador PiS (aliado de Vox en la Eurocámara) a refugiados atrapados en la frontera con Bielorrusia. En esa ocasión, Bruselas optó por el silencio ante acusaciones de ONG por vulneración de los derechos fundamentales, como la libertad de expresión o el derecho al asilo. También por entonces primó la unidad frente intra-europea frente a la guerra hibrida desatada por Alexnader Lukashenko. En respuesta, los de Kaczynksi comenzaron a levantar un muro; mientras que ahora es el principal receptor de refugiados. En el caso actual, el 97% de las personas que llegan son ucranianas; en el caso pasado la mayoría procedían de Siria, Irak, Irán, Afganistán o de países africanos.

Publicidad

La respuesta al drama migratorio según la crisis de la que se huya o el pasaporte también ha sido palpable en Bruselas. Durante la crisis bielorrusa, la Comisión propuso activar un mecanismo de emergencia que permitía multiplicar el tiempo que los solicitantes de asilo podían aguardar en los centros de detención: de las cuatro semanas que establecía la legislación se pasaba a catorce. Con la guerra en Ucrania, Bruselas también ha desempolvado una nueva directiva, pero con el objetivo contrario: ampliar los derechos de los refugiados ucranianos dotándoles con las garantías legales para poder trabajar, desplazarse o vivir en cualquier Estado miembro.

Para los críticos, la guerra en Ucrania ha puesto de relieve la enseñanza de que la acogida de personas que huyen de la guerra y la destrucción solo requiere voluntad política. Si se quiere; se puede. Y hasta la fecha no se ha querido, prueba de ello son los siete años que la UE carece de una política de asilo común. En el otro lado, hay quienes alegan que ayudar a Ucrania es un deber moral para la UE por su proximidad geográfica y cultural.

Publicidad

La guerra desquebraja Visegrado

Hungría y Polonia representan los dos extremos dentro del bloque comunitario a la hora de lidiar con las relaciones con Rusia. El país que lidera Víktor Orbán es el mayor aliado de Moscú en el seno de la UE; el que dirige Morawiecki es su principal azote. "Polonia está con nosotros". "Escucha, Viktor, ¿sabes lo que está ocurriendo en Mariupol? Tienes que decidir de qué lado estás". Este fue el doble mensaje que Volodimir Zelensky, presidente ucraniano, dirigió a los líderes polaco y húngaro en la última cumbre europea.

La guerra en Ucrania amenaza ya la supervivencia del grupo Visegrado. Polonia, Chequia y Eslovaquia han rechazado participar en un encuentro abanderado por Orbán en protesta por su política "pro Putin". Mientras Polonia apoya el envío de cazas de combate; es la principal puerta de entrada del armamento enviado a Ucrania por la UE; y ha sido el primer país en decretar el embargo de los hidrocarburantes rusos para este año; Hungría ha prohibido el paso de las armas occidentales a través de su territorio y amenazado con vetar cualquier sanción europea contra el gas o el petróleo procedente de Rusia.

Publicidad