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Hamás y Fatah celebran la reconciliación palestina criticando a Israel

Mahmud Abás y Jaled Meshal han firmado el pacto en El Cairo acusando los israelíes de torpedear la paz.

PÚBLICO.ES/EFE

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y el jefe de la oficina política de Hamás, Jaled Meshal, firmaron este miércoles en El Cairo el acuerdo que supone la reconciliación de ambas facciones palestinas. Ambos líderes criticaron la postura de Israel, que ha tratado por todos los medios de deslegitimar el pacto.

'Los palestinos cierran para siempre la página negra de la división', dijo Abás durante la ceremonia. La firma pone fin a cuatro años de división entre el grupo nacionalista Al Fatah y el islamista Hamás, que acabaron por dividir los territorios palestinos en dos. La franja de Cisjordania, dominada por la ANP, y la de Gaza, guiada por Hamás.

Abás aseguró que Hamás es parte del pueblo y la arena política palestina y por eso rechazó 'la intervención en los asuntos internos palestinos'. La semana pasada, el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, aseguró que con este pacto Hamás se haría con el control de Palestina lo que pondría en peligro a Israel.

Los israelíes han tomado 'como pretexto la reconciliación para huir de la paz', dijo Abás, quien instó al Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, a 'elegir entre la paz y los asentamientos'. para Meshal, cuya 'única lucha es con Israel', Hamás está 'dispuesto a pagar cualquier precio por la reconciliación' porque lo que desea es 'un Estado palestino independiente y con soberanía en Cisjordania y la franja de Gaza'.

En la ceremonia, además de dirigentes de Egipto, país que ha ejercido de mediador, asisten los líderes del resto de facciones palestinas, 11 en total, que firmaron ayer el documento de reconcliación, lo que supuso la adhesión de todos los grupos al plan.

Ambas facciones alcanzaron este acuerdo el pasado 27 de abril en la capital egipcia, estableciendo la formación de un Gobierno provisional integrado por tecnócratas y la celebración de elecciones dentro de un año.

Antes del inicio de la ceremonia, Abás y Meshal mantuvieron una reunión de consultas en la que trataron el tema de la situación palestina y cómo se puede aplicar la reconciliación sobre el terreno. Al encuentro también acudieron el ministro de Exteriores egipcio, Nabil al Arabi, y el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, entre otros.

Mientras tanto, la bandera de Al Fatah ha ondeado en Gaza junto a la del movimiento islamista Hamás por vez primera en casi cuatro años, para celebrar el pacto de reconciliación. Alrededor de 2.000 personas se concentraron en la Plaza del Soldado Desconocido, en Gaza capital, para mostrar su alegría por el acuerdo que originará un nuevo escenario político tras años de división y enfrentamiento entre las principales facciones palestinas.

Cientos de estudiantes marcharon desde la Universidad de Al Aksa hasta la plaza portando las banderas amarillas de Al Fatah junto a las verdes de Hamás y la enseña nacional palestina, además de símbolos de otras facciones más pequeñas y kufiyas (pañuelo tradicional árabe). Políticos de ambas facciones se juntaron en el mismo escenario y levantaron sus manos unidas en señal de reconciliación. La mayoría de los asistentes eran jóvenes, muchos de ellos miembros del Movimiento 15 de Marzo, que salió a las calles el mes pasado, para exigir a los principales partidos el fin de la división.

Al Fatah y Hamás mantenían un duro enfrentamiento desde junio de 2007, cuando los islamistas tomaron por la fuerza el poder en la franja palestina después del fracaso del gobierno de unidad que formaron con Al Fatah un año después de ganar las elecciones de 2006.

Entre los manifestantes en la plaza, reinaba el buen humor y la esperanza, pero también había no pocas dosis de escepticismo. 'Estoy muy contento, esto es un gran logro, ya basta de años de presión. Espero que ahora logremos de verdad la reconciliación', dijo Husain Kamal, de 24 años y miembro de Movimiento 15 de Marzo. Otro joven, Mashbi Kehal, se mostró más cauto y aseguró que él 'no lo creerá hasta que lo vea en el terreno'.

Mucho más pesimista se sentía Abu Fadi, que vendía helados en la plaza y decía a quien le preguntase: 'No hay que creerles, son todos son unos mentirosos'.

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