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Los incendios de Canadá ponen en jaque al país y a toda la costa este de EEUU

La ola de fuegos forestales en Canadá –414– ya ha quemado 3,8 millones de hectáreas y ha obligado a evacuar a 120.000 personas. Un manto de humo cubre el noreste de Estados Unidos y obliga a millones de personas a quedarse en sus casas.

Nueva York humo
Una mujer con mascarilla saca una foto delante del skyline de Nueva York. Andrew Kelly / REUTERS

Desde hace varios días, Canadá sufre una ola de incendios forestales –414, según las autoridades– en la zona fronteriza con Estados Unidos que han calcinado ya 3,8 millones de hectáreas y han obligado a 120.000 personas a abandonar sus hogares, en un comienzo de temporada de incendios inusualmente temprano e intenso. De los 414 incendios que hay en Canadá, algo más de la mitad –239– están fuera de control. Las autoridades canadienses ya han advertido de que este año será uno de los peores de la historia del país en este aspecto. Pero las consecuencias van más allá del terreno quemado: grandes ciudades de Canadá y de Estados Unidos sufren también las consecuencias del fuego.

En Canadá, las grandes ciudades como Ottawa, la capital, y Toronto están en alerta por la mala calidad del aire a consecuencia a consecuencia de las partículas de los incendios en las provincias de Quebec y Ontario. No se prevé que la situación mejore hasta el fin de semana, cuando se prevé la llegada de un frente de bajas presiones que renovará el aire.

Las autoridades canadienses están recomendando que las personas de avanzada edad, niños e individuos con problemas respiratorios limiten sus actividades en el exterior en las regiones afectadas por el humo.

Las autoridades canadienses han advertido que las cifras de incendios y hectáreas quemadas son muy superiores a lo normal para estas fechas del año y que en los próximos meses la situación empeorará a niveles nunca vistos en el país. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, vinculó el miércoles el incremento de los incendios a los efectos de la crisis climática.

Estados Unidos sufre también los estragos de los incendios en Canadá. La inmensa nube de humo se desplazó el miércoles con celeridad hacia el sur poniendo en jaque a toda la costa este del país. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos emitió el miércoles alertas sobre la calidad del aire en prácticamente toda la costa atlántica. Nueva York y muchas otras ciudades norteamericanas como Detroit, Washington o Philadelphia se ven seriamente afectadas. La nube de humo sigue desplazándose hacia el sur y ya ha sido avistada a casi 3.000 de la frontera con Canadá, cerca del estado de Alabama.

La vida diaria de los ciudadanos se ha visto muy afectada por el aire contaminado por el humo: las escuelas de toda la costa este de Estados Unidos han cancelado desde miércoles sus actividades al aire libre, el tráfico aéreo también se ha visto afectado con retrasos en varios aeropuertos y las autoridades ya han pedido a millones de estadounidenses que se queden en casa.

Las autoridades sanitarias –desde Vermont a Carolina del Sur y tan al oeste como Ohio y Kansas– advierten de que pasar tiempo al aire libre podría causar problemas respiratorios debido a los altos niveles de partículas finas en la atmósfera. "Es fundamental que los estadounidenses que experimentan una contaminación atmosférica peligrosa, especialmente aquellos con problemas de salud, escuchen a las autoridades locales para protegerse a sí mismos y a sus familias", dijo el presidente Joe Biden en Twitter.

La situación es tan grave que AccuWeather, el servicio privado de predicción meteorológica de Estados Unidos, señaló que la espesa bruma y el hollín que se extendían desde las zonas altas hasta el nivel del suelo constituían la peor nube de humo de incendios que ha cubierto el noreste de Estados Unidos en los últimos de 20 años.

En este sentido, es especialmente llamativa y simbólica la famosa silueta de la ciudad de Nueva York: normalmente visible a kilómetros de distancia, el miércoles por la tarde parecía desvanecerse en un velo de humo ultraterrenal de color naranja que, según algunos residentes, producía problemas al respirar. De hecho, el comisionado de Sanidad de Nueva York, Ashwin Vasan, aseguró que la ciudad está registrando sus mayores índices de contaminación del aire desde la década de 1960.
Vasan advirtió que las partículas finas suspendidas "pueden penetrar en los pulmones de las personas, provocar inflamaciones y empeorar afecciones como el asma, las enfermedades pulmonares crónicas o las cardiopatías subyacentes".

El comisionado de Salud, que advirtió que la situación se puede prolongar varios días, pidió a los neoyorquinos que eviten salir a la calle "excepto si es absolutamente necesario" y recomendó el uso de mascarillas como la N95 para quienes tengan que realizar actividades en el exterior.

Nueva York no es el único gran afectado en Estados Unidos por los incendios; de hecho, los residentes de más de cinco estados de Estados Unidos se despertaron el miércoles en medio de una bruma, ocasionada por el humo, que ha llevado a las autoridades alertar a los ciudadanos por las "peligrosas" condiciones del aire y a pedir que se limiten las actividades al aire libre.

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