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Israel intensifica la desposesión de los palestinos sin que nadie intervenga

En los últimos días Israel ha reanudado la construcción en las colonias judías de los territorios ocupados, ha declarado "terroristas" a media docena de ONG palestinas y ha recrudecido la campaña contra los campesinos que recogen aceitunas. Estos tres hechos confirman que Israel no tiene la menor intención de retirarse de Cisjordania y que obra de un modo sistemático para desposeer a la población autóctona.

Asentamiento israelí de Har Homa en la Cisjordania ocupada en una imagen de este 27 de octubre de 2021.
Asentamiento israelí de Har Homa en la Cisjordania ocupada en una imagen de este 27 de octubre de 2021. AMMAR AWAD / REUTERS

Con el nuevo Gobierno de Naftalí Bennett, los planes de Israel con respecto a los palestinos no se han modificado ni un ápice, contando incluso con el hecho de que el ejecutivo tiene el respaldo de un partido islamista palestino, lo que en principio debería servir para moderar el ímpetu de las tradicionales medidas de castigo.

Tres medidas adoptadas en los últimos días por el Gobierno confirman que la ocupación se mantiene firme y sigue expandiéndose sin control y sin que nadie le ponga coto. Las tímidas protestas europeas de siempre forman parte del cíclico juego de lo esperado, y ni el más ingenuo confía en que los mandatarios europeos respondan a Israel con energía.

Como Europa, los Estados Unidos participan en el mismo teatro de condenas, o pidiendo "explicaciones" a Israel por sus excesos diarios, pero ni unos ni otros hacen caso a sus propios comunicados, detrás de los cuales se esconden dirigentes que conocen perfectamente la naturaleza de la desposesión que sigue adelante a un ritmo trepidante.

En primer lugar, Israel ha anunciado la construcción de otras 1.300 viviendas para colonos judíos en los territorios palestinos, así como ha anunciado la aprobación total de 3.144 viviendas. Ha sido el primer anuncio de este tipo desde que Bennett asumió la jefatura de gobierno en junio y se produce pocas fechas después de su viaje a Washington y Rusia.

Es el primer anuncio de esta naturaleza que tiene lugar bajo el mandato de Biden

Es también el primer anuncio de esta naturaleza que tiene lugar bajo el mandato de Joe Biden, una circunstancia bien significativa. El anterior primer ministro Benjamín Netanyahu no se atrevió a autorizar nuevos planes de construcción durante los meses que coincidió con Biden, pero Bennett ya se ha puesto manos a la obra sin que los americanos respondan de una manera creíble.

La población judía de los asentamientos sigue creciendo a buen ritmo impulsada por el gobierno. Los planes de Israel son claros, y a esto hay que añadir que no pasa prácticamente ni un día sin que los medios hebreos informen del incremento de los precios de la vivienda dentro de Israel, de manera que muchos jóvenes no tienen más opción que cambiar su residencia a los territorios ocupados, un plan perfectamente dibujado por las autoridades.

En segundo lugar, el titular de Defensa, Benny Gantz, ha declarado "terroristas" a seis organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de los palestinos. Esta decisión es consistente con la política israelí de desmantelar cualquier atisbo de sociedad civil en los territorios ocupados. El objetivo es impedir cualquier estructura por pequeña que sea que combata la brutal desposesión de la población palestina.

En este caso, los americanos han protestado, aunque lo han hecho de manera poco convincente, de hecho menos convincente que algunos partidos israelíes, como el laborista o liberal Meretz, que forman parte de la coalición de Bennett y se han sentido obligados a levantar la voz, aunque todo el mundo es consciente de que es una voz condenada a no oírse y forma parte del bien engrasado juego democrático israelí.

Las protestas de Washington no van a llegar a ninguna parte y los americanos son los primeros que lo saben. En cualquier caso, Israel ha anunciado que en los próximos días enviará a Washington una delegación para que les "explique" por qué se cierran las ONG y sus vínculos con el "terrorismo".

En tercer lugar, estos días se asiste en los territorios ocupados a un impulso del ejército y de los colonos judíos contra la campaña de recogida de la oliva. Cada año por estas fechas el ejército y los colonos incrementan la violencia, que ya es significativa durante el resto del año, contra los campesinos que recogen unos frutos que con frecuencia constituyen su único medio de subsistencia.

Según el primer ministro palestino, Muhammad Shtayyeh, desde que Israel ocupó Cisjordania en la guerra de 1967, los colonos judíos han arrancado más de 2,5 millones de árboles de las tierras palestinas. Los colonos se sienten libres para arrancar, quemar, destruir y cortar los árboles frutales de los campesinos locales, y para ello cuentan con el decisivo respaldo de los soldados.

Los colonos judíos han arrancado más de 2,5 millones de árboles de las tierras palestinas

Los mismos occidentales e israelíes que con razón ponen el grito en el cielo ante la menor señal de antisemitismo en Occidente, permanecen con los brazos cruzados ante las tropelías que a diario cometen los colonos y los soldados contra los campesinos palestinos.

Los colonos no solo destruyen los olivos, sino que también les roban los sacos de la cosecha que es el resultado de un año de trabajo. Emboscan a los campesinos, les golpean, les amenazan, les tiran piedras y les roban el dinero o los teléfonos. Esto ocurre a diario bajo la protección de los soldados y sin que ningún país occidental actúe con determinación para impedirlo.

Todas estas circunstancias corroboran cuáles son las políticas de Israel y sus objetivos con respecto a los palestinos, políticas que se remontan a 1967 y que de una manera sistemática desposeen a la población autóctona de sus tierras con confiscaciones periódicas de territorios que hacen que los palestinos vivan cada día de una manera más miserable y sin ninguna esperanza.

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