Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, ha visitado este jueves la Casa Blanca para presentar un nuevo paquete de gasto social de coste reducido que alcanzará unos 1,50 billones de euros, la mitad de lo previsto en el proyecto inicial. Con esta propuesta, que Biden calificó de "histórica", el presidente espera conseguir el apoyo de los sectores moderados y progresistas del Partido Demócrata. El paquete incluye importantes partidas para paliar la crisis climática, pese a reconocer que ha tenido que reducirlas para conseguir el visto bueno del ala moderada y progresista del Partido Demócrata.

La propuesta aun debe ser aprobada por el Congreso, aunque Biden asegura que ya cuenta con el respaldo suficiente para sacarla adelante. El acuerdo creará millones de empleos, garantizó el presidente. "Hará crecer la economía, invertir en nuestra nación, y en nuestra gente para convertir la crisis climática en una oportunidad", dijo el mandatario.

Biden cree que el plan es un ejemplo de la búsqueda de consensos que ha caracterizado su trayectoria política. "Hace tiempo que digo que el compromiso y el consenso son las únicas maneras de hacer algo grande en una democracia", compartió el presidente.

El plan mantiene las inversiones en el clima y la educación infantil que estaban previstas en el proyecto inicial de casi 3 billones de euros, pero quedan excluidas la cobertura económica nacional para bajas maternales y familiares, además de enfriar las expectativas de un plan de regularización para los inmigrantes indocumentados. La financiación del paquete se hará a través de una tasa del 15% para las grandes empresas dentro del acuerdo global de un impuesto mínimo internacional a las multinacionales.

Pese al optimismo mostrado por Biden, algunos legisladores demócratas del sector progresista, como el senador Bernie Sanders o la representante Alexandria Ocasio-Cortez han sido más cautos y han señalado que esperarán a leer con detalle el texto del acuerdo antes de dar su respaldo explícito.