Este artículo se publicó hace 3 años.
Johnson, aún más en la picota tras filtrarse una foto suya en una fiesta la pasada Navidad cuando estaban prohibidas las reuniones en interiores
La líder adjunta del Partido Laborista de Reino Unido, Angela Rayner, ha dicho que el primer ministro británico "es feliz de presidir una cultura del desprecio hacia las normas en el corazón del Gobierno".
Madrid-Actualizado a
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha sido acusado de fomentar la "cultura del desprecio a las normas" después de que el periódico británico Sunday Mirror filtrara una imagen suya de las Navidades pasadas en Downing Street en la que aparentemente celebraba un evento navideño obviando las medidas de distanciamiento social y cuando en Londres no se permitían las reuniones en interiores.
Sentado bajo de un retrato de Margaret Thatcher, el primer ministro habría mantenido una videollamada con algunos de sus empleados en la que diversas fuentes declaran haber visto en Downing Street a un grupo de personas bebiendo, sin mantener la distancia social, en un momento en el que estaban prohibidas las reuniones, salvo entre convivientes.
En el evento, celebrado el 15 de diciembre del año pasado, había cuatro equipos, cada uno compuesto por seis personas. Un portavoz del número 10 de Downing Street ha confirmado la celebración del evento, aunque ha resaltado que el primer ministro británico solo participó "momentáneamente", según ha publicado el periódico británico.
La semana pasada, Johnson aseguró que "se siguieron las normas en todo momento. Estoy convencido de que se siguieron las pautas en todo momento". Esta fiesta virtual se habría producido solo tres días después de otro evento celebrado el 18 de diciembre de 2020 que está siendo investigado por el secretario de gabinete, Simon Case.
La líder adjunta del Partido Laborista de Reino Unido, Angela Rayner, ha dicho que "si bien las normas decían que la gente no debería tener fiestas de Navidad en el trabajo", el primer ministro británico "era feliz de presidir una cultura del desprecio hacia las normas en el corazón del gobierno", según recoge la agencia de noticias DPA.
Además, ha subrayado que, a pesar de la negación de las "numerosas" fiestas celebradas en el número 10, "ahora queda claro que ha habido reuniones e incluso el primer ministro ha participado en un concurso festivo".
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