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Un joven afgano hiere con un hacha a cinco personas en un tren alemán

La Fiscalía asegura que el ataque tiene un trasfondo político. El agresor tenía una bandera del Estado Islámico en su habitación. La organización terrorista le ha identificado como uno de sus "soldados" y ha reivindicado la autoría del ataque. 

Policías inspeccionan el tren donde se produjo el ataque. EFE

AGENCIAS

BERLÍN.- Un afgano solicitante de asilo de 17 años hirió en la noche del lunes con un hacha y un cuchillo a cinco personas, dos de los cuales se encuentran en estado crítico. La agresión se produjo en un tren regional en las cercanías de Wurzburgo (sur de Alemania) y en las inmediaciones de la estación. El agresor fue abatido posteriormente por la Policía.

La Fiscalía alemana ha determinado que el ataque tiene un trasfondo político, posiblemente relacionado con la muerte de un amigo del agresor en Afganistán el pasado sábado. Subió al tren "con la decisión de matar a pasajeros totalmente desconocidos" para vengarse por lo que los infieles "hicieron sus hermanos, hermanas e hijos musulmanes", resumió en rueda de prensa el fiscal superior de Bamberg, Erik Ohlenschlager, que ha asumido el caso.

El ataque fue dirigido con "clara intencionalidad de matar", recalcó el fiscal. El joven llevaba un año en Alemania, donde llegó como refugiado no acompañado, y tras pasar una temporada en un centro de Baviera había sido transferido recientemente a una familia de acogida.

Anteriormente, el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, aseguró en una entrevista con la primera cadena de la televisión pública que la Policía ha encontrado en su habitación el dibujo de una bandera del Estado Islámico. La organización terrorista, por su parte, ha identificado al atacante como uno de sus "soldados" y ha reivindicado la autoría del ataque.

La Policía también ha encontrado un texto escrito en pastún, con grafías árabes y latinas que está siendo analizado. Según las primeras interpretaciones, el texto era una especie de carta de despedida, tal vez a su padre, aunque el ministro consideró "prematuro" sacar conclusiones, puesto que todavía no se sabe ni siquiera de dónde procede la familia y, menos aún, si los progenitores están vivos.

Preguntado por una posible motivación islamista tras el ataque, el responsable de Interior señaló que un testimonio indicaba que el joven gritó "Allahu Akbar" (Alá es grande) en el vagón, pero precisó que tenía que ser todavía verificado en detalle y que tampoco se podía descartar que hubiera actuado en "un acto de locura". "Por el momento no hay indicios de que estuviera en contacto con redes islamistas", añadió el ministro. La frase quedó registrada "con toda claridad" en el teléfono celular de una de las pasajeras que llamó a la policía, apunto por su parte el fiscal Ohlenschlager, que calificó la grabación de "prueba objetiva" de esa motivación política.

La agresión tuvo lugar en el trayecto entre Treuchtlinge y Wurzburgo sobre las 21.00 horas (19.00 horas GMT), cuando de forma inesperada el joven se lanzó armado con un hacha y un cuchillo contra los pasajeros del tren. En el vagón había una veintena de personas y algunas de ellas pudieron alertar a la policía federal y también al maquinista, antes de que el tren se parara en Heidingsfeld, uno de los barrios de Wurzburgo.

El joven abandonó entonces el vagón e intentó huir, pero en la zona, según el relato del responsable bávaro de Interior, se encontraba un comando de las fuerzas especiales de la policía que disparó y abatió al agresor después de que éste intentara atacar a los agentes.

Cinco personas resultaron heridas en total, cuatro turistas chinos procedentes de Hong-Kong que se encontraban en el interior del tren, y una mujer que paseaba a su perro junto a una amiga en las cercanías. Dos de los heridos se "debaten entre la vida y la muerte", según las autoridades. Entre ellos se encuentra la mujer, a la que el agresor golpeó dos veces con el hacha en la cabeza. En el lugar de los hechos fueron atendidos los otros pasajeros del vagón, ilesos pero conmocionados por la agresión. 

El ataque de este lunes presenta similitudes con otra agresión registrada en una estación de tren también de Baviera el pasado 10 de mayo, cuando un hombre con antecedentes de problemas psíquicos y adicción a las drogas acuchilló a cuatro personas y mató a una de ellas. Según testigos de aquella agresión, el hombre, un alemán de 27 años, gritó "Allahu Akbar" y "Sois infieles, debéis morir", lo que llevó a la Fiscalía a deducir que podía tratarse de un ataque "con motivaciones políticas". Horas después los investigadores informaron de que no había indicios que apuntaran a vínculos con "salafistas" o "islamistas" o una posible radicalización a través de internet y señalaron que el hombre, sin antecedentes penales, tenía problemas psíquicos y de drogadicción.

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