Este artículo se publicó hace 2 años.
Macri busca que el atentado a Fernández de Kirchner se investigue como "algo individual de un grupito de loquitos"
El expresidente argentino cierra los ojos ante el magnicidio fallido perpetrado contra la actual vicepresidenta del país.
Página 12
Buenos Aires-Actualizado a
En línea con el discurso predominante en los medios opositores, el expresidente argentino Mauricio Macri minimizó el atentado sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y lo consideró "algo individual de un grupito de loquitos". También puso especial énfasis en descartar la hipótesis seguida por los investigadores de que ese grupo haya sido "orquestado políticamente".
De ese modo, el referente del partido Juntos por el Cambio apuntó contra "la banda de los copitos", quienes están siendo investigados después de que Fernando Sabag Montiel, uno de los cuatro detenidos, apuntara en la cabeza a Fernández y la bala no saliera. "Es algo individual de un grupito de loquitos y que no está orquestado políticamente", dijo sin vueltas en diálogo con el canal LN+, muy cercano al expresidente.
"Por lo que he visto y leído queda más que evidente", dijo sin mayores argumentos para limitar los alcances que debería tener la investigación. Y se introdujo en el resbaladizo terreno de las comparaciones. "Esto no es el atentado que tuvimos con María Eugenia (vicejefa de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante el mandato de Macri) en Mar del Plata, que nos pudieron haber matado. Las piedras que tiraron todas esas personas que fueron movilizadas al lugar para agredirnos".
Macri añadió los sucesos de Traful, que también perpetraron "socios de este Gobierno", recrimina. "Esas eran movilizaciones políticas para agredir que por suerte no pasó nada, pero ¿y si pasaba?", fue la curiosa referencia en la que puso al mismo nivel unas pedradas sin ninguna intención de matar con una pistola gatillada a centímetros de la cabeza de Cristina Fernández de Kirchner.
El exmandatario también se encargó de alimentar las teorías de sus periodistas amigos, que ponen el foco no tanto en los peligros para la democracia que implica el atentado sino en el supuesto "aprovechamiento" que de él puede hacer el kirchnerismo en general, y la vicepresidenta en particular, de su condición como víctima del ataque.
En ese sentido, fustigó la decisión del presidente, Alberto Fernández, de haber decretado un festivo tras el atentado a la vicepresidenta. "Al día siguiente [del ataque a Cristina Fernández] pusieron un festivo y generaron rechazo. Con ese festivo, no hicieron más que avasallar a los ciudadanos. Una vez más nos hicieron entender que no les importa la vida de la gente, de esa gente a la que le cuesta llegar a fin de mes. Ni los chicos fueron a clase. Todo se vio afectado", consideró el referente de Juntos para el Cambio.
También en línea con sus periodistas preferidos, trató de arrojar dudas sobre lo realmente ocurrido: "Haberle mentido tanto tiempo a la gente hoy le hace desconfiar de hasta algo que yo creo que existió, más allá de la mala reacción de la custodia y todas estas cosas que llevan a la confusión", insinuó.
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