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El ministro de Trabajo niega cualquier imputación en el 'caso L'Oréal'

Eric Woerth ha sido interrogado durante más de ocho horas por la policía gala

EFE

El ministro de Trabajo francés, Eric Woerth, ha sido interrogado durante más de ocho horas por agentes de la brigada financiera de la policía en la sede del ministerio.

Woerth, que ha sido interrogado por su presunta implicación en el caso Bettencourt, ha negado todas las acusaciones que pesan en su contra.

Tras concluir el interrogatorio, el abogado del ministro, Jean-Yves Levorgne, ha pedido que, a partir de ahora, su cliente quede 'fuera de la polémica'.

Las cuestiones se han centrado en los tres frentes que le salpican: la presunta financiación ilegal, por parte del entorno de la multimillonaria, de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP); el trato fiscal que recibió la anciana cuando él era ministro de Presupuesto; y su presunta intervención para que su esposa fuese contratada por la sociedad que gestiona la fortuna de Bettencourt.

Su abogado asegura que Woerth ha se ha defendido con un vigor inusual

Sobre la supuesta financiación ilegal de la gubernamental UMP, de la que ha sido tesorero hasta hace unos días, Woerth 'negó haber recibido cualquier financiación política que no fuera conforme con la ley', ha señalado el letrado.

El ministro ha rechazado esas alegaciones con 'un vigor y una energía particular', según Leborgne, porque no son más que 'mentiras y fantasmas'.

También ha aclarado, de acuerdo con el letrado, que 'en ningún momento intervino para que su esposa fuese contratada' por el gabinete que gestiona la fortuna de Bettencourt.

Sí asumió que había mencionado la profesión de su esposa, 'en el transcurso de una conversación banal' con el gestor de la anciana Patrice de Maistre, pero aclaró que esa conversación tuvo lugar cuando él no era ministro.

Después de seis semanas de acusaciones, Woerth ha explicado a los agentes el contenido de las grabaciones hechas en el domicilio de Liliane Bettencourt entre 2009 y 2010. 

La hija de la heredera de L'Oréal, Françoise Bettencourt-Meyers, solicitó a un tribunal que pusiera un gestor a la fortuna de su madre después de que ésta hiciera un regalo de 1.000 milloens de euros al fotógrafo François Marie Barnier.

Bettencourt Meyers consiguió que el mayordomo de la multimillonaria grabara de manera clandestina las conversaciones que se llevaban a cabo en la casa de su madre, que han acabado implicando al Gobierno en un caso de evasión fiscal.

Tanto Florence Woerth como De Maistre declararon ante la policía anteriormente. De Maistre, en una entrevista con Le Journal du Dimanche , dijo que Woerth sólo le sugirió que viera a su mujer, pero que en ningún momento le pidió que la contratara.

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