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Monti salva los recortes pero pierde apoyos en el Parlamento

La inexperiencia del Gobierno dilató la votación final sobre el plan de ajustes de 30.000 millones. El texto pasa al Senado

DANIEL DEL PINO

La Cámara Baja italiana aprobó ayer por 402 votos a favor y 75 en contra el plan de ajustes de 30.000 millones de euros propuesto por el Gobierno técnico de Mario Monti. En realidad lo hizo en dos tiempos por voluntad del economista, que por la mañana sometió el decreto ley de los recortes -con las modificaciones introducidas por las comisiones parlamentarias- a una cuestión de confianza, y por la noche pidió su aprobación definitiva.

Monti pretendía alejarse de las malas prácticas de Silvio Berlusconi, que abusando del voto de confianza imponía al Parlamento sus decretos sin admitir enmiendas y obligaba a su mayoría a votar compacta y a ciegas las leyes para que no cayera el Ejecutivo. Pero lo que estuvo a punto de conseguir, por inexperiencia manifiesta, es que el visto bueno se aplazara hasta hoy.

Entre las dos votaciones debían examinarse los órdenes del día - recomendaciones de los parlamentarios al Ejecutivo sobre cómo afrontar determinados artículos del plan- y en lugar de dejarlo en manos de la Cámara (mucho más rápido), el ministro para las Relaciones con el Parlamento, Piero Giarda, analizó una por una las 250 peticiones dando una imagen por momentos bochornosa que alargó el trámite por más de cuatro horas.

Pasadas las nueve y media de la noche el plan de ajustes recibía el visto bueno, pero el Gobierno perdía apoyos, ya que el 18 de noviembre en la investidura obtuvo 556 votos. A la oposición de la Liga Norte, que ayer volvió a boicotear la sesión, se le sumó la de Italia de los Valores, varios diputados del Pueblo de la Libertad de Berlusconi y algunos más del Partido Democrático, que decidieron no votar por los recortes sociales tan fuertes propuestos por los tecnócratas.

A partir de enero, los italianos tendrán que cotizar más años a la seguridad social para poder obtener la jubilación anticipada (41 años en el caso de las mujeres y 42 en el de los hombres), y además pondrán fin a su vida laboral más tarde ya que se ha elevado la edad de jubilación (hasta los 65 años para los italianos y los 62 para las italianas).

Otra de las claves principales de la maniobra económica está en la reintroducción del impuesto sobre la primera casa (Imu). Ambas medidas provocaron la indignación de los sindicatos, que convocaron varias jornadas de huelga (hoy le toca el turno a los transportes en todo el país).

Monti dio marcha atrás introduciendo algunas excepciones para las personas que iban a jubilarse este año y suavizando el impacto económico de la tasa sobre los inmuebles para las familias por hijos, que tendrán un descuento de 200 euros y otros 50 por hijo menor de 26 años hasta llegar a un máximo de 400 euros.

No obstante, la Iglesia seguirá gozando de todos los privilegios que ha tenido hasta ahora y aunque la ley establece que debe pagar este impuesto por todos los locales que no están dedicados exclusivamente al culto, el Gobierno no ha dado ningún paso para normalizar la situación.

Tampoco serán recortados los privilegios del mundo político pese al intento de Monti. El Gobierno incluyó un artículo en el plan para hacerse cargo de la rebaja de sueldos de los diputados adecuándolos a la media europea a partir de 2012 y para eliminar los consejos provinciales con el objetivo de la abolición total de las Provincias. 

En cuanto a lo primero, los partidos maniobraron imponiendo una enmienda que deja en manos del Parlamento la decisión, mientras que las Provincias no se tocarán hasta 2013.

Muy criticado ha sido también el paquete de medidas destinadas a luchar contra la evasión fiscal (se calcula que está en torno a los 150.000 millones de euros al año).

El Gobierno ha rebajado a 1.000 euros (desde 2.500) el máximo con el que se podrá pagar en efectivo, ha puesto en marcha mecanismos para poder controlar las cuentas bancarias, y ha impuesto dos tasas a los capitales que volvieron a Italia después de las últimas condonaciones de Silvio Berlusconi.

Se calcula que podrían recuperarse 12.000 millones de euros de las cuentas en Suiza Pero no ha tocado la mayor fuente de ingresos: los capitales fugados a Suiza, que según varios cálculos podrían significar 12.000 millones para las arcas del Estado, casi la mitad del plan de ajustes. 

Tampoco ha cumplido Monti con la cuota de desarrollo económico que se esperaba y en una semana de intensos debates, ha tenido que borrar del plan las liberalizaciones de sectores como las farmacias y los taxis.

Monti deseó que 'se trate del último sacrificio' y contestó con un 'yo no estoy desesperado, sino lleno de esperanza', al ataque de Il Cavaliere el día anterior, que vaticinó el adelanto de elecciones al mes de marzo.

El ambiente es denso y tiene pinta de que en cuanto los técnicos hagan el trabajo que los partidos no se han atrevido, se desharán de ellos para ir a las urnas con las cuentas saneadas y los ciudadanos desangrados.

El texto pasará al Senado y entrará en vigor antes de navidades. 

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