El hombre al que Hugo Chávez ungió como sucesor político, Nicolás Maduro, logró un ajustadísimo triunfo en las elecciones presidenciales de Venezuela, una victoria que el candidato opositor, Henrique Capriles, ya anunció que no aceptará hasta que se haga un recuento completo "voto por voto".

Apenas seis meses después de que Chávez ganara con diez puntos de ventaja a Capriles (1,6 millones de votos), Maduro logró apenas 234.935 sufragios más que el líder opositor en una votación en la que participó el 78.71% de los 18,9 millones de venezolanos convocados a las urnas. 

Maduro logró 7.505.338 votos, el 50,66%, mientras que Capriles obtuvo 7.270.403 (49,07%), según informó el Consejo Nacional Electoral (CNE) con el 99,12% de los votos escrutados de unas elecciones convocadas tras la muerte de Chávez el pasado 5 de marzo. La responsable del Poder Electoral indicó que con el 99,12% de los votos escrutados Maduro logró 234.935 votos más que el candidato de la oposición.

Lucena señaló que el resultado era irreversible en el cómputo de los votos. La participación alcanzó el 78,71% de los 18,9 millones de venezolanos convocados a las urnas. "El CNE cuando da un resultado electoral es porque son resultados irreversibles", dijo. "Queremos decirle también a los candidatos, a las organizaciones políticas, a los comandos que ahora es el momento de ir a sus casas a invitarles a sus seguidores y a sus seguidoras la tranquilidad y transmitirle la tranquilidad que el pueblo todo se merece", añadió.

Tras el anuncio de los resultados el ministro de Defensa de Venezuela, Diego Molero, aseguró que la Fuerza Armada es garante del resultado de los comicios y hará respetar los resultados. "La Fuerza Armada no solo estamos pegados a la Constitución, sino que somos garantes de que ese resultado lo respetemos y lo hagamos respetar", afirmó Molero. 

"Justo, legal y constitucional"

Los cientos de chavistas que se congregaron desde horas de la tarde del domingo ante el Palacio de Miraflores para celebrar lo que esperaban sería un holgado triunfo, hicieron del festejo un acto obligado con poca alegría y mucho cansancio. Ante ellos, Maduro defendió la validez de su triunfo. "Podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular", afirmó Maduro en un discurso ante sus seguidores desde el palacio de Miraflores (sede de Gobierno) en el que volvió a denunciar una guerra psicológica contra él.

Maduro dijo que habló por teléfono con el líder opositor Henrique Capriles sobre los resultados de los comicios y aseguró que acepta que se haga una auditoría. "Bienvenida la auditoría, ya estaba estipulada la auditoría", sentenció Maduro, al recordar que este es "el único lugar del mundo" en que se hace auditoría del 54% de las urnas en cada elección. "Los más interesados en la auditoría somos nosotros, yo le solicito oficialmente al Consejo Nacional Electoral la realización de una auditoría de cara al país", ratificó.

Al hablar ante sus seguidores que se congregaron frente al palacio de Miraflores, Maduro relató que recibió una llamada de Capriles que el líder opositor le propuso un "pacto" previo al anuncio de los resultados oficiales, pero lo rechazó.

Explicó que según esa propuesta Capriles estaba "condicionando que el poder electoral cumpla su papel e informe los resultados oficiales a una auditoría que pudiera durar semanas". El presidente encargado formuló, asimismo, un llamamiento a la oposición para que sepa administrar el resultado de este proceso "con humildad".  "Hago este llamado, con el espíritu de mi comandante y padre, Hugo Chávez, por favor, sepan administrar el resultado que han obtenido con humildad, sin prepotencia, sin retar a Venezuela entera, sin llamar a la violencia".

La oposición no reconoce el resultado

El candidato de la oposición a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, no reconoció los resultados en las elecciones presidenciales, que dieron la victoria por poco más de 200.000 votos al candidato chavista, Nicolás Maduro, hasta que no se recuenten todos los votos.

"Nosotros no vamos a reconocer un resultado hasta tanto no se cuente cada voto de los venezolanos", indicó Capriles en una declaración pública tras el anuncio de los resultados.

El rector del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela Vicente Díaz, ligado a la oposición, solicitó la auditoría del 100% de las papeletas que quedan depositadas en una urna tras el voto electrónico.

Una jornada sin incidentes señalados

Los venezolanos votaron en calma y normalidad durante una jornada en la que la polémica volvió a estar una vez más en las discrepancias entre Nicolás Maduro, el sucesor del recién fallecido presidente Hugo Chávez, y Henrique Capriles, el líder la oposición. En esta ocasión la razón de la discordia fueron las cifras de participación, que según el primero rompieron marcas, y según el segundo no.

Poco después de votar, apenas entrada la tarde, Maduro sostuvo que tras ocho horas y media de la apertura de los centros de votación habían votado 11,5 millones de electores de los 18,9 millones inscritos y auguró una participación "récord".