Trump impone en la ONU el plan de Marruecos para enterrar el sueño de un Sáhara independiente
Desde 1991, de manera rutinaria, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas renueva el mandato de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental. El texto finalmente aprobado ha rebajado el tono inicial pero refuerza las tesis de Marruecos.

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado este viernes una resolución impulsada por Estados Unidos que renueva la misión de Naciones Unidas en la región (Minurso) y refuerza las tesis de Rabat respecto al Sáhara Occidental. Con 11 votos a favor, tres abstenciones (Rusia, China y Pakistán) y la ausencia de voto de Argelia, principal valedor del Frente Polisario, el texto aprobado afirma que "la autonomía auténtica representa el resultado más viable para la resolución del conflicto entre dicho territorio y Marruecos". Un lenguaje nunca antes visto en las declaraciones de Naciones Unidas y que margina las referencias al derecho a la autodeterminación.
Año tras año desde 1991, de manera rutinaria, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) renueva el mandato de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO); organismo encargado de velar por la descolonización del último territorio no autónomo del continente africano: excolonia española e ilegalmente ocupado por Marruecos desde 1975.
Durante 34 años, cada octubre, el Consejo de Seguridad renovaba una misión con cada vez menos competencias y con un mandato cada vez más descafeinado. De ser mandatada para "organizar un referéndum de autodeterminación en seis meses", a tener como objetivo procurar una "solución justa, duradera y mutuamente aceptable". Un eufemismo que sintetiza décadas de inacción de la comunidad internacional y un avance de la ocupación marroquí sobre el territorio.
Pero esta no ha sido una votación más. En los pasillos de Naciones Unidas se ha vivido una batalla diplomática de primer nivel después de que Marruecos consiguiese convencer a la Administración Trump de que era el momento de enterrar definitivamente este viejo conflicto y apuntarse así la consecución de otra "paz made in USA". En su intervención durante el Consejo de Seguridad, el embajador estadounidense ante la ONU, Mike Waltz, celebraba el resultado y aseguraba que gracias a los esfuerzos de su país se abría "una nueva era de paz para la región".
El presidente estadounidense ha premiado a su incondicional aliado marroquí –país que ha normalizado relaciones con Israel y su principal aliado en el Magreb– presentando una resolución que pone en el centro el plan de autonomía que Marruecos propuso en el año 2007 para el territorio saharaui.
Una semana de negociaciones
El texto finalmente aprobado es una versión menos contundente que el primer borrador presentado por Washington para ampliar el mandato de la MINURSO. En esta primera versión se consideraba el "plan de autonomía" marroquí como "la solución más viable" y "la base" sobre la que discutir la situación del Sáhara Occidental; reduciendo a la mínima expresión las referencias al "derecho de autodeterminación" y eliminando cualquier posibilidad de realizar un eventual referéndum.
Donald Trump ya había respaldado las tesis de Marruecos en diciembre de 2020, cuando pocos días antes de abandonar la Casa Blanca reconoció vía Twitter (ahora X) la "marroquinidad del Sáhara". Una declaración simbólica que no alteraba el estatus legal del Sáhara como territorio pendiente de descolonización. Con esta jugada Washington y Rabat buscan ir un paso más allá tratando de llevar sus aspiraciones a las resoluciones del Consejo de Seguridad. Una jugada osada que reforzaría a la envalentonada diplomacia alauí, cuya prioridad internacional sigue siendo legitimar su control de facto del territorio.
El borrador estadounidense, presentado el 22 de octubre, desató la ira del Frente Polisario –movimiento de liberación nacional del Sáhara Occidental–, que calificó el texto de "una desviación muy peligrosa y sin precedentes de los principios del derecho internacional" y afirmó que "no participará en ningún proceso de paz" que tenga como base la propuesta de la administración Trump. En los campos de refugiados de Tinduf, donde habitan decenas de miles de saharauis desde la ocupación marroquí del territorio, se han repetido durante toda la semana movilizaciones masivas en rechazo al plan de Trump.
La votación, inicialmente prevista para el jueves 30 de octubre tuvo que posponerse hasta el viernes 31, fecha límite antes de que caducase el mandato de la misión. Este retraso, nada habitual, ejemplificaba el riesgo real de que Rusia –e incluso China– vetasen la de resolución estadounidense por su carácter "desequilibrado".
"Se ha pospuesto la votación del jueves para intentar evitar una imagen de ruptura total y choque abierto. Sino se retrasaba había un riesgo real de veto y de que la MINURSO quedase en un limbo legal sin una prolongación de su mandato", explican fuentes conocedoras de las negociaciones a Público.
Durante toda la semana se multiplicaron los contactos entre las partes. Fuentes saharauis conocedoras de las negociaciones aseguran que Rusia y China –miembros permanentes del CSNU con capacidad de veto– mantuvieron un rechazo claro al borrador inicial que obligó a EEUU a elaborar nuevas versiones del documento. La versión final redujo sustancialmente las referencias al plan de autonomía, pero continuaron otorgando a la propuesta marroquí una centralidad nunca vista.
Marruecos celebra el resultado y el Frente Polisario reivindica su derecho a la independencia
Poco después de conocerse el resultado de la votación, el rey de Marruecos, Mohamed VI, compareció en un mensaje televisado y aseguró que la resolución abre un "nuevo y victorioso capítulo" en la historia del país.
"Tras 50 años de sacrificios, abrimos un nuevo y victorioso capítulo en el proceso de consagración de la identidad marroquí del Sáhara, con el objetivo de poner fin definitivamente a este conflicto artificial mediante una solución consensuada basada en la Iniciativa de Autonomía", afirmó el monarca, quien también instó a su homólogo argelino, el presidente Abdelmadjid Tebboune, a iniciar un diálogo "fraternal y sincero" tras la ruptura diplomática que ambos países mantienen desde 2021.
Por el contrario, el Frente Polisario advirtió que "los enfoques unilaterales" ponen en peligro "la paz, la seguridad y la estabilidad en toda la región". El movimiento de liberación nacional saharaui recordó que "es el representante legítimo, único y la voz del pueblo saharaui, que ha salido a las calles en estos días en todo el mundo para manifestarse masivamente y decir en voz alta y clara que se aferra firmemente a su derecho innegociable a la libre determinación y la independencia, y a defender sus derechos y su soberanía por todos los medios legítimos".
Fuentes saharauis cercanas a las negociaciones aseguraron a este periódico que son conscientes del "revés" que supone esta resolución, pero recordaron que el derecho internacional es "muy sólido" en lo relativo al Sáhara. "Nos toca mover ficha; estos días serán de análisis, pero que nadie dude de que este golpe en la mesa será respondido. Los saharauis somos un pueblo resistente y resiliente", señalaron.


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