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Los países nórdicos proponen una poda de 150.000 millones de euros en las subvenciones del plan anticrisis

La propuesta original de la Comisión Europea (CE) proponía que el fondo estuviera dotado con 750.000 millones de euros.

Pedro Sánchez durante la cumbre europea.- REUTERS
Pedro Sánchez durante la cumbre europea.- REUTERS

IRENE SÁNCHEZ / AGENCIAS

Países Bajos, Suecia, Dinamarca y Austria, los llamados países "frugales", junto a Finlandia, defienden que el fondo de recuperación tras la pandemia de coronavirus en la UE incluya solo 350.000 millones de euros en ayudas directas y otros 350.000 millones en créditos, con lo que su volumen total se reduciría hasta los 700.000 millones, según confirman fuentes diplomáticas.

La propuesta original de la Comisión Europea (CE) proponía que ese fondo estuviera dotado con 750.000 millones de euros, 500.000 millones en ayudas directas y otros 250.000 millones en préstamos.

Estos países son reacios a incluir ayudas directas en el fondo y durante la cumbre europea que se celebra en Bruselas desde el viernes, un acuerdo sobre el fondo de recuperación ha sido imposible en gran parte por su exigencia de rebajar el nivel de subsidios.

Tras diez horas de reuniones en todos los formatos posibles, parece que empieza a verse la luz en esta tercera jornada de cumbre europea para aprobar el Fondo de Recuperación. Tan evidente era la brecha entre delegaciones, que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, no se ha atrevido a presentar en toda la jornada una nueva negobox –paquete de negociación, en jerga comunitaria– de forma oficial.

Según algunas fuentes, debido a la presión de los nórdicos, se espera que la nueva oferta sea a la baja, respecto a la última propuesta que puso este sábado Michel encima de la mesa, y podría llegar en la cena, a la que los lideres han sido convocados a las 19 horas.

Los países austeros, con Países Bajos a la cabeza, consideran que el tamaño del fondo es desorbitado (750.000 millones de euros) e insisten en apostar por los préstamos en lugar de transferencias directas. Algo que el resto de socios no van a aceptar.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro francés, Emmanuel Macron, se han mostrado firmes para que no se desvirtúe el objetivo por el que se creó el Fondo de Recuperación. El instrumento anticrisis se construyó sobre la base de una propuesta franco-alemana, con el claro objetivo de sacar del barro a los países más afectados por la pandemia. Por ello, Merkel y Macron defienden a capa y espada su modelo, compuesto por subsidios y préstamos, que los austeros insisten en rebajar.

Según fuentes diplomáticas, Michel podría proponer rebajar las ayudas 50.000 millones más, dejándolas en 400.000 millones de euros. Este es el límite que está dispuesto a aceptar el eje franco-alemán, mientras que a los frugales (Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia) les gustaría reducirlo significativamente, hasta alcanzar los 200.000 millones.

En la propuesta que presentó este sábado el presidente del Consejo, propuso 450.000 millones a través de subvenciones y 300.000 a través de préstamos. Esto implica un trasvase de 50.000 millones de euros de subvenciones a préstamos respecto a la propuesta original.

Antes de la cena, el presidente del Gobierno se ha reunido con sus homólogos de Alemania, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Hungría, Polonia y Croacia.

En declaraciones a la agencia Reuters, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha subrayado que "es mejor acordar un fondo ambicioso, aunque lleve un poco más de tiempo". En esta línea, la ex ministra francesa ha añadido que debe de ser un paquete ambicioso "en términos de tamaño y composición del paquete". Así, ha insistido en que debe de ir en la línea de la propuesta de la Comisión Europea (750.000 millones de euros, medio billón de los cuales serían a través de subsidios).

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