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Personas de clase alta, ultraderechistas y negacionistas: este es el grupo que planeaba dar un golpe de Estado en Alemania

Las autoridades detuvieron a 25 de sus integrantes, entre los que se encontraban simpatizantes del QAnon y de movimientos nacidos para oponerse a las restricciones durante la pandemia.

Policías alemanes durante la redada en Berlín FILIP SINGER- 07/12/2022
Policías alemanes durante la redada en Berlín- 07/12/2022. FILIP SINGER / EFE

Poco a poco se van conociendo detalles de la trama golpista desmantelada esta semana en Alemania, organizada en torno a miembros de la ultraderecha que conforman un grupo variopinto caracterizado por un profundo odio al Estado y a la clase política establecida.

En una de las mayores operaciones contra el extremismo en la historia de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) fueron detenidos 23 miembros y simpatizantes de una presunta célula terrorista de extrema derecha que planeaba tomar el Bundestag (Parlamento) para dar un golpe de Estado. Otras dos personas fueron detenidas en Kitzbühel (Austria) y Perugia (Italia).

Entre los detenidos figuran varios exmiembros del Mando de Fuerzas Especiales (KSK) de las Fuerzas Armadas, un soldado de élite en activo, un policía suspendido de servicio, una jueza que ocupó durante cuatro años un escaño en el Bundestag por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), un piloto, un abogado, un cocinero estrella, un tenor, un empresario, una médico y una astróloga.

El semanario Spiegel señala en su historia de portada que se trata de una "peculiar tropa" de la que sorprende que muchos de sus integrantes proceden de círculos acomodados y privilegiados.

Entre los 25 detenidos hay Querdenker, simpatizantes del movimiento transversal nacido del descontento por las restricciones para contener la pandemia del coronavirus, y también del grupo conspiranoico estadounidense QAnon.

Según la Fiscalía, los detenidos pertenecen a una organización terrorista del entorno de los Reichsbürger (Ciudadanos del Reich) -movimiento que no reconoce la soberanía de la actual Alemania- fundada a finales de noviembre del año pasado con el objetivo de "acabar con el orden estatal establecido en Alemania y sustituirlo por su propia forma de Estado".

El presunto cabecilla y líder de la organización es el aristócrata Enrique XIII, príncipe de Reuss, un empresario de 71 años activo en el sector inmobiliario y en la producción de champán, conocido por difundir tesis conspirativas y de carácter antisemita, y cuyo plan era convertirse en el nuevo jefe de Estado tras el golpe.

El brazo político de la organización se reunió al menos cinco veces este año, y en el llamado "consejo" ya había un acuerdo sobre el reparto de cargos.

Así, la jueza y exdiputada Birgit Malsack-Winkemann, de 58 años y que dentro de la AfD pasaba por representante del ala menos radical, estaba destinada a ser la ministra de Justicia.

Entre los sospechosos figuran al menos otros dos militantes, antiguos o en activo a nivel regional, del partido ultraderechista, además de Michael Fritsch, de 59 años, comisario de policía suspendido y que fue candidato por Baja Sajonia del partido Die Basis (La base) en los comicios generales de 2021, y que habría sido ministro del Interior en ese gobierno golpista.

El "brazo armado", al que correspondía la toma planeada del poder por la fuerza de las armas, estaba encabezado por Rüdiger von Pescatore, de 69 años, exsoldado de élite, acusado de desviar armas de los viejos arsenales del cuerpo de policía y del ejército de la extinta República Democrática Alemana (RDA), por lo que fue condenado a dos años de libertad condicional en 1999.

Peter Wörner, de 54 años y que en los 90 sirvió en el mismo batallón que Von Pescatore, debía desempeñar un papel destacado en la creación del "Nuevo Ejército Alemán".

La investigación cree que Andreas M., de 58 años, sargento de las KSK, introdujo con su acreditación a miembros del presunto grupo terrorista en los cuarteles del ejército con el fin de inspeccionar si las instalaciones eran adecuadas para alojar a sus propias tropas tras el golpe.

La función de Maximilian Eder, de 63 años, coronel retirado de la Bundeswehr (ejército federal alemán), y que durante la pandemia se convirtió en una de las principales voces de las protestas radicales contra las medidas del gobierno, era la de ayudar a construir el "Nuevo Ejército Alemán".

Al operativo que llevó a las detenciones del miércoles le precedieron semanas de escuchas por parte del departamento de la BKA encargado en combatir la delincuencia por motivos políticos de teléfonos y móviles, análisis de cuentas y vigilancia de canales de Telgram, YouTube e Instagram.

El viernes, el diario TAZ informó de que varios políticos y periodistas figuraban en una lista de enemigos elaborada por los Reichsbürger, entre los que figuraban la ministra de Exteriores, la verde Annalena Baerbock, el líder de los cristianodemócratas, Friedrich Merz, el político conservador Armin Laschet, la copresidentes de los socialdemócratas, Saskia Esken, y su secretario general, Kevin Kühnert.

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