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¿Es posible internet sin Rusia?

El episodio de la invasión rusa en Ucrania ha resucitado una vieja conjetura en el mundo digital. La gobernanza de internet, ferozmente independiente, vuelve a encontrarse con un dilema que existe desde hace años: la posibilidad de que un estado desaparezca de la red de redes, cuya esencia es la globalidad y la neutralidad.

Vista de Moscú desde la sede de la compañía de internet rusa VK.
Vista de Moscú desde la sede de la compañía de internet rusa VK. REUTERS

"El coste de eliminar a Rusia de internet sería ahora tan disparatado que es más probable una guerra nuclear de baja intensidad". Así de rotundo contesta a Público el catedrático de informática de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Jorge Pérez Martínez que, además, es coordinador en España del Foro para la Gobernanza en Internet (IGF). Desde el mundo académico y técnico se descarta una acción de estas características, por mucho que la UE ordene a las grandes plataformas que restrinjan los contenidos oficiales rusos, como el veto europeo a los medios Russia Today y Sputnik.

Eso sí, este experto reconoce a este diario en conversación telefónica que todo puede cambiar. "A ver, todo es posible en un mundo tan loco en el que estamos", aclara prudente, "pero es muy difícil" que Rusia se convierta en una isla fuera de la red de redes. "Las consecuencias tanto para ese país como para el resto serían enormes".

Hace unas semanas, el Gobierno de Ucrania presidido por Volodimimr Zelenski pidió directamente a la ICANN -que administra de manera independiente los identificadores únicos de internet- la eliminación del dominio nacional de Rusia, ".ru", cosa que este organismo internacional de gobernanza de la red se ha negado a hacer.

"ICANN se creó para garantizar que Internet funcione y no para que se utilice su función de coordinación para impedirlo", recuerda en una carta de respuesta a Ucrania Göran Marby, presidente de esta organización. Y añade: "Mantenemos la neutralidad y actuamos en apoyo de Internet global", para agregar que su misión no es "tomar acciones punitivas, emitir sanciones o restringir el acceso contra segmentos de internet", dado que cualquier decisión en este sentido "erosionaría la confianza" en el modelo de interoperatividad global que sostiene internet.

Lo que sí se puede es establecer es un gran 'firewall' o muralla digital, como la llamada Gran Muralla China o 'Proyecto Dorado', que filtra cualquier contenido contrario al régimen de Pekín. "Ya tenemos la experiencia en China, es posible poner poner muros a la información libre cada vez más grandes", recuerda el catedrático de la UPM, pero alerta de que la participación rusa e internet sería mucho más pequeña de lo que es ahora.

Una empleada de la firma de internet rusa VK usa su teléfono en la sede de dicha empresa en Moscú.
Una empleada de la firma de internet rusa VK usa su teléfono en la sede de dicha empresa en Moscú. REUTERS

El abogado especializado en internet Carlos Sánchez Almeida no cree que Rusia se aísle "porque es un parásito" de internet, "la usa para sus actividades de espionaje, de desinformación y demás, con sus propios protocolos de cifrado... y por eso, el día que se vaya no se perderá mucho fuera de Rusia pero sí dentro del país: la sociedad rusa que está sufriendo una auténtica dictadura". Para este letrado y pionero de internet en España, "son tan víctimas los ucranianos que los rusos bajo el yugo del déspota (Vladimir Putin)".

La 'intranet' rusa

Ya en diciembre de 2019, en el Foro de Gobernanza de Internet global, Rusia anunciaba RuNet, una especie de 'intranet' para el país que incrementa al máximo el control de la información que entra y que sale hacia internet. La excusa de la injerencia externa contra los rusos coincide con la de hoy en día; ya entonces Moscú amenazaba con desconectar a Rusia de la red de redes si no estaba de acuerdo en su gestión y gobierno.

"Moscú no cortará mientras les sirva para espiarnos"

RuNet es una enorme VPN (red virtual privada) desarrollada entre todos los operadores públicos de telecomunicaciones del país, de que facilita el filtrado masivo de contenidos y, a la vez, constituye una especie de aislamiento para las redes internas rusas. "De hecho", afirma Jorge Pérez Martínez , "sabemos que se les ha pedido a todos los proveedores de red (ISP) que descarguen y copien los DNS (nombres de dominio), no sea que finalmente la ICANN o RIPE NCC -el capítulo de ICANN que corresponde a Europa, Oriente Próximo y partes de Asia Menor- elimine o bloquee el dominio nacional".

En cualquier caso, este experto no cree que vaya a "salirse nadie" de internet. "Se puede cortar durante un tiempo, como sucedió en Egipto hace unos años, o retirar direcciones IP... es decir, una cosa es que se censure y otra cosa es desconectarse, que supondría un coste para el país enorme", zanja Jorge Pérez Martínez. Igualmente, Almeida agrega: "Moscú no cortará mientras les sirva para espiarnos; lo que sí limitarán es el uso de sus propios nacionales, como sucede en China".

El planeta cableado

Para el mencionado letrado, "lo importante son los nudos de cables" y pone como ejemplo cercano a Gibraltar, un 'nodo' "controlado por EEUU desde la base de Rota (Cádiz)". Así, indica que lo importante es saber "dónde se conecta Rusia la red". Recientemente, la Fundación Telefónica ha publicado un completo reportaje en el que se pueden localizar prácticamente todos los cables submarinos del mundo, una infraestructura crítica para el buen funcionamiento de internet.

Los cables submarinos en el mundo.
Los cables submarinos en el mundo. Fundación Telefónica

De hecho, algunos países practican un férreo control de las redes y se convierten en 'islas' dada su escasa conectividad con la infraestructura básica de internet (los cables submarinos), bien porque su conectividad está limitada a los países aliados de su entorno (Cuba), bien porque no hay conexión en absoluto a ningún cable de datos importante (Corea del Norte).

Cuba y su conectividad.
Cuba y su conectividad. Fundación Telefónica

Según Almeida, "ya estamos viendo" la temida "fragmentación". "En términos de especie será una tragedia, porque muchos conocimientos científicos quedarán parcelados, pero todo apunta a que se va a dividir el mundo entre dos grandes bloques, uno de ellos con censura gubernamental y otro con censura de las propias plataformas", afirma, y comenta que "habrá que empezar a hackear satélites, estaciones de onda corta y similar". "Nos aguarda un nuevo medievo", declara pesimista.

El catedrático Jorge Pérez Martínez también ve "inevitable" el fraccionamiento de internet por una serie de motivos que no sólo son geopolíticos sino también técnicos.

Amenazas que pueden acabar con internet

  • El problema de los semiconductores: La escasez de estos productos está empujando a muchos países a buscar la manera de controlar su producción (por ejemplo, el hecho de que Samsung haya tenido que abrir una fábrica de chips esenciales en Texas (EEUU). Eso puede dividir el mundo tecnológico en dos.

  • El problema con el 5G: La inteligencia artificial se está usando en los niveles más bajos de tráfico, por lo que hay que mirar con lupa al fabricante de antenas que quieres desplegar para dar cobertura 5G; el riesgo de seguridad es mucho más alto y tienes que fiarte segurísimo del fabricante. La maniobra de vetar a los fabricantes chinos Huawei y ZT en Occidente creará otra fractura en esa capa que determina la forma en la que nos conectamos: por un lado las empresas chinas aterrizan en La India, Latinoamérica (notablemente Brasil), en los principales países africanos... Mientras, Ericsson, Nokia y Samsung están haciendo lo propio en EEUU, Europa, Japón, Corea, Australia, etc. Vamos a ver dos redes, con diferencias notables y sobre todo con un nivel de vigilancia distinto.

  • El "no" a Rusia de las grandes tecnológicas (Google, Facebook, Apple...) ha sido algo inédito, aunque de la misma forma podrían negarse a seguir en el mercado chino. Pero ojo, China es un gigante tecnológico que es capaz de mirar cara a cara a las multinacionales y a Silicon Valley.

  • La propia gobernanza de internet enfrenta entre sí el modelo técnico que desarrolla la ICANN contra el de la UIT. En pocos meses habrá una reunión importante de este último organismo en el que se va a plantear algo bastante delicado, y es el "nuevo IP" chino (una mejora con la que Huawei ha intentado recabar apoyos en los últimos años), que es más eficiente que los protocolos actuales, también en cuanto a eficacia de la censura. La duda será adoptarlo y abrazar la tecnología china en este campo (algo que EEUU quiere evitar a toda costa), o dejar que otros países se interesen por su cuenta de modo que se quiebre la uniformidad de internet.

El pulso entre la ICANN y la UIT

Analizar la cuestión de la gobernanza de internet es crucial para poder entender este problema. ICANN es el guardián de las "esencias" de la red de redes (neutral, universal, global) al tratarse del 'gobierno técnico' de internet; mientras, la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), organismo de la ONU en donde los países están representados, siempre ha querido imponer normas de gobernanza al entorno digital global.

"Internet ha funcionado muy bien precisamente porque no depende de los países"

Las grandes compañías de internet como Meta (Facebook, Instagram...), Alphabet (Google, Yahoo..), Amazon y demás siempre han defendido la neutralidad de la red frente a las aspiraciones de la mencionada UIT. De hecho, la respuesta de estas compañías cuando se publicaron los papeles de Edward Snowden no se alineó con EEUU, sino con su propia y supuesta "neutralidad".

O sea, que existen dos visiones: una a favor de una internet global y neutral, sin países (ICANN), y otra que refleje la posible intervención de los países (UIT), y que coincide con lo que piden Rusia, China, La India, Brasil... "Internet ha funcionado muy bien hasta ahora en lo que supone la gobernanza técnica precisamente porque no depende de los países", apunta el catedrático, y añade que de esta forma "no ha habido riesgos de un desarrollo de protocolos diferentes o incompatibles".

El catedrático y coordinador en España del IGF recalca que los países que más cuestionan todo lo que sucede en internet se caracterizan por tener un montón de población y, por tanto, de internautas, pero que no pintan nada en el gobierno técnico de internet: China, La India, Rusia, Brasil... "Pero es que ni siquiera por ello existe un incentivo claro para desconectarse", insiste Pérez Martínez.

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