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Claves para comprender y evitar estafas con 'criptomonedas' 

La reciente operación policial que ha desmantelado una red piramidal pensada para estafar a jóvenes con el cebo de usar 'criptomonedas' para enriquecerse rápido ('trading') muestra la complejidad de un mundo lleno de oportunidades y de riesgos.

Representación de bitcoins como tokens físicos.
Representación de bitcoins como tokens físicos. Pixfuel (CC0)

El reclamo era hacerse rico sin trabajar: fiestas, lujos, dar un pelotazo y así alcanzar un éxito disfrazado de abundancia material. Tras este irresistible cebo se escondía una estafa que han pagando los más débiles e ignorantes, como siempre. Lo hemos visto una y mil veces: billetes falsos y estampitas, boletos de lotería supuestamente premiados, príncipes nigerianos, sellos, ladrillo, oscuros productos bancarios, esquemas piramidales. Siempre hay un patrón: el abuso de confianza de las víctimas, que creen ciegamente en la promesa de riqueza (por anhelo o por pura precariedad) y la supuesta complejidad de la inversión

El último caso de estafa en España relacionada con el mundo 'cripto' se saldó con la detención de ocho personas que presuntamente habían montado una estafa piramidal al ofrecer cursos de formación en transacciones financieras especulativas, o trading.

La llamada operación Carcoma, en marcha desde hace un año, se dirigía contra Mastery Academy, calificada de "chiringuito financiero" por la CNMV y vinculada (PDF) a otra organización internacional sospechosa (International Markets Live, o IMLive). Desde ahí se se captaban a potenciales víctimas "tanto abordándolos en parques públicos como a través de eventos presenciales organizados en hoteles", según la Policía Nacional, que asegura que "llegaban a utilizar técnicas de persuasión propias de organizaciones sectarias".

El entramado fue descubierto por Carles Tamayo (27 años), un reportero y videoblogger muy conocido por haberse infiltrado hace dos años en la iglesia de El Palmar de Troya. En esta ocasión, gracias a su intuición y a un verdadero trabajo de investigación, ha llegado a recopilar testimonios y denuncias de más de mil víctimas, afirma en una completa entrevista en La Marea.

La supuesta formación era lo de menos, así como el uso de 'criptomonedas': la promesa de forrarse sin dar palo al agua era un reclamo irresistible para las víctimas, muchas de ellas menores de edad y en situación vulnerable. Para la Policía, "la presión sobre los jóvenes para que abandonaran sus estudios e incluso cortaran sus relaciones familiares, y que así pudieran volcarse en la actividad de la organización, rozaba determinadas técnicas de presión propias de las sectas".

Fue precisamente una asociación de víctimas de sectas la que denunció hace un año todo este entramado y a raíz de esa denuncia la Policía detectó "la existencia de una academia de formación que desde el año 2019 captaba jóvenes, inicialmente en Barcelona y posteriormente en el resto del territorio nacional, con la supuesta intención de formarles en trading o negociación a corto plazo de 'criptomonedas' y otros productos financieros".

Ojo, no sólo 'criptomonedas', aunque éstas funcionaran como reclamo perfecto para la estafa por su novedad, su aparente complejidad y la sobreexposición de casos de éxito entre los jóvenes.

Las cantidades económicas exigidas por la organización investigada para la inscripción en dicha formación financiera consistían en un primer ingreso de 200 euros y una cuota mensual de 150 euros. Después de que las víctimas captaran a otras dos personas, dejaban de pagar la cuota mensual y, a partir de su tercera captación, se les prometía empezar a cobrar mensualmente de la pirámide.

El factor humano

Las estafas bajo el atractivo cartel de neón del dinero fácil con criptoactivos -como objetos de timo ahora de moda- afloraron en España hace años. Pero las 'criptomonedas' comenzaron a estudiarse en serio como herramienta de riesgo para estafas a partir de mayo de 2014. Entonces, y para el asombro de todos en comisaría, el abogado especializado en tecnología Pablo Fernández Burgueño denunció el robo de 0,007 euros en una comisaría de Madrid. Esta anécdota, aparentemente sin importancia, abrió una importante vía de conocimiento para las fuerzas de seguridad del Estado en su lucha contra el fraude relacionado con 'criptomonedas'.

Por supuesto, el abanico de posibles estafas con la excusa del boom especulativo de ciertos criptoactivos es amplio. Las estafas piramidales con el reclamo del dinero fácil son recurrentes. Por ejemplo, en diciembre de 2021 la Guardia Civil detuvo en València a uno de los mayores estafadores europeos con falsas inversiones en criptomonedas: el total del patrimonio bloqueado, entre vehículos y cuentas bancarias, ascendió a más de dos millones y medio de euros. 

Se han dado también robos de altas cantidades mediante la clonación de tarjetas SIM, como el caso de Joel Ortiz en EEUU: eludió las medidas de autenticación para las cuentas utilizando el teléfono como método de recuperación, y así pudo acceder a varios monederos y sustraer las 'criptomonedas'. También existen ciertos riesgos en el uso de tecnología de cadena de bloques para acceder a créditos y concederlos al margen de la banca, un mercado lleno de oportunidades por sus interesantes tipos de interés, su trazabilidad, su rapidez y la posibilidad de llevarlos a cabo entre pares.

Recientemente, en EEUU se ha iniciado el primer caso judicial por fraude mediante el uso de NFT, tal y como avisaba en Twitter Cristina Carrascosa, abogada, socia fundadora de la boutique legal ATH21 y una referencia europea en legal sobre blockchain y criptoactivos. Su blog divulgativo Legal by design es uno de los más completos y rigurosos sobre el mundo 'cripto' en español. 

Los robos de 'monederos', de identidad, o simplemente el engaño bajo la promesa de algo falso son las formas más comunes de estafa relacionada con los criptoactivos. Es decir, el eslabón humano es el más débil. La falta de información, los descuidos y, a veces, el exceso de buena fe conducen a las víctimas incluso a la ruina económica, como alertó recientemente el propio Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo. En España, la Policía Nacional ha avisado repetidamente del aumento de estos delitos, en los que destaca "la ingeniería social de los estafadores, capaces de entablar una relación de confianza con sus víctimas sin levantar sospechas".

Información y confianza

Como en cualquier mercado, la confianza es la piedra angular que sostiene el complicado mundo de criptoactivos. Mientras que los fraudes pueden socavar dicha confianza, la información es el mejor antídoto para minimizarlos. Porque la tecnología de cadena de bloques, en sí misma, supone un avance importante en campos como el financiero y el legal, con ventajas como la simplificación, automatización y desintermediación de contratos. También en el campo de los derechos de autor de los contenidos (música, cine, televisión, arte digital...).

Es decir, el mundo 'cripto' no es un conjunto de oscuras herramientas a las que temer, sino una innovación que abre muchas posibilidades de seguridad y protección de datos en el mundo digital. Tal es así que muchas compañías, incluso El Corte Inglés, así como países (el primer ejemplo fue El Salvador) se han lanzado al uso de estas tecnologías.

España ha puesto cierto orden en la publicidad de criptoactivos como vehículo de inversión

No existe una regulación específica y exhaustiva sobre el mundo 'cripto', quizá por su propia naturaleza descentralizada, distribuida, independiente y global. No obstante, en España, la reciente Circular 1/2022, de 10 de enero, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), publicada el pasado 17 de enero y ya en vigor, vino a poner cierto orden necesario en la publicidad de criptoactivos como vehículo de inversión.

De esta forma, quien ofrezca estos productos deberá incluir obligatoriamente y de forma relevante el siguiente mensaje de advertencia: "La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido". El regulador se reserva el derecho de supervisar la publicidad "masiva" antes de que ésta salga a la luz; los anunciantes "deberán aportar, al menos diez días hábiles antes de su ejecución, la documentación e información" indicada en la circular. La norma no afecta a "criptoactivos que tengan la naturaleza de instrumentos financieros" porque ya están sujetos al texto refundido de la Ley del Mercado de Valores, ni a los NTF [tokens no fungibles].

"Al dinero no le gusta la incertidumbre regulatoria y a la innovación, tampoco"

Cristina Carrascosa explicó en profundidad esta medida en su blog el pasado enero y resaltó su valor. "Si la norma, como esta en este caso, implica la inclusión de una serie de advertencias y la comunicación previa de determinadas campañas publicitarias mediante un modelo normalizado para evitar multas, bienvenido sea", escribe, y añade: "Sobre todo si por el camino evitamos avivar la inversión compulsiva en activos tan complejos como los que manejamos en 'cripto', o los modelos de negocio fraudulentos". "Al dinero no le gusta la incertidumbre regulatoria y a la innovación, tampoco", concluye esta experta.

Glosario 'cripto' básico:

Para poder visualizar la dimensión de este asunto es necesario comprender el potencial que tienen tecnologías que están desarrollándose a gran velocidad y que pueden suponer toda una disrupción. Tal es el caso de los llamados criptoactivos, de los que las llamadas 'criptomonedas' son un tipo.

¿Qué es un criptoactivo?

Básicamente, un criptoactivo es un bien puramente digital -intangible- que representa un valor, cuya propiedad está registrada de forma cifrada, distribuida -con un nivel altísimo de seguridad- y privada, y que puede transferirse, negociarse y almacenarse por medios electrónicos. Para el regulador español (CNMV), un criptoactivo es la "representación digital de un derecho, activo o valor que puede ser transferida o almacenada electrónicamente, utilizando tecnologías de registro distribuido u otra tecnología similar". Su existencia es posible hoy sobre todo gracias a la tecnología blockchain o de cadena de bloques.

¿En qué consiste la cadena de bloques o 'blockchain'?

La cadena de bloques o blockchain es un tipo de DLT (Distributed Ledger Technology, o tecnologías de registro distribuido), una tecnología que permite crear bases de datos compartidas -entre un alto número de participantes- mediante unos 'bloques' de información sincronizados y cerrados cada uno con una especie de firma criptográfica, que se llama hash; un bloque sólo se puede abrir con tal firma. Además, cualquier modificación requiere el consenso de la cadena, de modo que el registro de esa información -inseparable del criptoactivo- es certero e inviolable. Ambos factores (sincronización y cifrado) garantiza la funcionalidad e integridad de la cadena.

Así, una cadena de bloques contiene un registro real y verificable del criptoactivo: es como un gran libro de contabilidad donde se pueden registrar y almacenar cantidades ingentes de información que no se puede ni reproducir, ni alterar, ni manipular sin el consenso de las partes de la cadena.

¿Qué es una 'criptomoneda'?

Es un tipo de criptoactivo que se utiliza como medio de pago, precisamente por ser un bien cuya integridad está garantizada por la cadena de bloques. La primera data de 2008, el famoso bitcoin creado por una persona o un grupo de personas bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto. No es una moneda fiduciaria en el sentido clásico: no es 'fiat' -no se emite por una entidad púbica o un Estado, como el euro o el dólar- ni está respaldada por un metal precioso o por una promesa de pago, sino por dos características: por un lado, el sistema de cifrado garantiza la titularidad y asegura las transacciones; por otro, es un bien escaso, lo que le aporta valor.  En el caso de bitcoin, por ejemplo, no se 'crean' sino que se 'minan'. Y se almacenan en 'monederos' virtuales a los que sólo puede acceder su titular.

Al participar de un mercado libre, el valor de cambio de una 'criptomoneda' como bitcoin por dinero tradicional es volátil, ya que son un vehículo perfecto para el trading o inversión especulativa a corto.

¿Qué es el 'minado'?

Es un proceso por el que validan las operaciones que se realizan con 'criptomonedas'. Un ejemplo de 'minado' es el que sostiene el mencionado bitcoin, que se basa en el registro de las transacciones. A medida que se 'minan' más y más bitcoins, los cálculos de validación son más y más complejos. Quienes se encargan de 'minar' obtienen, como incentivos, nuevos bitcoins. No obstante, a medida que crece su número mayor es la capacidad de computación necesaria para llevar a cabo esta tarea. El misterioso personaje llamado Satoshi Nakamoto limitó mediante un algoritmo a 21 millones la oferta de bitcoins, de modo que no llegue a ser un bien infinito y, por tanto, carente de valor económico.

¿Qué es un 'token'? 

'Token' es una voz inglesa que se traduce como representación tangible de un hecho, cualidad o sentimiento, pero también como 'ficha', como las que se usan en los juegos de mesa. En el contexto 'cripto', un 'token' es una unidad de valor basada en criptografía y emitida por una entidad privada mediante una cadena de bloques. Así, un bitcoin es un 'token', pero los 'tokens' no son sólo 'criptomonedas', sino que pueden ser cualquier otro activo digital: es lo que una persona, ente u organización que lo crea decida que sea, tal como un medio de transacción, un derecho, una llave de entrada a otro bien o servicio, etc. Por ejemplo, se pueden usar como vehículo de inversión: desde hace tiempo ciertas empresas ofrecen a inversores 'tokens' -pagados con bitcoins, por ejemplo- para financiarse. El uso de 'tokens' en transacciones, o 'tokenización', tiene la ventaja de reemplazar y minimizar los datos confidenciales del usuario con un símbolo de identificación único (un 'token') que retienen la información esencial sobre los datos y sin comprometer su seguridad. Es decir, asegura el anonimato y evita el envío de los tantos y tantos datos personales que exigen las transacciones convencionales.

¿Qué es un NFT?

Se llama 'token no fungible' (NFT por sus siglas en inglés, 'non-fungible token') a un tipo de token que representa únicamente un bien determinado y sólo ése, a diferencia de las 'criptomonedas' con bitcoin. Tienen cuatro características: son únicos, son indivisibles, son transferibles y tienen la capacidad de demostrar su escasez. Precisamente, para garantizar dichas características utiliza la cadena de bloques. De esta forma, el uso de los NTF se ha extendido a mercados en donde el valor se establece por la escasez, la originalidad y la autoría, como el del arte, el de los videojuegos (en donde se compran y venden activos digitales como una indumentaria, un poder o incluso una 'parcela digital') y en de la vuelta de los mundos virtuales o metaversos. No obstante, la irrupción de la especulación ha impulsado los casos de fraude tales como los plagios o las estafas. Por eso es importante conocer a fondo el funcionamiento de esta herramienta y lo que representa: una manera de asentar la propiedad y las posibles transacciones de determinado bien digital original.

Pensemos en La Gioconda de Leonardo Da Vinci que se encuentra en El Louvre: el cuadro original está colgado del célebre museo parisino y es único, mientras que existen millones y millones de copias del cuadro en posters, postales, reproducciones... El astronómico valor del original reside en su originalidad, su integridad (está completo), su trazabilidad documentada a lo largo de los siglos y la firma auténtica de su autor.

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