Perú continúa sumido en una escalada de protestas y violencia que no deja de crecer. Los manifestantes, que piden la disolución del Gobierno de Dina Boluarte, la convocatoria de elecciones anticipadas y el fin de los disturbios, se dirigen hacia el norte del país. Por ahora, las marchas mantienen bloqueado un tramo de la carretera Panamericana, vía que conecta a prácticamente todos los países del continente americano. 

La profunda crisis democrática que atraviesa el país estalló hace un mes, cuando el entonces presidente, Pedro Castillo, decretó el cierre del Congreso y fue encarcelado como presunto autor de un golpe de Estado. La reacción del pueblo peruano fue tomar las calles, para pedir la liberación del maestro rural y exigir el cierre de las Cortes. Desde entonces, medio centenar de personas han fallecido y otras muchas han resultado heridas, fruto de la avalancha de represión que inunda las principales ciudades de Perú.

Este lunes, los manifestantes han colocado piquetes en las pistas para impedir el paso de camiones, autobuses y vehículos particulares en la provincia de Virú, 500 kilómetros al norte de Lima. En la zona de San José también se han notificado bloqueos, en este caso promovidos por el sector agroindustrial. Las revueltas afectan al tránsito normal de la circulación y la Policía trabaja para tratar de evitar el desorden.

Según el último reporte de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran), hay 99 puntos de tráfico con interrupciones en el país. Esta cifra se traduce en un total de 18 vías nacionales afectadas en hasta diez regiones diferentes. Varias compañías de transporte han suspendido los viajes por carretera entre las poblaciones del norte y la capital. 

Las movilizaciones también se mantienen en el sur. Según apuntan diversos medios locales, los cortes en Arequipa y Cuzco hacen que sea imposible visitar el Machu Picchu o celebrar las fiestas de la Candelaria en Puno. Las pérdidas económicas de la región se estiman, tal y como apuntan estas emisoras, en cinco millones de soles (1,2 millones de euros).

Estado de emergencia

El Gobierno de Perú publicó este sábado un decreto en el que extiende el estado de emergencia desde el 15 de enero y por 30 días en las regiones de Lima, Cuzco, Puno y el Callao, además de otras tres provincias y un distrito. El ministro de Justicia, José Tello, ha asegurado que la decisión responde a que hay "situaciones de violencia que obligan a tomar estas medidas para evitar los actos vandálicos" en las localidades más afectadas.

La represión deja 50 personas muertas

Este fin de semana, la cifra oficial de muertos a raíz de las revueltas se fijaba en 50 personas. La última víctima, un hombre en la ciudad de Moyobamba, que falleció tras un accidente de tránsito supuestamente vinculado al bloqueo de las vías. Del número total de manifestantes fallecidos, 41 han muerto en enfrentamientos directos con las fuerzas policiales, es decir, la mayoría son víctimas de la violencia institucional.