Este artículo se publicó hace 2 años.
Putin lanza un ultimátum a Europa y obliga a pagar el gas en rublos
La medida afecta a los países "hostiles" que aparecen en una lista detallada por el Kremlin. Gazprombank, un banco ruso, podría ser clave para que el gas siga fluyendo hacia Occidente.
Eduardo Febbro (Página 12)
París-Actualizado a
A partir de este viernes con la puesta en marcha del plan ruso, Europa tiene las manos atadas por la fuerte dependencia energética que los une. Son muchos los interrogantes que surgen con el vencimiento del plazo para pagar en moneda extranjera el suministro de gas. ¿Habrá suficiente abastecimiento de hidrocarburos para los próximos meses? Rusia lo tiene claro; en caso de que los clientes europeos se opongan a esta condición, dejarán de acceder al suministro de gas.
Las medidas impuestas por el Kremlin estallan en la cara de los países occidentales que bloquearon los haberes rusos en el extranjero por la invasión a Ucrania. Estos haberes, depositados en dólares (con un valor aproximado de 300 mil millones), se encuentran dentro del paquete de sanciones aplicados desde el inicio de la contienda.
Europa no tiene un plan "B" para suplir los suministros de hidrocarburos rusos, y esto Putin lo sabe. Los ministros de Economía francés, Brune Le Maire, y alemán, Robert Habeck, en una conferencia de prensa conjunta, coinciden en que la situación se puede agravar en los próximos días si las condiciones establecidas por Putin no se cumplen. No obstante, insisten en que, como apunta el canciller alemán Olaf Scholz, "en los contratos está escrito que los pagos se hacen en euros y, a veces, también en dólares. Le he dicho al presidente ruso que eso seguirá siendo así." Algo que reiteró Le Maire "los contratos son los contratos", pero el gas lo tiene Rusia, y las válvulas de suministro también.
Pese a que EEUU cuadruplicó sus exportaciones de gas hacia Europa, la importancia de Rusia en la entrega de hidrocarburos sigue siendo un vínculo férreo en las relaciones Este/Oeste. En diez países de Europa Central y Oriental (Finlandia, Estonia, Letonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Austria, Hungría, Rumanía y Polonia) el gas ruso representa el 75% de sus importaciones de combustibles. El abanico de la dependencia oscila entre el 50 al 75% en países como Alemania, Polonia y Suecia, mientras que para Francia, Italia, España o Grecia los porcentajes varían entre el 25 y 50%. Todo ello representa un 43,6% de las necesidades globales europeas y la importación de 4,5 millones de barriles de petróleo.
Es una realidad; Europa no funciona sin el gas ruso. La disparidad de dependencia sobre este ha provocado fracturas en la cohesión de los países aliados, conocedores de que las sanciones impuestas a Rusia desembocarían en lo que hoy por hoy sucede. Putin despejó este jueves cualquier ambigüedad procedente de la firma del decreto, y apreció en televisión diciendo que "deberán abrir cuentas en rublos en los bancos rusos. Y desde esas cuentas deberán pagar el gas suministrado desde el viernes. Si los pagos no se efectúan, consideraremos que se trata de una infracción ante las obligaciones por parte del comprador y ello acarreará todas las consecuencias que se imponen."
La lista emitida por el Kremlin de los países "hostiles" que se ven afectados por este decreto son: EEUU, los países miembros de la UE, Reino Unido, Canadá, Japón, Suiza, Taiwán, Corea del Sur, Noruega y Australia. La batalla del gas esconde muchas rencillas, puesto que a pesar de la denuncia pública de la invasión a Ucrania, Europa ha seguido pagando a Rusia por el gas y el petróleo recibidos. Según la información obtenida de Center for Research on Energy and Celan Air, el precio pagado es de 7 mil millones por el petróleo y asciende a 14 mil millones de euros por el gas.
La clave de este entramado la tiene una cláusula que Putin elaboró en el decreto firmado el jueves. En esta se detalla que los 27 estados miembros de la UE podrían abonar sus facturas en euros, pero la empresa rusa que lo gestiona, Gazprom, recibirá el dinero en rublos. Esto será posible gracias al banco que la propia empresa tiene; el Gazprombank. Occidente no añadió al paquete de sanciones a Gazprombank, pues ahora es el único interlocutor autorizado por Moscú para recibir el dinero por los hidrocarburos. El método que utiliza Europa es el siguiente: los países abonan el dinero en euros o dólares y Gazprombank es el encargado de cambiarlos a rublos que, más tarde, inyecta en el sistema bancario ruso.
A pesar de las amenazas del dirigente ruso en las que insta a los países "hostiles" a pagar en rublos o, de lo contrario, los contratos vigentes se suspenderán; todo parece señalar que es una estrategia más del entramado que supone una guerra.
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