Este artículo se publicó hace 4 años.
Conversaciones entre Londres y BruselasEl Reino Unido revela sus planes de futuro tras su salida de la UE mientras crece la inquietud sobre un brexit duro
Las conversaciones comerciales entre Londres y Bruselas encallan después de que un ministro británico avanzase el martes que los nuevos planes violarían el derecho internacional.
Londres-
El Reino Unido desvelará el miércoles la legislación para la salida de la Unión Europea tras haber puesto en peligro sus conversaciones comerciales con Bruselas, después de que un ministro británico avanzase el martes que los nuevos planes violarían el derecho internacional y "aclararían" el acuerdo de retirada firmado en enero.
Londres reconoció que la nueva legislación violaría el derecho internacional "de una manera muy específica y limitada", algo que aumenta las preocupaciones sobre la salida de Reino Unido de la UE sin un acuerdo comercial bajo el brazo.
La libra ha caído esta semana un 2,5% frente al dólar, registrando el martes su mayor descenso desde marzo.
Londres abandonó oficialmente la UE en enero, pero desde entonces ha permanecido en el mercado único bajo un acuerdo de status quo transicional que expira en diciembre.
El Gobierno británico insiste en que se retirará de las conversaciones –provocando así la salida sin acuerdo– si no logra unos términos favorables.
El ministro británico de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, indicó el martes que el nuevo proyecto de ley violaría el derecho internacional, pero que era necesario dejar claro el acuerdo del brexit en caso de que las partes no llegasen a un acuerdo comercial.
El viceprimer ministro irlandés, Leo Varadkar, calificó dicho proyecto de ley de "amenaza kamikaze" que se les había vuelto en contra.
Según los medios británicos, el principal abogado de la administración pública del país renunció abruptamente el martes ante la preocupación de que los nuevos planes rompan con la ley vigente.
Las negociaciones comerciales están casi estancadas a causa de los desacuerdos en materia de pesca y de ayuda estatal.
En este contexto, el negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, se reúne el miércoles en Londres con su homólogo británico, David Frost. La reunión del Consejo Europeo del 15 de octubre se ha asumido en la práctica como el límite para lograr un pacto, o bien para acelerar las preparaciones de un Brexit abrupto, que se produciría a final del año.
La UE ha advertido a Reino Unido que si rechaza el Acuerdo de Retirada no habrá trato comercial.
"Tenemos que asegurarnos de que nuestros socios británicos respetan sus compromisos", dijo el miércoles el secretario de Comercio francés, Franck Riester.
El Reino Unido esgrime que la Unión Europea quiere mantenerle atado a las normas comunitarias que regulan las ayudas estatales y asegura que nunca aceptará un acuerdo que menoscabe su autonomía tras el Brexit.
Los diplomáticos de la UE no están seguros de que la legislación propuesta para el mercado interno de Reino Unido sea parte de una estrategia de negociación, teniendo en cuenta los recientes comentarios de Boris Johnson asegurando que ambas partes deberían seguir adelante si no se alcanza un acuerdo.
Fin a los organismos no elegidos de la UE
Entre otras cosas, el nuevo proyecto de ley garantizará que "no haya organismos no elegidos de la UE que gasten nuestro dinero en nuestro nombre", dijo Michael Gove, ministro del Gabinete británico.
"Estos nuevos poderes de gasto implican que las decisiones se tomarán ahora en el Reino Unido, se centrarán en las prioridades del Reino Unido y serán responsables ante el Parlamento y el pueblo del Reino Unido", agregó.
Por su parte, Brandon Lewis dijo sobre Irlanda del Norte que las nueves disposiciones garantizarán a las empresas con sede en dicho país un "acceso sin restricciones" al resto de Reino Unido.
También aseguró que no habría confusión legal frente al hecho de que mientras Irlanda del Norte seguirá estando sujeta a las normas de la UE en materia de ayuda estatal a las empresas, Reino Unido no lo estará.
Irlanda del Norte, que limita con Irlanda, miembro de la UE, siempre ha sido un obstáculo en las conversaciones, al punto de casi aniquilar el acuerdo del Brexit, algo que Johnson arregló el año pasado llegando a un trato con el entonces primer ministro irlandés Varadkar.
Ese acuerdo exige un comercio sin fronteras con Irlanda, que según la UE debería exigir en algunos casos controles sobre los bienes que circulan entre Irlanda del Norte y Reino Unido. En ese sentido, Johnson ha descartado la exigencia de declaraciones de exportación o aranceles sobre tales bienes.
El primer ministro británico también ha dicho que Londres no estará obligado por las normas de la UE en materia de prestación de ayuda estatal a las empresas.
Sin embargos, miembros del Partido Conservador de Johnson han expresado su enojo por el hecho de que Reino Unido considere la posibilidad de incumplir sus obligaciones con el tratado internacional.
"Cualquier violación, o posible violación, de las obligaciones legales internacionales que hemos contraído es inaceptable, independientemente de si es de una manera 'específica' o 'limitada'", dijo Bob Neill, presidente de la comisión de justicia del parlamento.
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