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Brexit Día 1 después del brexit: malestar, resignación e incertidumbre entre los británicos

Las muestras de euforia anoche por parte de los 'brexiters' han dado paso esta mañana al malestar, la tristeza, la resignación y la incertidumbre que sienten los contrarios a la salida.

Brexit
Un británico con una bandera de la Unión Europea. REUTERS/Jon Nazca

Quizá se deba a que aquellos que estuvieron celebrándolo el pasado viernes tardarán más en ponerse en marcha, pero lo cierto es que el primer día de Reino Unido fuera de la Unión Europea después de 47 años como miembro de pleno derecho, la resignación es la protagonista entre los británicos.

Así lo siente Thomas, que regenta un café en el barrio londinense de Islington: "Es terrible. Se va a ir todo a la mierda, van a ser cuatro años de caos y acabarán arrepintiéndose". También Jeff, uno de sus clientes esta mañana: "Sólo en mis peores pesadillas soñé que esto fuera a ocurrir". Junto a él, con un perro descansando a sus pies, una mujer de mediana edad asegura en voz alta: "No quiero ver el periódico; no pienso leer nada que tenga que ver con el brexit", cuando sus ojos se topan con una edición de hoy que alguien ha dejado sobre la mesa de al lado. Aunque basta con escucharles durante un rato para comprobar que el tema acaba monopolizando toda su conversación.

Dos locales más allá, Tom cuenta que se siente "decepcionado, porque se trata de un suicidio económico" mientras compra el diario The Guardian, que anuncia en su portada un suplemento de veintisiete páginas con el mensaje: "Ya os echamos de menos…". En su interior, el escritor Ian McEwan define el brexit como "la ambición masoquista más inútil de la historia de nuestro país", que por sus palabras se ha convertido en trending topic en el país.

También lo es el vídeo de este momento durante la celebración organizada por el Partido del Brexit de Nigel Farage en el centro de Londres y que representa muy bien a un alto porcentaje de la gente que se dio cita allí anoche. Un periodista trata de informar en directo para la televisión cuando un grupo de británicos le interrumpe acercándose a la cámara y lanzando mensajes como "Dios salve a la Reina y al Chelsea" o "Que se j… el Papa".

Portadas de los medios británicos

Cada cual con su mensaje. También en los titulares de la prensa, que no dejan lugar a dudas sobre sus opiniones al respecto: Gran Bretaña corta por fin sus lazos con la UE, titula el Financial Times; Johnson aumenta la presión sobre la UE, lleva The Daily Telegraph –el periódico donde el ahora primer ministro trabajó como corresponsal en Bruselas–; Ahora construye el país que nos prometiste, es el mensaje que le lanza el Daily Mirror. Pero la miga no está sólo en los textos. El Daily Mail, que ilustra su portada con una imagen del reloj que ayer marcó la cuenta atrás en la fachada de Downing Street, regala a sus lectores una toalla de té con una fotografía de los acantilados de Dover junto al mensaje "Un nuevo amanecer para Gran Bretaña".

Exactamente la misma imagen que el presidente del Consejo Europeo, Charle Michel, ha elegido en el mensaje que ha publicado hoy en su cuenta de Twitter de cara a las nuevas relaciones entre ambos territorios: "Mira siempre al lado positivo de la vida", en alusión a la canción de los Monty Phyton.

Este impresionante escenario se ha convertido en todo un símbolo del momento. Los detractores del brexit lo utilizan como metáfora del precipicio al que se dirige irremediablemente Reino Unido y el canal de televisión Sky News proyectó anoche sobre ellos su propia cuenta atrás. 

Mar es de las que teme la caída por el precipicio. Esta española, que lleva en Edimburgo desde hace trece años, se ha levantado hoy "con sensación de tristeza y de mucha incertidumbre". Cuenta que ayer fue aún peor: "Me puse a llorar y no quería estar en mi casa a las once de la noche así que llamé a mi mejor amiga española para hablar con ella". Tiene miedo a cómo puedan afectarle "los acuerdos que se vayan a alcanzar sobre pensiones, la sanidad aquí y allí (durante los próximos once meses de periodo de transición que comienza hoy)". Pero también teme "que cambie el ambiente porque ya se ve venir una atmósfera antimigrantes europeos", asegura. Ella ya ha vivido algún episodio desagradable: "Una vez en el autobús me dijeron que era de mala educación hablar español estando en Escocia y desde entonces ya no cojo el teléfono si me llaman desde casa estando en el autobús".

Regresar a España fue una opción que llegó a plantearse pero a sus 47 dice que eso "también asusta". Lo mismo que Loreto. A sus 52 años, y después de once viviendo en el sur de Inglaterra, se pregunta: "¿Volver a dónde?. Acabas desarraigado, no eres de ningún lugar. Además soy mujer y mayor y allí no me quieren. En Reino Unido no te preguntan tu edad cuando solicitas un trabajo".

Esta alicantina, que hoy se mueve entre la tristeza y la rabia, define el día de ayer "igual que cuando Hitler triunfó en Alemania" y sigue queriendo creer "que alguien parará esto, que no es real". Pero lo cierto es que, al menos de momento, ya no hay marcha atrás: la era postbrexit ha comenzado. Y prueba de ello es que las monedas que lo conmemoran circulan ya de mano en mano entre los británicos.

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