República Checa aprueba un impuesto a la banca y energéticas que gravará el 60% de sus ganancias inesperadas

República Checa ha aprobado un impuesto del 60% sobre las ganancias inesperadas de los bancos y las empresas energéticas. La medida confirmada por el Parlamento, entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2023.

Con esta medida extraordinaria, el Ejecutivo checo espera recaudar unos 3.400 millones de euros durante los tres años que permanecerá en vigor. Lo recaudado se usará  para subvencionar un sistema de topes a las tarifas de luz y gas, según ha recogido la cadena pública CT24.

Estarán sujetos a este impuesto bancos, extractoras de carbón, petróleo y gas, así como las empresas generadoras de electricidad que se han beneficiado de forma extraordinaria de la coyuntura de crisis actual. 

Praga ha estimado que necesitará unos 4.000 millones de euros para compensar a los consumidores el encarecimiento de la factura del gas y de la luz.

La medida adoptada por el Parlamento checo es similar a la que plantea el Gobierno de España, que trabaja en la aprobación de un impuesto temporal y excepcional a la banca y energéticas que con el que pretende recaudar 3.000 millones de euros hasta 2024.

Lo recaudado sería utilizado para ayudar a compensar el aumento del coste de la vida de los hogares vulnerables, en un momento en que los bancos ya se están beneficiando del actual ciclo de subidas de los tipos de interés.

Esta norma ha generado un desencuentro entre el Gobierno español y el Banco Central Europeo (BCE), después de que el organismo publicase un informe cuestionando la medida. El BCE ha advertido sobre los posibles efectos adversos de este impuesto, que repercutirían en la posición de capital de los bancos, el coste del crédito para los clientes y la economía. El Ejecutivo ha decidido seguir adelante con la medida, tal y como lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.