Este artículo se publicó hace 11 años.
El rey de Bélgica abdica en su hijo forzado por los escándalos en la monarquía
A Alberto II le sucederá en el trono su hijo Felipe, de 53 años. Será una ceremonia sencilla, sin representantes extranjeros y ante cierta indiferencia de la población
Bélgica celebra este domingo, día de su fiesta nacional, la abdicación de Alberto II y la entronización de su hijo Felipe, de 53 años, como nuevo rey -el séptimo que conoce el país desde su fundación en 1830-, en una ceremonia que costará 600.000 euros y a la que no están invitadas las familias reales extranjeras y en un ambiente de cierta indiferencia de la población.
Alberto II, de 79 años, anunció por sorpresa el pasado 3 de julio su decisión de abdicar por motivos de salud tras 20 años de reinado. "Constato que mi edad y mi salud ya no me permiten ejercer mi función como desearía", dijo en un breve discurso televisado. "Ha llegado el momento de pasar el relevo a la siguiente generación", señaló.
En su decisión han pesado los últimos escándalos que han afectado a la monarquía belga. El más reciente, la demanda judicial de Delphine Boël, su presunta hija ilegítima de 45 años, para que reconozca su paternidad. El caso podría acelerarse porque Alberto II perderá su inmunidad tras dejar el trono. También ha intervenido la polémica por el intento de la reina Fabiola de crear una fundación, que fue interpretado como una forma de eludir el pago de impuestos.
La monarquía es uno de los factores de unidad de Bélgica, aunque se la percibe como más cercana a los valones que los flamencos. El rey Alberto II jugó un papel fundamental como mediador para la formación del actual Gobierno de Elio di Rupo, que tardó 541 días en constituirse por el enfrentamiento entre las dos comunidades. Muchos políticos le habían pedido que se quedara hasta las elecciones de 2014, que serán la prueba de fuego para el nuevo rey Felipe.
Alberto II es el segundo monarca europeo que abdica este año, siguiendo los pasos de Beatriz de Holanda, que cedió el trono a su hijo Guillermo Alejandro el pasado 30 de abril. Pero a diferencia de Países Bajos, en Bélgica no hay tradición de abdicar. De hecho, Alberto y su esposa Paola mantendrán sus títulos, por lo que Bélgica contará con dos reyes y tres reinas (la esposa de Felipe, Matilde, que ejercerá el cargo, Paola y Fabiola). La austeridad de la ceremonia belga contrasta además con las festividades y la presencia de todas las familias reales en Ámsterdam.
Las ceremonias comenzarán a las 9:00 horas con un 'Te Deum' en la catedral de Bruselas, al que asistirá también el único invitado extranjero, el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. El rey Alberto II firmará su abdicación en el Palacio Real a las 10:30 ante unos 250 invitados, entre ellos los miembros del Gobierno, los presidentes de los partidos y representantes del poder judicial.
El acto de entronización se celebrará a partir de mediodía en la sede del Parlamento belga, donde Felipe prestará juramento como nuevo rey ante los representantes de las dos cámaras en las tres lenguas del país: francés, flamenco y alemán. A las 13:00 horas, el rey Felipe saldrá por primera vez a saludar al balcón del Palacio Real acompañado de la reina Matilde y la nueva princesa heredera, su hija Isabel, de 11 años, que se convertirá en duquesa de Brabante.
La celebración continuará por la tarde con la revista de las tropas a cargo del nuevo rey, el desfile militar tradicional del día nacional de Bélgica, la visita de los nuevos reyes al Parque de Bruselas y los fuegos artificiales que culminarán la jornada a las 23:00 horas.
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