Los costarricenses han votado este domingo al nuevo presidente del país en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Finalmente, el elegido ha sido el economista y exfuncionario del Banco Mundial, Rodrigo Chaves, que se ha hecho con la victoria tras una ajustadísima jornada electoral protagonizada por el caso de acoso sexual por el que el presidente electo fue sancionado en 2019. 

Chaves, del joven Partido Progreso Social Democrático (derecha) ha obtenido el 52,9% de los votos y ha derrotado, por una diferencia de apenas cinco puntos porcentuales, al expresidente (1994-1998) y candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), José María Figueres, que logró concentrar el 47,1%. 

El presidente electo tendrá, de aquí en adelante, el gran reto de gobernar con una bancada de apenas 10 diputados del total de 57 que integran el Poder Legislativo. Se verá obligado a negociar con los otros 5 partidos representados en el Congreso y especialmente con el PLN de Figueres, que es la fracción más grande con 19 legisladores.

Chaves recibe con "responsabilidad" el reto de gobernar

El nuevo mandatario ha afirmado que recibe con "humildad" y con una "enorme responsabilidad" el resultado de las elecciones de este domingo. En la misma línea, el economista ha agradecido al pueblo costarricense "haber acudido a una jornada democrática que nos hace brillar ante el mundo". 

La campaña de Chaves ha estado marcada por dos escándalos mediáticos: el primero, un fideicomiso privado que habría financiado su candidatura, algo ilegal. El segundo, la publicación de las denuncias de acoso sexual que fueron interpuestas en su contra cuando fue funcionario del Banco Mundial. Dos de sus excompañeras del organismo internacional denunciaron varias situaciones de violencia sexual por parte del que será nombrado presidente de Costa Rica el próximo 8 de mayo. Como consecuencia, el ministerio económico le interpuso una sanción interna. 

Tras hacerse públicos los hechos, el movimiento feminista convocó manifestaciones en todo el país exigiendo que Chaves retirara su candidatura. El político se defendió explicando que todo fue "un malentendido".

La nueva política: reducir la inversión pública

La estrategia del plan del nuevo Ejecutivo se centrará en reducir el tamaño del Estado, así como reducir cargas sociales y trabas a la inversión y emprendimiento. Chaves culpa a la sociedad de cargar con demasiadas demandas y responsabilidades a la política y apuesta por medidas economicistas vinculadas a la privatización de algunos servicios, hasta ahora públicos, como parte de los planes de pensiones. ​

Además, ha prometido una lucha frontal contra la corrupción de la que culpa a los partidos tradicionales como el Partido Liberación Nacional, al que pertenece su principal opositor.

Por su parte, el expresidente Figueres aceptó la derrota, agradeció a sus simpatizantes y prometió ayudar a "rescatar" el país y pidió dejar atrás "los mensajes de odio".