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Sarkozy arremete contra homosexuales y parados

El actual presidente francés trata de mostrar su perfil más conservador mientras los últimos estudios le sitúan 8 puntos por debajo de Hollande

PUBLICO.ES / EFE

El actual presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, está contra las cuerdas. Según el último estudio, su rival, el socialista François Hollande, le saca 8 puntos de ventaja en las expectativas de voto para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, publicado por el diario galo Le Parisien. Por eso, el llamado 'petit Napoleon' ahora intenta recomponer su perfil y volver a erigirse como el defensor de los valores de la Francia conservadora, ante el temor de la competencia por la derecha de Marine Le Pen, quien de momento tampoco ha hecho oficial su pretensión de optar a la jefatura del Estado.

De esta forma, Sarkozy ha propuesto hoy celebrar tras las presidenciales un referéndum para reformar las políticas activas de empleo y las subvenciones a los parados. Su proyecto consiste en hacer 'una revolución' en el sistema de indemnización del paro, que actualmente consideró deficiente.

'El subsidio no será una paga que se cobre de forma pasiva, sino la remuneración que el servicio público de empleo entregará a cada desempleado en contrapartida por la formación que deberá seguir', señaló el presidente.

'Es cierto que durante la reforma de las pensiones, por ejemplo, hubo manifestaciones y protestas, pero la reforma fue adoptada y aplicada sin dramas y sin violencia'.

Durante la reforma de las pensiones hubo protestas, pero la reforma fue adoptada y aplicada sin dramas  Además, Sarkzoy ha reiterado su oposición a las bodas homosexuales y la adopción de menores por este tipo de parejas, para no 'embarullar la imagen de esa institución social esencial que es el matrimonio'.

'En estos tiempos revueltos en que nuestra sociedad necesita referentes, no creo que haya que embarullar la imagen de esa institución social esencial que es el matrimonio', aseguró Sarkozy en una entrevista con el semanario Le Figaro Magazine.

La posición del actual presidente fue remarcada hace unos días por el primer ministro, François Fillon, quien señaló que el matrimonio homosexual 'no es lo más adecuado para la protección de los niños', que es 'el principal objetivo del matrimonio'.

Sin embargo, en su partido no todos comparten la misma opinión. La ministra de Cohesión Social, Roselyn Bachelot se mostró favorable a estas dos medidas. 'Sí, soy favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo y a la adopción. Es un combate en el que me he mostrado muy clara', aseguró la ministra, quien anunció que a partir de las próximas elecciones practicará la política 'de forma diferente'.

Por su parte, el candidato socialista, François Hollande, se ha mostrado favorable al matrimonio homosexual.

La corrupción puede dañar aún más la imagen de Sarkozy frente a su opositor. El llamado 'caso Bettencourt' ha vuelto a sentar ante los jueces al ex ministro de Trabajo Eric Woerth, tras haber sido procesado la víspera por tráfico pasivo de influencias.

Woerth testificó ayer durante doce horas ante los jueces que instruyen esa causa, que volvieron a convocarle esta mañana para determinar si deben extender los cargos que le fueron imputados.

Woerth está siendo investigado por la financiación ilegal de la campaña de Sarkozy

La Justicia investiga un posible delito de financiación ilegal de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy en 2007, cuando Woerth era tesorero del partido conservador UMP y pudo haber recibido dinero de la heredera del imperio cosmético L'Oréal, Lilliane Bettencourt.

En particular, los jueces tratan de determinar las relaciones entre el ex ministro y la familia Bettencourt, con cuyo hombre de confianza, Patrice de Maistre, mantenía una amistad y cuya esposa trabajaba en una filial que gestionaba la fortuna de la rica heredera.

Woerth pudo influir en 2007 para que De Maistre obtuviera la Legión de Honor, que él mismo le impuso en 2008, según la acusación. Pero por el momento, los magistrados limitaron su imputación al tráfico pasivo de influencias, delito penado en Francia con un máximo de diez años de cárcel y 150.000 euros de multa.

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