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La selección de fútbol de Irán se une a las protestas y esconde los símbolos de su país en solidaridad con las manifestaciones

Los futbolistas escucharon la interpretación de los himnos naciones ataviados con unos abrigos negros en los que no aparecía ni el nombre ni el escudo ni ningún emblema de Irán.

El delantero iraní Sardar Azmoun con el abrigo negro que los jugadores llevaron encima de la equipación en los que no se ningún símbolo del país.
El delantero iraní Sardar Azmoun con el abrigo negro que los jugadores llevaron encima de la equipación en los que no se ningún símbolo del país. Jakub Sukup / AFP

La selección de fútbol de Irán se ha sumado a las protestas por la muerte de Mahsa Amini, la joven que falleció bajo custodia policial tras ser detenida por llevar mal puesto el velo. El equipo saltó el pasado martes al terreno de juego donde se enfrentaba en un partido amistoso con Senegal con los símbolos del país tapados. Durante la interpretación de los himnos, los jugadores iraníes permanecieron con un abrigo negro en el que no figuraba ni el nombre ni el escudo, así como ningún emblema nacional.

Amini, joven kurda de 22 años, se ha convertido en un símbolo que ha canalizado la furia popular en unas protestas lideradas por mujeres en las que se piden libertades, a diferencia de otras movilizaciones de los últimos años centradas en cuestiones económicas. Si Amini es el símbolo de la llamada generación de los 1380 (según el calendario iraní, los nacidos desde los 2000), el velo representa el Gobierno, el Estado y los clérigos.

Mientras la selección de fútbol jugaba el martes en la localidad austríaca de Maria Enzersdorf, las fuerzas de seguridad en Irán trataban de sofocar un día más de indignación en las calles. Las autoridades del país están tratando de silenciar las protestas. A la represión de las manifestaciones se suma la de la información, con la detención de activistas y periodistas, así como la imposición de fuertes restricciones de internet. En estas casi dos semanas de manifestaciones han muerto 41 personas, según el último recuento de la televisión estatal IRIB de hace dos días. Una cifra que, según la ONG Iran Human Rights, con base en Oslo, asciende a 76 fallecidos.

El encuentro entre Irán y Senegal acabó 1-1. El gol del empate lo anotó el delantero iraní Sardar Azmoun, que milita en el Bayer Leverkusen alemán. En los días previos, el futbolista ya había mostrado su apoyo a los protestas sociales desafiando las normas que impiden a los jugadores manifestar sus opiniones durante la concentración del equipo nacional, algo que podría costarle su continuidad en la selección. 

"No puedo quedarme callado y si el castigo es ser expulsado de la selección nacional, es un pequeño precio a pagar por un solo mechón del pelo de una mujer iraní. Deberían avergonzarse por la facilidad con la que pueden asesinar a una persona. Larga vida a las mujeres iraníes", escribió Azmoun en redes sociales. El mensaje desapareció horas después.

El choque entre Irán y Senegal, que se jugó a puerta cerrada, estuvo marcado por las protestas que se produjeron frente al estadio antes del inicio del encuentro y en las que participaron un centenar de personas, según la Policía, tal y como recoge el diario austríaco Kronen Zeitung.

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