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En Siria se tortura incluso a los niños

HRW denuncia 12 detenciones infantiles 'inhumanas'

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

Al menos 33 sirios perdieron la vida este viernes en otra jornada de represión de protestas, que cada día están más generalizadas. Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU debatía en los despachos de Nueva York una nueva iniciativa de Marruecos en busca de consenso sobre una resolución que condene al régimen del presidente Bashar al Asad.

A los convulsos acontecimientos se sumó una denuncia de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), que ha documentado al menos 12 casos de niños que han sido detenidos 'en condiciones inhumanas y torturados' y de otros a los que se les ha disparado 'mientras se encontraban en sus casas o en la calle'.

La organización de derechos humanos también denunció que el Gobierno sirio utilizó escuelas como centros de detenciones, bases militares o puntos desde donde dispararon francotiradores del Ejército. Según activistas de la oposición, durante los diez meses y medio que han transcurrido desde el inicio de las protestas, han muerto 461 niños, aunque este dato no se ha podido confirmar de manera independiente.

En Siria, los manifestantes tomaron las calles de distintas localidades después de la plegaria del mediodía en las mezquitas, esta vez unidos bajo el lema de condena de los trágicos sucesos que ocurrieron en la ciudad de Hama hace exactamente 30 años, cuando el Ejército de Hafez al Asad, padre del actual presidente, aplastó a sangre y fuego una revuelta de los Hermanos Musulmanes en la que murieron millares de personas.

La oposición siria denuncia la muerte de 461 menores en menos de un año

Hama es una ciudad muy conservadora donde abundan los islamistas. El régimen baazista ha logrado mantener a una distancia razonable a los Hermanos Musulmanes durante las tres últimas décadas gracias a un eficaz aparato de seguridad, pero gran parte de las protestas que se iniciaron en marzo de 2010 están lideradas por islamistas.

Entre las muchas localidades donde se protestó este viernes está Alepo, la segunda urbe del país. Los manifestantes recorrieron sus calles y las de sus alrededores con una intensidad que no se había visto hasta entonces. Tanto Alepo como Damasco habían permanecido bastante al margen de la revuelta, pero ahora parece que su población se está sumando, una indicación de que el régimen atraviesa por más dificultades.

Informaciones procedentes de Damasco señalan que muchos alauíes que residen en la capital tienen miedo y han cerrado sus casas o están considerando cerrarlas para volver a sus pueblos de origen, en las montañas próximas a Lataquia, en la costa mediterránea. Los alauíes forman una secta chií que constituye aproximadamente el 10% de la población de Siria. El presidente Asad y muchos jefes militares pertenecen a estaminoría. El hecho de que muchos alauíes se marchen apresuradamente de Damasco sugiere que la posición del régimen se está debilitando.

Mientras tanto, en la sede de la ONU en Nueva York, se intensificaban los contactos para limar el borrador de resolución. No obstante, la agencia rusa Interfax citó al viceministro de Exteriores, Gennady Gatilov, diciendo que Moscú 'no puede apoyar' el último borrador que se le ha presentado y que los cambios realizados 'no son suficientes'.

La población de Alepo y Damasco se une a las protestas contra Al Asad

El jueves se retiraron del borrador las demandas de la Liga Árabe de que se forme en Siria un Gobierno transitorio de unidad en el plazo de dos meses y de que el presidente Al Asad delegue el poder en uno de sus dos vicepresidentes. Occidente realizó estas concesiones con la esperanza de que Rusia se sumara a la resolución, algo que no ha ocurrido.

En Moscú, se teme que la resolución sirva de pretexto para una ulterior intervención militar de la OTAN en Siria, tras el precedente de Libia el año pasado. Entonces, los rusos se sintieron engañados por la campaña que emprendió la OTAN contra Libia. Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, dijo que los casos de Libia y Siria no son similares por varias razones 'y, quizás, porque en Siria no hay petróleo'.

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