Este artículo se publicó hace 2 años.
¿Por qué es tan difícil sentar a Putin en el banquillo por sus crímenes en Ucrania?
Desde el punto de vista legal y técnico es posible que el presidente ruso comparezca ante la Corte Penal Internacional, pero las posibilidades son remotas, para empezar porque Rusia no reconoce a ese tribunal.
Madrid-Actualizado a
El Gobierno ha acordado en su reunión de este martes sumarse a la iniciativa de llevar al presidente ruso, Vladimir Putin, ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que "esta guerra no le salga gratis". Así lo ha asegurado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares en una entrevista este martes.
El Artículo 14 del Estatuto de Roma por el que se crea la CPI contempla que cualquier Estado parte, como España, puede remitir al fiscal una situación en que parezca haberse cometido uno o varios crímenes bajo la jurisdicción de dicho tribunal y pedirle que lo investigue para determinar si se pueden presentar cargos contra una o varias personas, ha explicado el Gobierno.
La semana pasada, el propio fiscal de la Corte Penal Internacional había informado de que 39 países, entre ellos España, ya le habían mandado una carta consensuada en ese sentido.
El objetivo, sin embargo, no será nada fácil. En realidad es casi imposible, una odisea. Como explicaba Público hace unos días en un artículo firmado por Ana María Pascual, "las posibilidades de juzgar a Putin por la invasión de Ucrania son remotas en estos momentos, debido a la complejidad que reviste el delito de agresión que entró en vigor en la CPI en 2018".
Putin, casi intocable
Desde el punto de vista legal y técnico es posible sentar a Putin en el banquillo por lo que está haciendo Rusia en Ucrania. Puede resultar hasta fácil probar los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por las tropas rusas, pero ni Rusia ni Ucrania han ratificado el Estatuto de Roma de la CPI y por lo tanto, no reconocen su autoridad.
En concreto, Rusia retiró en 2016 su firma del Estatuto de Roma, que entró en vigor en 1998, impidiendo así que sus militares o el mismo Putin puedan ser juzgados por crímenes de guerra ante la CPI.
La otra posibilidad es que se inste desde el Consejo de Seguridad de la ONU un procedimiento ante la CPI, pero el derecho de veto que posee Rusia impediría que se pudiera aprobar una resolución semejante.
Hay una alternativa más: la creación de un tribunal específico, al estilo de los que se crearon para juzgar los crímenes de Ruanda o de la antigua Yugoslavia. Aún así, esta opción es tan complicada o más que las otras, entre otras razones porque la creación de un tribunal especial suele depender del Consejo de Seguridad de la ONU. Y ahí nos volvemos a encontrar con el derecho de veto ruso.
Todo lo anterior no tiene valor si no se puede juzgar a Putin en su presencia. La CPI no juzga a personas en su ausencia. Este ha sido el caso de otros jefes de Estado que han sido acusados y posteriormente no fueron llevados ante la CPI al no poder ponerlos delante del tribunal. Putin tendría que ser extraditado por Rusia.
Un largo proceso
A las dificultades para sentar a Putin en el banquillo hay que añadir una más: sería un proceso largo, tal como recuerdan los expertos. "Cualquier enjuiciamiento penal requiere una serie de pasos, incluida la recopilación de evidencia física, entrevistas y recopilación de testimonios de testigos, recopilación de información contextual y documentación que explica las circunstancias en las que se cometieron los delitos. Y tratar de hacer esto en el contexto de una guerra activa en curso hace que sea difícil hacerlo", explicaba este pasado lunes Marti Flacks, director de la Iniciativa de Derechos Humanos en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, a Euronews.
Además, en caso de que Putin fuera juzgado, tener un veredicto en firme podría tardar años. Los procedimientos de la CPI tardan años. De hecho, la CPI inició en 2014 un proceso por la anexión de Crimea que aún sigue sus curso.
Un paria internacional
De lo que no cabe duda es de que si reúnen las pruebas suficientes, algo que no parece difícil a tenor de lo que está sucediendo en Ucrania, "el fiscal puede pedir a la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI que dicte una orden de detención contra Putin", según comentó el abogado Blas Jesús Imbroda Ortiz, expresidente del Colegio de Abogados Penal Internacional, a Público.
"Debería la Corte Penal Internacional actuar ahora con la máxima celeridad. Cierto es que en estos momentos será imposible detener a Putin, pero la orden de detención también significa que Putin no podrá poner un pie en los 123 países miembros de la CPI", añadió Imbroda. Putin no se sentaría en el banquillo pero se convertiría en un paria internacional que no podría salir de Rusia.
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