Estados Unidos ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que vote inmediatamente una resolución para permitir el uso de dos cruces fronterizos adicionales para llevar ayuda de emergencia a la zona opositora en el noroeste de Siria, que ha sido afectada por los terremotos recientes.

La embajadora de EEUU en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha señalado la importancia de que la comunidad internacional actúe rápidamente. La ONU y sus socios humanitarios solo están autorizados a usar sin el permiso de Damasco el cruce de Bab al Hawa, entre territorio turco y la provincia de Idlib en este momento.

Por esta razón, buscan que el presidente sirio Bachar al Asad dé luz verde para usar más pasos fronterizos, lo que haría innecesaria una resolución del Consejo de Seguridad. El el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo tras mantener una reunión con Al Asad que el líder sirio se mostró abierto a considerar la apertura de accesos adicionales en la frontera.

La OMS se ha comprometido a apoyar al pueblo sirio y responder a esta crisis. Concretamente, la organización ha declarado que tiene convoyes de ayuda humanitaria listos para enviar a las zonas controladas por rebeldes en Siria, pero espera la apertura de nuevos puntos de acceso fronterizos para agilizar el envío.

El tema de la ayuda transfronteriza a las áreas opositoras de Siria ha sido objeto de controversia en el Consejo de Seguridad, con Rusia, un fuerte aliado de Al Asad, que ha ido reduciendo el número de cruces disponibles hasta limitarlo a solo uno. Para abrir nuevos cruces, se necesita, como mínimo, una abstención por parte de la delegación rusa, ya que tienen el poder de veto.

La agencia turca de emergencias, Afad, ha informado que al menos 31.643 personas han fallecido y otras 80.000 han resultado heridas en los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 que el pasado lunes devastaron el sureste de Turquía, y que han dejado también un mínimo de 3.575 muertos en Siria.