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La tregua por la Navidad ortodoxa da un respiro en Ucrania ante una próxima escalada bélica

Moscú y Kiev mueven sus fichas hacia una inminente escalada bélica, a pesar de las nuevas llamadas internacionales al diálogo y de los gestos simbólicos, como el alto el fuego de 36 horas ordenado por Putin para celebrar la Navidad Ortodoxa.

Un hombre en un edificio destruido por un ataque con misiles en Druzhkivka, Ucrania este 4 de enero de 2023.
Un hombre en un edificio destruido por un ataque con misiles en Druzhkivka, Ucrania este 4 de enero de 2023. Clodagh Kilcoyne / REUTERS

El tiempo juega ya en contra de rusos y ucranianos en la guerra que los enfrenta. Moscú quiere consolidar su poder en la franja oriental de territorio arrebatado a Ucrania y Kiev trata de recuperar al menos una parte significante de las regiones invadidas que le pueda dar fuerza en unas eventuales negociaciones. Sin embargo, el diálogo parece aún muy lejano, a pesar de los últimos llamamientos de actores internacionales como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

La primera mitad de 2023 es clave para dar la vuelta a la guerra y ambos contrincantes se preparan para un remonte de la contienda en el que la intervención de Estados Unidos y los países europeos es cada vez más flagrante y comprometida, como también parece evidente la voluntad rusa de llegar a las últimas consecuencias para mantener la "nueva realidad" de la Ucrania ocupada y frenar el avance occidental hacia sus fronteras.

En medio de sus particulares desastres de la guerra, en los que las vidas de civiles y soldados conscriptos cuentan cada vez menos, los ejércitos de Rusia y Ucrania mueven sus engranajes para cambiar el curso de la contienda, en una escalada bélica que podría terminar de devastar el país invadido o conmover hasta sus cimientos al invasor. O ambas cosas. Pues no solo está en juego el destino de Ucrania como estado independiente, sino también la propia estabilidad y supervivencia del régimen de Vladímir Putin.

Los ejércitos de Rusia y Ucrania mueven sus engranajes para cambiar el curso de la contienda

El Ministerio de Economía de Ucrania ha reconocido que el PIB de su país se desplomó en un 30,4% en 2022, a consecuencia de la destrucción producida por la guerra, especialmente por los ataques rusos a los centros de distribución de energía y otras infraestructuras críticas ucranianas.

Pero en Rusia podría ser peor. Tal y como señalan los politólogos e historiadores Liana Fix y Michael Kimmage en el último número de la revista Foreign Affairs, una derrota de Rusia en Ucrania podría tener consecuencias positivas para muchos de sus vecinos, pero también podría "crear un vórtice de inestabilidad que afectaría a todo el planeta". De ahí la imposibilidad de Moscú para aceptar la retirada de sus tropas como paso ineludible para negociar, como reclama Kiev.

El presidente turco pide un alto el fuego unilateral a Putin

Aún así, se siguen produciendo los intentos internacionales de reconducir la guerra hacia un armisticio. Erdogan ha pedido este jueves a Putin un "cese el fuego unilateral" para negociar una "solución justa" a la guerra. El líder turco también se ha ofrecido a mediar entre Putin y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. El líder ruso ha respondido que no tiene problema alguno para sentarse a una mesa con el presidente ucraniano siempre y cuando se cumplan todas las exigencias del Kremlin. Más alto e imposible de alcanzar no podría haber puesto el listón.

Como muestra de buena voluntad, sin embargo, Putin ha ordenado un alto el fuego temporal, del 6 al 7 de enero, para celebrar la Navidad ortodoxa. Esta es la primera tregua anunciada por alguno de los contendientes desde que empezó la guerra el pasado 24 de febrero. La orden, solicitada por el patriarca ortodoxo Cirilo, ya ha sido calificada por Kiev como una "hipocresía".

Es la primera tregua anunciada por alguno de los contendientes desde que empezó la guerra

En su conversación con Erdogán, uno de los pocos interlocutores que tiene en la OTAN, Putin ha reclamado que se tengan en cuenta las "nuevas realidades territoriales" de Ucrania, es decir, la aceptación por el Gobierno de Kiev de la partición de facto de su país con la anexión de una quinta parte por Rusia.

La nueva realidad ucraniana, según el guión de Putin, es el reconocimiento por Kiev de la anexión de las regiones de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, invadidas en esta guerra que comenzó el 24 de febrero. Según este esquema, Ucrania también tiene que renunciar definitivamente a Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

Por mucho que Erdogan trate de interceder entre Putin y Zelenski, las dos partes están aún muy lejos de un incipiente diálogo. Como parte de sus demandas para una negociación, Putin también ha exigido la desmilitarización de Ucrania, algo impensable, ni en estos momentos ni en un futuro.

La promesa de nuevas partidas de armamento a Ucrania con las que podría organizar una contraofensiva de grandes dimensiones, el incremento de los bombardeos tácticos rusos sobre las infraestructuras críticas ucranianas, así como la llegada de nuevos contingentes militares enviados por el Kremlin a los territorios ocupados auguran más bien una intensificación de las operaciones bélicas en los próximos meses.

Francia será el primer país en enviar tanques a Ucrania

Este miércoles, el presidente francés, Emmanuel Macron, le prometió a su homólogo ucraniano carros de combate ligeros AMX-10RC para el ejército ucraniano. Este tipo de blindado a ruedas es un arma ideal dada su movilidad para la protección del avance de la infantería. Es decir, podría ser el blindado de apoyo perfecto en una ofensiva a gran escala, de ahí la celeridad para el despacho de estos tanques. Es anfibio y puede ser empleado para misiones de reconocimiento en la vanguardia de un ataque masivo.

Es la primera vez que un gobierno europeo decide enviar carros de combate occidentales a Ucrania, una de las líneas rojas trazadas por Moscú a la creciente ayuda con armas al Gobierno de Kiev. Y ya hay quienes en Europa reclaman a los alemanes que hagan lo mismo con los poderosos Leopard II, unos carros de combate que podrían dar un vuelco a la guerra de posiciones que actualmente se lleva a cabo en Ucrania.

Hasta el momento, Alemania se ha negado a enviar este tipo de tanques, tan requeridos por Zelenski, pero la entrega de la treintena de AMC-10RC franceses pone en una posición difícil al Gobierno Olaf Scholz. El canciller alemán había rechazado el suministro de carros de combate para no provocar un mayor enfrentamiento si cabe con Moscú. Alemania tampoco quería ser el primer país europeo en suministrar este tipo de armas, pero el anuncio francés deja sin argumentos a la Administración Scholz.

Moscú denuncia "el papel destructivo" de Occidente 

En el mensaje del Kremlin sobre la conversación telefónica entre Erdogan y Putin, se subraya que el jefe de Estado ruso subrayó "el papel destructivo" que están teniendo los Estados occidentales, al pertrechar con armas y equipos militares al ejército ucraniano, además de proporcionarle "información operativa" y señalarle objetivos.

Uno de esos blancos marcados por la inteligencia occidental pudo ser el edificio donde estaban acuarteladas varias compañías de soldados rusos en la localidad de Makiivka y que fue destruido por misiles ucranianos, con centenares de muertos y heridos en el ataque.

La matanza de reclutas rusos de Makiivka en vísperas de año nuevo parece verse en Kiev, Washington, Londres y Bruselas solo como un exitoso golpe militar y no como una masacre de jóvenes recién incorporados por la fuerza a la guerra.

El jefe de Estado ruso subrayó "el papel destructivo" que están teniendo los Estados occidentales

Y sin embargo, este golpe es el mayor revés sufrido por Rusia desde el comienzo de la guerra, no tanto por el número de soldados perdidos, sino por los errores cometidos por el mando ruso, que permitió a los reclutas el uso de teléfonos móviles fácilmente detectables por las fuerzas ucranianas. Además, los soldados estaban alojados junto a un polvorín de munición, que convirtió el estacionamiento en una trampa mortal.

En Rusia crecen las críticas contra el mando militar de las fuerzas estacionadas en Ucrania y la demanda de un castigo para los oficiales rusos cuyos errores pudieron haber llevado a la masacre.

Rusia marca músculo con sus propios misiles hipersónicos

Pero Rusia tampoco se olvida de que los misiles que destruyeron el cuartel temporal de Makiivka, en la región ocupada de Donetsk, fueron disparados por el sistema HIMARS de alta precisión, donado a Ucrania por Estados Unidos. El presidente de este país, Joe Biden, ya ha señalado que está considerando sumarse a Francia y entregar carros de combate ligeros Bradley al ejército ucraniano, en otra muestra de que esa gran contraofensiva ucraniana podría tener lugar en los próximos meses.

Los Bradley, producidos en los años ochenta del siglo pasado, fueron protagonistas de la invasión de Irak por Estados Unidos en 2003. Con su potencia de fuego y gran movilidad superaron incluso a los carros de combate pesados Abrams a la hora de destruir objetivos enemigos.

Como parte de la contrapropaganda rusa, el Kremlin está exhibiendo estos días sus misiles Zircon, un arma hipersónica que supera nueve veces la velocidad del sonido y alcanza blancos a mil kilómetros. Moscú parece dejar claro que no teme los ataques del sistema HIMARS y que su intención es seguir machacando el territorio ucraniano con todo su arsenal artillero y misilístico.

Los misiles Zircon están a bordo de la fragata Almirante Gorshkov, que zarpó el miércoles de un puerto ruso no mencionado. Putin habló con el puesto de mando del navío, que navegará por el Atlántico, el Mediterráneo y el océano Índico. En su patriótica alocución, Putin subrayó que este tipo de misil "no tiene análogos en el mundo" y "ayudará a proteger los intereses nacionales" de Rusia. Es la primera vez que los misiles Zircon, cuyos primeros ensayos datan de 2021, son desplegados en una situación de guerra.

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