Turquía acusó a Grecia de la muerte por congelación de 19 migrantes que intentaban cruzar la frontera entre ambos países. Tras ser rechazados por la policía griega en el río Evros, el Gobierno turco denunció que les quitaron los zapatos y les mojaron la ropa.

"De 22 migrantes rechazados por unidades fronterizas griegas tras quitarles los zapatos y mojarles la ropa, 12 han muerto congelados", denunció el ministro turco del Interior en su cuenta de Twitter. Süleyman Soylu afirmó que los migrantes fueron localizados en Ipsala, justo en la frontera con Grecia. Posteriormente la cifra subió a 19 fallecidos.

"La Unión Europea está desesperada, débil y no tiene humanidad. Las unidades fronterizas griegas matan a los oprimidos", agregó el ministro en su mensaje. Además, publicó cuatro fotografías difuminadas donde se ven ocho cuerpos en el suelo vestidos con ropa ligera.

El río Evros a la altura de Ipsala es una de las rutas frecuentes para migrantes, donde las corrientes y el frío se cobran víctimas a menudo. En los últimos días, las temperaturas en Ipsala han estado apenas por encima de los cero grados.

Turquía denuncia casi todos los días devoluciones en caliente de migrantes por parte de las autoridades griegas, según recoge EFE. Normalmente tienen lugar en la ruta marítima entre las islas griegas y Anatolia.

Un día antes, la agencia turca Anadolu informó del rescate de 163 migrantes en el mar Egeo tras varias operaciones de los guardacostas. Según el medio, las lanchas de los migrantes habían sido empujadas de vuelta a aguas turcas por patrullas griegas.