Este artículo se publicó hace 2 años.
Ucrania busca aislar a Rusia fuera del campo de batalla
El primer paso de esta estrategia es involucrar a la ONU en la solución del enfrentamiento en la central de Zaporiyia, cuyos niveles de radiación son normales, según Kiev y Moscú.
Con la central nuclear de Zaporiyia en manos rusas, Kiev intenta implicar a toda costa a la comunidad internacional en su conflicto armado con Moscú, que se opone a la internacionalización de la guerra. Con respecto a ello, tanto Rusia como Ucrania han anunciado que la radiación está en niveles normales.
"Si dejamos que Rusia gane la guerra, entonces podrá dictar sus condiciones a Europa. En el mundo comenzará una reacción en cadena en la que otros Estados autoritarios entenderán que pueden lograr sus objetivos con la ayuda de una guerra agresiva", aseguró Mijailo Podolyak, asesor presidencial ucraniano, a un diario finlandés.
Con el general invierno a la vuelta de la esquina, Kiev no sólo necesita armamento para mantener el tipo en el campo de batalla antes de las primeras nevadas, sino también el apoyo del mayor número de países en el mundo para aislar diplomáticamente al Kremlin.
Primer paso: involucrar a la ONU
Para ello, deberá en primer lugar conseguir involucrar a la ONU en el arreglo del contencioso por el control de la mayor planta atómica de Europa, objeto de bombardeos diarios y que esta semana fue desconectada durante más de 24 horas de la red eléctrica general.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) mantiene intensas negociaciones para enviar una misión de inspección a la planta, para lo que ya tiene el visto bueno de rusos y ucranianos.
Para el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la única forma de reducir al mínimo el riesgo de una catástrofe nuclear es que el Ejército ruso ceda de manera permanente el control de la planta a la agencia nuclear ucraniana, Energoatom, algo a lo que Moscú no está dispuesta.
Tampoco quiere oír hablar de la desmilitarización de la zona, donde Rusia habría emplazado vehículos militares, aunque no "armamento pesado", según desmintió el sábado el general Ígor Konashénkov, portavoz de Defensa ruso.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha sido duramente criticado por Moscú por dicha propuesta y por obstruir supuestamente la llegada de la misión del OIEA y negarse a condenar los ataques ucranianos.
La radiación, en niveles normales
Tanto el Ministerio de Defensa ruso como la operadora estatal energética ucraniana, Energoatom, han confirmado este domingo la total normalidad en los niveles de radiación de la planta nuclear de Zaporiyia.
"En la actualidad, personal técnico supervisa a tiempo completo el estado técnico de la central nuclear y asegura su funcionamiento", ha hecho saber el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado recogido por la agencia TASS. "La situación de radiación en el área de la central nuclear", ha añadido, "sigue siendo normal".
No obstante, Moscú ha denunciado nuevos ataques ucranianos contra las instalaciones, concretamente dos proyectiles de artillería que han impactado cerca del reactor número 6 y en una estación de bombeo para la refrigeración de la central, respectivamente.
Ucrania no ha respondido a estas últimas acusaciones y se ha limitado a denunciar por contra nuevos ataques rusos en las inmediaciones de la planta, según han informado las autoridades locales en un comunicado recogido por el portal ucraniano Golos.
En lo único que están de acuerdo ambos bandos es en el rechazo a estas alturas de las negociaciones, ya que Kiev asegura que no renuncia a recuperar los territorios ocupados, lo que incluye la anexionada península de Crimea, y Moscú insiste en demandar la total capitulación del enemigo.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.