La UE se une para castigar a Hamás pero no actúa contra la violencia de los colonos israelíes en Cisjordania
El último Consejo de Asuntos Exteriores del año concluye certificando que la situación en Gaza es "apocalíptica". La UE sufre para defender una postura común en tierra santa.
María G. Zornoza
Bruselas-Actualizado a
Los 27 ministros de Asuntos Exteriores de la UE se han dado cita este lunes en la capital comunitaria con la crisis de Oriente Próximo en lo alto de la agenda. Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, ha constatado en rueda de prensa que todavía no hay unanimidad para sancionar a los colonos violentos de Cisjordania, pero sí hay consenso para endurecer las medidas contra el grupo terrorista Hamás.
"Estamos alarmados por la violencia en Cisjordania por los colonos violentos. Y estamos alarmados por el hecho de que el Gobierno israelí haya aprobado la construcción de otras 1.700 viviendas en Jerusalén Este para expandir los asentamientos, que son ilegales bajo el Derecho Internacional. Condenamos esta decisión y prepararemos un comunicado sobre ello", ha afirmado el jefe de la diplomacia europea. El español hará una propuesta para sancionar a los colonos extremistas en Cisjordania siguiendo los pasos de EEUU y usando el marco europeo de derechos humanos. Será presentado a los Estados miembros.
En Cisjordania han sido asesinados más de 250 palestinos en los últimos dos meses
La expansión de los asentamientos ilegales se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años dificultando la continuidad territorial de Palestina. La UE afirma con frecuencia que la única solución posible para garantizar una paz duradera y sostenible en tierra santa es la consumación de los dos estados. Pero es una visión muy idealista para muchos. Al estatus de Jerusalén o la cuestión de las fronteras se unen el rechazo del Gobierno hebreo a este escenario y una sociedad crecientemente escéptica. Pero especialmente se suma el obstáculo de expansión de los asentamientos y creciente violencia de los más extremistas. Una tendencia que se ha redoblado con la guerra actual. En Cisjordania han sido asesinados más de 250 palestinos en los últimos dos meses.
Con el Cuarto Convenio de Ginebra en 1949 y el Estatuto de Roma en 1998 la comunidad internacional prohibió la perpetuidad de la ocupación. En 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 233, que estipula que Israel debe cesar inmediata y completamente todas las actividades de asentamiento.
"Ha llegado el momento de pasar de las palabras a los hechos y decir que estamos preocupados, que lo estamos; que condenamos, que lo hacemos, y pasar a tomar las medidas que podemos contra los actos de violencia contra las poblaciones palestinas en Cisjordania. Ya son demasiados actos de violencia y demasiados muertos, sobre todo después el 7-O. Lo hemos discutido hoy, no puedo decir que haya habido unanimidad, pero todavía no he puesto la propuesta sobre la mesa", ha reconocido Borrell en rueda de prensa.
La UE sí está más cerca de castigar a Hamás, en la lista negra de Bruselas como grupo terrorista desde 2003. La semana pasada, los europeos sancionaron a dos altos mandos de su brazo armado. Ahora, debaten una propuesta impulsada por Francia, Alemania e Italia que busca asfixiar económicamente a la organización. Según Borrell, ninguno de los Veintisiete ha expresado su oposición, por lo que no se prevén sobresaltos una vez que los trabajos a nivel técnico estén aterrizados.
Violencia contra los palestinos
La violencia de los radicales en Cisjordania se une a la voracidad con la que el Ejército israelí está respondiendo en la Franja de Gaza. “La situación de los civiles en Gaza es catastrófica y diría que apocalíptica. La respuesta israelí está dejando un número increíble de muertes civiles. Creo que el sufrimiento humano constituye un desafío sin precedentes para la comunidad internacional", ha reconocido Borrell en rueda de prensa.
Entre el 60 y el 70% de las personas fallecidas en el enclave desde el 7 de octubre son civiles. Según las autoridades gazatíes, han muerto más de 18.000 personas, aunque probablemente será una cifra mayor con muchas personas atrapadas en los escombros. El 85% de la población, un total de 1,9 millones de personas, han sido desplazadas internamente en un nivel de destrucción que Borrell ha equiparado al de las ciudades alemanas durante la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de ello, las llamadas de la comunidad internacional para pedir un alto al fuego escasean. La semana pasada, Estados Unidos bloqueó una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. El martes, la Asamblea General de Naciones Unidas votará otra no vinculante y se espera que en línea con lo que ocurrió la última vez, los países europeos muestren aquí sus fisuras. Por lo pronto, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha enviado una carta a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, junto a los mandatarios de Malta, Bélgica e Irlanda para pedir un debate en la cumbre europea del próximo jueves y viernes sobre la situación en Gaza. Sánchez habla de exigir un alto al fuego humanitario, pero no hay consenso para ello.
José Manuel Albares, ministros de Asuntos Exteriores español, ha afirmado en rueda de prensa que es una opinión compartida más allá de los cuatro firmantes de la misiva, pero algunos como Alemania o Austria no quieren entrometerse en los límites de Israel a defenderse.
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