El jefe del Centro Europeo contra el Terrorismo de Europol, Manuel Navarrete, ha presentado este martes en la Eurocámara el informe sobre la situación y las tendencias del terrorismo en la Unión Europea (TE-SAT). Ha alertado de que, a pesar de que no hayan aumentado significativamente los ataques de extrema derecha, existe un clima de animadversión contra grupos minoritarios.

La agencia cifra en 119 los ataques terroristas en 2019, contando las acciones perpetradas, fallidas y desmanteladas. Fruto de estas acciones en territorio comunitario, 2019 se saldó con 10 muertes y 27 heridos, además de 1004 detenciones.

De los 119 ataques terroristas, 57 de ellos fueron por grupos etnonacionalistas y separatistas, 21 de corte yihadista, 26 por movimientos anarquistas y de extrema izquierda y seis por terrorismo de extrema derecha. A juicio de la Europol, esta última cifra se debe a que no todos los Estados miembros cuentan con una legislación que considera ciertas acciones como ataques terroristas.

Navarrete ha alertado a los eurodiputados y eurodiputadas presentes de que hay un "incremento de incidentes violentos de inspiración de extrema derecha, aunque no se puedan calificar de actos terroristas". Así, ha explicado que hay un sentimiento creciente de xenofobia, odio a los judíos y musulmanes, que podrían desencadenar en acciones violentas, y que cada vez tienen más vínculos internacionales.

El informe hace hincapié en el gran número de grupos de extrema derecha que incitan a cometer actos violentos a través de redes sociales y grupos de WhatsApp. Además, desde estas plataformas animan a los usuarios a perpetrar acciones de forma autónoma, siguiendo la misma lógica que el yihadismo, con los conocidos como lobos solitarios. Según el texto, también interactúan en otros países a través de conciertos y otros eventos.

La agencia explica que en el extremismo de derechas presenta una ideología no uniforme, y lo aglutinan grupos como los neonazis, neofascistas o nacionalistas ultras. Personas con un elemento común- raza, nacionalidad o cultura- que creen que son superiores al resto y atacan a las minorías. Estas acciones pueden ser de corte racista, misógino o xenófobo, pero todos coinciden en el rechazo a la diversidad y a los derechos de las minorías.

De los seis atentados que hay contabilizados en 2019 por grupos de extrema derecha, 4 se produjeron en Reino Unido, 1 en Polonia y 1 en Lituania. Sin embargo, han saltado las alarmas en un gran número de países, como Dinamarca, Alemania Bélgica o Portugal, por un repunte de movimientos contra la comunidad judía y musulmana.

Desde el grupo socialista, la diputada sueca Evin Incir, ha insistido en que las autoridades de su país alertan de que algunos movimientos de extrema derecha ligados con acciones contra colectivos judíos, musulmanes o del LGTBI podrían estar coordinados con terceros países como Rusia.

¿Y el terrorismo machista?

Según el informe, algunos grupos de extrema derecha también ven en el feminismo un enemigo, porque consideran que se ha inventado para distraer a las mujeres de su rol como madres. Esto hace que baje la natalidad en los países occidentales y haya más inmigrantes en Europa.

En esta línea, la eurodiputada de Izquierda Unitaria, Claire Daly, ha subrayado que cada año mueren en Europa más de 3.500 mujeres por el simple hecho de ser mujeres. "Esta violencia no recibe ni una fracción de la atención ni de los recursos que se invierten en la lucha contra el terrorismo", ha añadido.

Así, la eurodiputada ha calificado el texto de "informe político" y ha asegurado que tiene "tintes discriminatorios hacia los musulmanes e inmigrantes, cuando no son los colectivos que más ataques hacen en el bloque comunitario". 

Claire Daly ha denunciado que, "estadísticamente, el lugar más peligroso del mundo para las mujeres es su propio hogar". "Sin embargo, la UE dedica millones de euros de su presupuesto plurianual contra el terror, mientras que los servicio contra la violencia machista luchan por mantenerse a flote", ha lamentado. "Si la UE quiere hacer del mundo un lugar más seguro, debe dedicar más tiempo y atención a otros peligros, en lugar de solo apoyar el complejo militar", ha concluido la eurodiputada de GUE.

Terrorismo etnonacionalista y separatista

Manuel Navarrete ha subrayado que a pesar de que la cifra sigue siendo elevada, hay una tendencia a la baja, ya que en 2018 se registraron 129 atentados terroristas y el año anterior, 205. Así, insiste que una de las razones es el descenso de acciones de grupos etnonacionalistas y separatistas, que siguen estando a la cabeza.

Según el informe, 57 de los 119 atentados son ataques etnonacionalistas o separatistas y la mayoría de ellos siguen relacionados con el grupo de Disidentes Republicanos (DR) de Irlanda del Norte.

Europol afirma que ETA sigue inactiva y aplaude que este año se hayan descubierto dos zulos con explosivos y armas. Sin embargo, alerta de que existe una facción más radical en la izquierda abertzale, que estarían instando a las autoridades a una amnistía total y podría querer recuperar el lugar de la banda terrorista en la escena separatista vasca.

La oficina europea reconoce que las acciones violentas relacionadas con el separatismo han disminuido y, a día de hoy, son residuales en España, y tan solo se ha dado en 2019 un ataque catalogado como terrorismo. Así, Europol señala el papel del grupo juvenil Ernai como promotores de protestas en el ámbito abertzale y advierte de la posible radicalización de una parte.

El informe también recoge que Residencia Galega es el único grupo terrorista en activo en España, aunque no consta ningún atentado desde hace seis años.
En el caso de los ataques de inspiración anarquista y de extrema izquierda, Europol ha contabilizado 26 casos- 22 en Italia, 2 en Grecia y 2 en España. Así, la oficina europea ha informado de que en 2019 se triplicaron las detenciones en esta dirección.

Por último, el eurodiputado popular Javier Zarzalejos ha preguntado por la posible relación entre la pandemia y el terrorismo, así como si Europol estudia un escenario de ataque biológico. Manuel Navarrete ha subrayado que no han descubierto un nuevo modus operandi durante la pandemia, pero sí que han constatado que "hay grupos que están aprovechando la situación sanitaria para extender el miedo, reclutar y radicalizar".