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Bruselas tendrá que dar explicaciones por escrito sobre sus negociaciones secretas del pacto TiSA

IU presenta en la Eurocámara una batería de preguntas a la Comisión Europea sobre los peligros del acuerdo para la seguridad alimentaria, medioambiental y farmacéutica, y sobre el peso de tres paraísos fiscales y de las multinacionales en las negociaciones, celebradas de espaldas a la ciudadanía.

La europarlamentaria Marina Albiol durante una sesión plenaria, en febrero. Archivo del PE.

MADRID.- La tendencia de la Comisión Europea a negociar acuerdos comerciales de espaldas a la ciudadanía le ha jugado una nueva mala pasada esta semana. Si el Europarlamento suspendía la votación del informe de posición de la cámara sobre el TTIP de este mismo miércoles (y también el debate al respecto) al no haber logrado un acuerdo entre los partidos que conforman la Gran Coalición (socialistas, conservadores y liberales), Izquierda Unida aprovechaba para pedir cuentas a la Comisión sobre las negociaciones de otro acuerdo secreto, el TiSA, sobre las que ha dado cuentas este diario desvelando en exclusiva en España la última filtración de Wikileaks al respecto del tratado de servicios.

Así, la formación ha registrado toda una batería de preguntas para la Comisión, que deberá responder por escrito a cuestiones sobre el peligro para la seguridad alimentaria, medioambiental o farmaceútica que supondría la eliminación de barreras comerciales que promueve el TiSA, o sobre la posibilidad de que Bruselas esté incumpliendo la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, que establece que estos acuerdos deben someterse a debate democrático. Eso no está ocurriendo en el caso del Trade In Services Agreement (TiSA), que hoy negocian cincuenta países, entre ellos tres paraísos fiscales, con Suiza y Panamá a la cabeza, y no está previsto que el telón del secreto se levante, al menos, hasta cinco años después de la aprobación del acuerdo, para el que no hay una fecha fija. 

"¿Considera la Comisión que tienen legitimidad democrática para ser parte de estas negociaciones sin haberse debatido antes en ninguna institución electa por sufragio universal?", cuestionan los eurodiputados del grupo de la Izquierda Unitaria Europea Marina Albiol, Javier Couso, Paloma López, Lidia Senra (AGEe) y Ángela Vallina, subrayando las "enormes consecuencias" que tendrá el acuerdo sobre los habitantes del Viejo Continente. 

Peligro de desregulación financiera

IU: "El TiSA pretende eliminar la capacidad de los Estados de regular sobre determinados elementos del sector servicios"

IU recuerda que según la Comisión Stiglitz de Naciones Unidas "la falta de regulación financiera ha sido la causa de la crisis global que tan nefastas consecuencias ha tenido para la economía y el empleo en el conjunto de la UE". Por ello alerta de los riesgos de eliminar "el derecho democrático de los estados a regular su propia economía", algo que defienden los tres paraísos fiscales que participan en las negociaciones, y que chocaría frontalmente contra el paquete de transparencia fiscal presentado por la Comisión, que oficialmente defiende seguir una línea de actuación totalmente distinta.

La formación cuestiona también si esta eliminación de barreras comerciales podría suponer un riesgo "en las condiciones de vida" de los europeos, al aceptar entrar en el mismo marco de países como Estados Unidos, donde la "desregulación" en materia de seguridad medioambiental "ha puesto en peligro la vida de numerosas personas y ha generado enfermedades entre la población al no existir límites en, por ejemplo, los vertidos contaminantes que realizan determinadas industrias".  En materia de seguridad alimentaria, IU sostiene que con el acuerdo "se abriría la puerta a productos que no han sido testados" de acuerdo a los estándares europeos, más exigentes.

Además, Albiol, Couso y el resto de parlamentarios advierten de que el TiSA "pretende eliminar la capacidad de los Estados de regular sobre determinados elementos del sector servicios". "Se pone en riesgo la regulación de servicios básicos como las comunicaciones o el transporte, con el riesgo que comportaría dejar a parte de la ciudadanía excluida de ellos", reza el escrito.

Las preguntas de IU llegan en un momento delicado para la Comisión y para quienes defienden a capa y espada este tipo de acuerdos de corte neoliberal. Las presentaron en el registro del Europarlamento este mismo martes, el día en que el presidente de la Cámara canceló la votación del miércoles, una de las más mediáticas de toda la legislatura, y que habría mostrado la gran división con respecto al TTIP existente en el parlamento. Sólo un día después, este jueves, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, deberá comparecer ante la Comisión de Economía del Congreso para dar cuentas sobre el TiSA a raíz de las revelaciones de Wikileaks y este diario.

Hace apenas un año el TiSA o el TTIP eran absolutos desconocidos para la opinión pública, y hoy los detractores de ambos acuerdos sacan pecho porque la presión ciudadana haya logrado meterlos en la agenda pública, hacerlos visibles a pesar de los intentos de los negociadores por mantenerlos en la sombra.

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