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El PSOE se planta ahora y dice que votará contra el blindaje a las empresas en el TTIP

El resto de socialistas europeos deberán dejar clara su postura antes del miércoles, cuando el Parlamento Europeo vota un informe sobre las líneas que a su juicio deben respetarse durante la negociación del tratado entre la UE y EEUU.

Un grupo de manifestantes protestan contra el TTIP en la Estación del Sur de Bruselas increpando a los eurodiputados que se subían al tren rumbo a Estrasburgo. /EFE

MADRID.- No van a reconocer haber dado un golpe de timón; no van a dejar de repetir que siempre han mantenido la misma postura sobre el TTIP, pero este lunes el PSOE ha hecho una nueva promesa en relación a este tratado de libre comercio.

La jefa de la delegación de los socialistas españoles en el Europarlamento, Iratxe García, aseguraba este lunes que el PSOE no apoyará el informe que este miércoles votará el pleno de la cámara en Estrasburgo si este no incluye el rechazo explícito al mecanismo de blindaje de las multinacionales o ISDS, uno de los puntos más polémicos del acuerdo de libre comercio que Washington y Bruselas negocian entre bambalinas.

Los socialistas europeos se convirtieron en el blanco de las críticas de los opositores al TTIP cuando evitaron apoyar una enmienda que rechazaba explícitamente el recurso al mecanismo ISDS (Investor State Dispute Settlement) en el polémico acuerdo. En su lugar apoyaron otra que defendía seguir la línea propuesta por la Comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström,que en el mes de mayo planteó una reforma de este mecanismo que para varias fuerzas políticas y organizaciones civiles supone sólo una reforma "cosmética".

En esa votación en la Comisión de Comercio Internacional (INTA), el pasado 28 de mayo, los socialistas se mostraron a favor de recurrir a las justicias nacionales y no a los tribunales de arbitraje que impone el ISDS, y abrieron la puerta a la creación de un ente jurídico internacional que permita resolver las disputas entre empresas y estados sin recurrir a los árbitros privados, algo que EEUU debería aprobar para ser incluido en el acuerdo, y que hasta la fecha rechaza tajantemente.

Cerrar la puerta al ISDS

La polvareda provocada por esta decisión, que los socialistas justifican en la necesidad de lograr un informe que ponga límites claros a los negociadores, les forzó a mojarse algo más la pasada semana, cuando plantearon enmiendas a sus propias enmiendas. La semana pasada presentaron tres nuevas enmiendas que estarán negociando hasta poco antes de la votación final, antes de la que deberán haber dejado claras las posturas de las distintas formaciones dentro de la familia europea (S&D).

Sin embargo, el PSOE, que no ve un cambio de actuación entre lo votado en primera instancia y lo defendido este lunes, insiste en que votarán en contra del informe, haga lo que haga su grupo, si este no cierra la puerta de forma explícita al ISDS.

Frente a las críticas de estas semanas a su decisión en la Comisión INTA, los socialistas se han defendido hablando de "matices lingüísticos" y argumentando que a pesar de no haber votado una enmienda que vete explícitamente este blindaje su grupo siempre ha estado contra los tribunales arbitrales del ISDS. Estos permiten a las empresas demandar a estados por cifras millonarias si las multinacionales se consideran perjudicadas por los cambios normativos que apliquen los estados en los que inviertan, siempre ante árbitros del sector privado, y no ante las justicias nacionales.

Reunión con los contrarios al TTIP

Este lunes el PSOE reforzaba su posición y apostaba de forma clara por la creación de un tribunal internacional en el encuentro con la prensa en la sede de la Comisión Europea y el Europarlamento en Madrid. Apenas unos minutos después del encuentro de García, Inmaculada Rodríguez-Piñero y Sergio Gutiérrez con la prensa, los dos últimos eurodiputados partían a un encuentro a puerta cerrada con representantes de la Campaña Estatal No al TTIP, que aglutina a centenares de organizaciones de la sociedad civil contrarias al polémico tratado. Saben que las negociaciones seguirán en marcha hasta poco antes de la votación en Estrasburgo, y ven a los socialistas europeos como potenciales aliados necesarios para dar portazo a los tribunales arbitrales que blindarán a las empresas.

Las próximas cuarenta y ocho horas serán claves para determinar la hoja de ruta de los socialistas europeos, y por tanto para el resultado de la votación del próximo miércoles. El informe que votará el Europarlamento no es vinculante, pero sirve para acotar el terreno a los negociadores, que bajo el mandato de la Comisión Europea tejen el polémico tratado de libre comercio, criticado por la opacidad de las conversaciones entre la UE y EEUU o por el excesivo peso en las reuniones de las multinacionales y sus representantes, las principales defensoras del acuerdo.

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