Un informe hecho público este martes por el Ministerio de Igualdad deja patente el problema de las infradenuncias por violencia de género en nuestro país. El documento titulado XIII Informe Anual del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer desvela que de las 835 mujeres víctimas mortales registradas desde que se dispone de información sobre tutela institucional (1 de enero de 2006) hasta finales de 2019 (fecha que evalúa el documento), solo se habían presentado denuncia por violencia de género en 217 casos. Es decir, que del total de mujeres asesinadas durante esos 14 años, sólo denunció una media del 26%.

El documento es una radiografía de los datos sobre violencia de género ocurridos en el año 2019, pero las cifras siguen siendo bajas en los años posteriores. Incluso, más bajas de esa media. 

Según los datos estadísticos publicados por la Delegación del Gobierno contra la violencia de género, la media de denuncia de las mujeres asesinadas en 2020 (un año atípico por la pandemia que registró 48 víctimas), fue de sólo un 16,7%. Sólo ocho habían denunciado a sus agresores. A lo largo del año pasado un 19,1% de las mujeres víctimas de la violencia de género había presentado denuncias previas.

Otro dato que desvela el informe es la baja cantidad de denuncias que se presentan por esta tipo de violencia por parte del entorno de las víctimas. De las 1.825.608 denuncias por violencia de género presentadas desde 2007 hasta 2019, 1.303.587 fueron interpuestas directamente por las víctimas de violencia de género en juzgados o policía, 256.855 procedían de atestados policiales por intervención directa, 196.679 derivaban de partes de lesiones, 38.266 fueron interpuestas por servicios de asistencia y terceros en general y tan sólo 30.221, por familiares de la víctima.

Según los datos que baraja el Ministerio de Igualdad, fruto de la Macroencuesta sobre la violencia de género, el 80% de las violencias que ocurren en el ámbito de la pareja, queda sin denunciar ni perseguir. Entre las causas principales para no interponer dichas denuncias figura el pánico que atenaza a las mujeres maltratadas y el miedo a las posibles represalias. A lo largo de los últimos años, diversas expertas han señalado también a la desconfianza de las mujeres hacia las instituciones, en especial hacia el sistema de justicia lento y que muchas veces acaba criminalizándolas, sobre todo cuando son madres y temen por la seguridad de sus hijos e hijas.

En España se calcula que cerca del 80% de las mujeres que salen de una relación violenta no lo hacen a través de la denuncia, sino de la separación, pero que los problemas se perpetúan en los juzgados de familia cuando ellas o los menores se oponen a la custodia compartida o a las visitas con el padre por existir una situación de violencia no declarada.

Según datos del Consejo General del Poder Judicial, el porcentaje de denuncias presentadas por familiares de la víctima o terceros se sitúa en cifras "muy bajas", entre el 5 y el 7%. Además, el Observatorio advierte de que en torno al 75% de las mujeres asesinadas eran madres, un dato que relacionan con el elevado porcentaje de casos sin denuncia. "La víctima tiene miedo y no denuncia ante el temor añadido de represalias del maltratador contra sus hijos", señala.

El pasado fin de semana, expertas de distintos ámbitos de especialización, pidieron en el I Encuentro Estatal sobre Violencia Vicaria y Violencia de Género Institucional, medidas concretas y urgentes poner fin a la violencia de género que sufren muchas mujeres y sus hijos cuando denuncian la violencia de género que sufren y sobre la necesidad de mejorar los mecanismos del Estado para evitar la revictimización. Una de las trabas, afirman, para denunciar este tipo de violencias.