Desprotección cuando más lo necesitan: la realidad de las mujeres víctimas de violencia de género en Madrid
La reubicación de víctimas a hoteles por la saturación de los centros de protección lleva ocurriendo desde hace dos años. La Red de Atención a la Violencia de Género denuncia que es una "irresponsabilidad total" por parte del Ayuntamiento.
Eva Ibáñez
Madrid-Actualizado a
Seis mujeres víctimas de violencia de género fueron desalojadas de un hotel, con el que el Ayuntamiento de Madrid tenía un convenio, por la alta demanda provocada por el partido de Champions League entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich que se disputó el pasado miércoles. Desde la Red de Atención a la Violencia de Género de la ciudad denuncian a Público que "no es una forma de acompañar a mujeres que se encuentran en una situación tan vulnerable" y que la responsabilidad es del Ayuntamiento, que es "quien tiene el convenio con los hoteles y quien debería asegurar que esas plazas estén reservadas para ellas".
Los centros de protección a víctimas de violencia de género del Ayuntamiento de Madrid están "completamente saturados", según afirma una trabajadora de la red a Público, "y no pueden acoger a todas las mujeres que demandan protección". Por ello, el Ayuntamiento de Madrid firmó convenios con una serie de cadenas de hoteles que, se supone, paliarían esta situación alojando a las mujeres que no tengan plaza en los alojamientos de protección.
Sin embargo, los hoteles no son "alojamientos seguros para ellas", según denuncia la trabajadora, porque allí no pueden proporcionarles atención y protección 24 horas. Además, los hoteles pueden decidir echarlas "de un día para otro en situaciones en las que prioricen ganar dinero" e incumplir el acuerdo que tienen con el Ayuntamiento, como ocurrió la noche del 8 de mayo, cuando los trabajadores de los hoteles advirtieron a las mujeres que se alojaban allí que tendrían que "dejarlo esa misma noche".
Así, las mujeres, en algunos casos con hijos, tuvieron que recoger sus cosas y acudir a los alojamientos de protección, donde las trabajadoras pudieron encontrar hueco para la mayor parte de las unidades familiares. Otras mujeres pudieron ser realojadas en hoteles de la ciudad. Pero una de las mujeres, que tenía un hijo menor de edad, tuvo que ser reubicada en un hostal de un pueblo de la Comunidad de Madrid, quedando así a muchos kilómetros de los centros donde tienen garantizada la protección. Al quedar fuera de la ciudad, el servicio policial de seguimiento que se le asigna –de ámbito municipal– no pudo acompañarla, y tampoco tuvo acceso a la manutención.
"No es una alternativa segura"
"No es un caso aislado", denuncia la trabajadora de la red en una conversación con Público. La solución de los hoteles es sólo "un parche" que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto a la situación de sobresaturación del servicio de la Red de Violencia de género que lleva dándose desde hace por lo menos dos años, pero "no es una alternativa segura ni adecuada para las mujeres que se encuentran en esa situación tan vulnerable", afirma la trabajadora de la red.
Se está dando el caso, incluso, de "muchas mujeres que abandonan y vuelven al domicilio con el agresor". Las víctimas están en una situación vulnerable, en la que "la toma de decisiones no está totalmente afianzada y cuesta mucho convencerlas de que den el paso, de que salgan de ahí". Y cuando consiguen que den el paso, sostiene la trabajadora, "¿qué alternativa les estamos dando?".
Las mujeres que viven en los alojamientos de protección están totalmente hacinadas, ya que tienen "casi el doble de ocupación" de la que deberían tener. Y las víctimas que tienen que ser reubicadas en hoteles tienen que estar "viviendo día a día, sin saber cuándo van a tener un alojamiento seguro", por lo que muchas prefieren volver a casa.
"Les estás ofreciendo una alternativa por una violencia que han vivido, y al final, la situación que viven sigue siendo violenta". Son mujeres que pueden entrar en crisis, que pueden tener muchas dudas y una dependencia emocional hacia el agresor, y necesitan tener "el refuerzo constante" que las trabajadoras no les pueden dar si se alojan en hoteles.
"Sobre todo los primeros días, necesitan estar vigiladas y acompañadas", declara la trabajadora. Además, cuenta que en los alojamientos hay una serie de normas para protegerlas, como no poder tener el móvil con ellas –porque los agresores las pueden geolocalizar o contactar y manipularlas–, no dejarlas ir a ciertos sitios donde puedan encontrarse con el agresor, o no compartir su ubicación con nadie.
En los hoteles, tampoco pueden garantizar que las mujeres cumplan estas normas. "Nos parece una irresponsabilidad total dejarlas abandonadas a su suerte en un hotel", denuncia la trabajadora.
El Ayuntamiento habla de que las reubicaciones de las víctimas de violencia de género a hoteles son "casos aislados", pero no es cierto, según la trabajadora, que añade que "el último repunte de tener que derivar a hoteles se lleva dando de forma continuada desde diciembre de 2023".
Desde la Red de Violencia de Género piden un aumento de plazas en los alojamientos de protección. "Con el dinero que se están gastando en los hoteles, les saldría mejor construir, hacer otro centro o ampliar el nuestro", concluye la trabajadora, que añade que de momento no tienen respuesta de parte del Ayuntamiento que dirige José Luis Martínez-Almeida.
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