Será la imagen más fotografiada de los próximos días. Mafalda, el icónico personaje del dibujante argentino Quino se ha instalado en un banco del Passeig de La Salzereda de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Es la primera escultura que puede verse en Catalunya y la segunda en el Estado, ya que Oviedo cuenta con una figura de Mafalda desde 2014. La intención del Ayuntamiento de Santa Coloma es dotar al espacio público de valores como la lucha feminista, la pacifista y el sentido crítico.

"Es una niña que tiene una visión del mundo ligada al sentimiento de la ciudad de Santa Coloma", dice su alcaldesa, Núria Parlon, "es un símbolo intergeneracional que quiere un mundo mejor y teníamos muchas ganas de que la ciudad tuviera a Mafalda". La niña con más voz crítica no está sola. Está acompañada de dos de sus amigos, Susanita y Manolito. Un conjunto escultórico ubicado en un lugar estratégico: un banco del Passeig de La Salzereda que por un lado tiene al río Besòs y, por el otro, al edificio de la CIBA, el centro de innovación destinado, principalmente, al emprendimiento de la mujer.

"Mafalda no ha envejecido, está más joven, más rebelde y más luchadora que nunca porque aunque hemos avanzado vivimos en una sociedad que no respeta los derechos de las personas", asegura Maribel Cárdenas, directora de la CIBA. Y basta con ver quién se hace fotografías junto a la escultura. Tanto pequeños como mayores hacen cola para inmortalizar una imagen cerca de una de las niñas más famosas. "Es un icono compartido por todos, muy querido porque genera ternura y espíritu crítico", añade Cárdenas.

La misma imagen que en Buenos Aires

Mafalda nació en 1962 como un personaje de ficción, en formato de tira cómica en la prensa. Creada por el humorista gráfico Quino, la niña de seis años preocupada por la paz mundial se convirtió en todo un símbolo universal sobre todo cuando dio el salto a la pequeña pantalla convertida en serie de dibujos. Odiaba la sopa y era amante de los Beatles pero, sobre todo, era un altavoz crítico, preocupada por las injusticias y las desigualdades sociales.

El personaje de Mafalda vivía en el barrio de San Telmo, en Buenos Aires. Y ahí, a pocos metros del edificio donde vivía su creador, se inauguró el conjunto escultórico de Mafalda, Susanita y Manolito en 2009. Es el mismo que ha llegado a Santa Coloma de Gramenet 13 años después.

El autor es Pablo Irrgang, el artista que ha elaborado la escultura durante cuatro meses a partir del molde que ya utilizó para la figura de Buenos Aires. Lo hizo bajo supervisión de Quino. "Este era el acuerdo con él, que participara y se involucrara para que las esculturas fueran fieles a la imagen de sus personajes", explica a Público Pablo Irrgang desde Argentina.

"Siempre es bonito poder compartir la imagen de Mafalda y ver lo que provoca en mayores y pequeños", añade el escultor. "Es impresionante que el mundo haya cambiado tan poco en 60 años en algunos aspectos, lamentablemente el mensaje de Mafalda sigue siendo muy actual y es estimulante para que los jóvenes reciban ese mensaje humanista y pacifista", dice Irrgang.

La de Santa Coloma es la primera escultura de Mafalda en Catalunya. En todo el Estado es la segunda. En 2014 se inauguró en Oviedo la figura de Mafalda, sola, después de que Quino recibiera el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, coincidiendo con la celebración de los 50 años del nacimiento del personaje.

Mafalda se perdió en el avión

El conjunto escultórico estaba previsto que se inaugurara durante la celebración de la cumbre iberoamericana que organiza el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y que tuvo lugar en la segunda quincena de octubre. Pablo Irrgang también había viajado hasta el municipio, pero un imprevisto truncó todos los planes. Mafalda se perdió durante el viaje.

Al aeropuerto de Barcelona llegaron en cajas separadas Manolito y Susanita pero Mafalda no estaba. "La habían dado por perdida", recuerda Irrgang, "tardaron ocho días en encontrarla". Mafalda pudo llegar a Santa Coloma pero el escultor tuvo que seguir con sus compromisos por Europa y no pudo esperar a la inauguración.

En Santa Coloma se lo toman con humor: "Mafalda aprovechó para dar la vuelta al mundo y vivir alguna aventura defendiendo los derechos humanos", imagina Cárdenas, recordando el pequeño incidente. Ahora, después del periplo para llegar al destino, lo que espera el Ayuntamiento de Santa Coloma es que la escultura se mantenga en condiciones durante mucho tiempo. "Mafalda sólo podía estar en la calle, si la tuviéramos en un interior, querría decir que no confiamos en los vecinos de Santa Coloma" asegura Cárdenas, "si alguien la pinta, ¡ya la limpiaremos!", añade la directora de la CIBA.