Si menciono el Documento Ocasional número 2113 del Banco de España (BdE) no les dirá nada; si amplío la descripción de este informe indicando que se trata del que presentó el gobernador del BdE, Pablo Hernández de Cos, en junio de 2021 para torpedear la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ya les irá sonando. Los datos de empleo publicados ayer, que dejan 2021 como el año con el mayor recorte del paro de la historia, callan bocas.

Bajo el título Los efectos del salario mínimo interprofesional en el empleo: nueva evidencia para España, Hernández de Cos venía a describir los efectos contraproducentes que tenía la subida del SMI para la generación de empleo. A la derecha y la CEOE les faltó tiempo para alinearse con esta tesis. Lo hacían en contra de lo que la propia la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene, o de las teorías de los Premios Nobel de Economía Paul Krugman y Joseph Stiglitz.

Ahora, los datos de empleo de 2021 y los diez meses consecutivos de recorte del desempleo han dejado en evidencia a unos y otros, destapando que tras sus reticencias no se ocultaba la búsqueda del bien común, sino el de unos pocos, los de siempre. Las cifras del paro de diciembre suponen el nivel más bajo de ese mes en 14 años.

Lo cierto es que la derecha y extrema-derecha se han quedado sin argumentos: la hostelería lidera la ocupación, el empleo femenino alcanza sus cotas más elevadas y en términos de afiliación -algo básico para las pensiones- nos movemos en casi 20 millones, el mejor dato en 16 años.

Obviamente, ni los más de tres millones de personas desempleadas ni la precariedad reinante son para lanzar las campanas al vuelo, pero es jugar con las mismas reglas del juego. El objetivo, y la nueva reforma laboral se encamina a ello, es atajar esta realidad, por lo que visto lo visto con el SMI hay que darle ese voto de confianza.

La generación de empleo en 2021 ha callado bocas, sí, pero eso no es necesariamente bueno. Lo mínimo exigible para alguien decente sería dar un paso al frente y admitir equivocaciones, tanto de Hernández de Cos, como de la CEOE o de esa derecha cada vez más recalcitrante... incluso de aquellos economistas que van de 'modernetes', como Luis Garicano (Cs), que movió por redes sociales el chiste superior de JM Nieto publicado en ABC.

También me temo que ha callado bocas de muchos medios, que en lugar de ahondar en cómo estos datos vienen a tirar por tierra que subir el SMI perjudica la creación de empleo prefieren enzarzarse días y días en las bufonadas del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con una señora como Almudena Grandes a la que no llega ni a la suela de los zapatos. A ver si 2022 trae más tino a la hora de centrarnos en lo importante, en seguir derribando los falsos mitos de la derecha con los que han venido sometiendo a la clase trabajadora... y que ésta se dé cuenta de que poner al zorro a cuidar las gallinas nunca es buena idea... aunque éstas se sienten en una terraza a tomar cañas. En Oriente hay una receta de pollo borracho: se da de beber vino al animal antes de sacrificarlo y cocinarlo. Pues eso.