Público
Público

Un baño de amapolas al norte de Francia

'La escapada': otra mirada al mundo, para recordar que hay otra vida más allá del coronavirus.

  • REUTERS / Pascal Rossignol

    1 de 1

    Aubigny-au-Bac, Francia.

    Su paso por el año es efímero. Quizás por eso son tan efectistas. La amapola silvestre es la señal inequívoca de la llegada de la primavera, que no empieza siempre siguiendo el calendario, sino las latitudes. Al norte de Francia, la floración llega algo más tarde que al sur de Europa, pero cuando todo florece, poco pueden resistirse. En la imagen, dos niños niños juegan en un campo de amapolas en Aubigny-au-Bac, una comuna francesa de apenas mil habitantes situada cerca de Cambrai, en la región Norte-Paso de Calais. 

    La escapada: otra mirada al mundo, para recordar que hay otra vida más allá del coronavirus.